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sábado, 31 de agosto de 2019

GRAFITIS PARA NEANDERTALES de JORGE RIECHMAN (fragmento I)




No se le escapaban a Ñor, por otra parte, las asociaciones fáciles que amigos y enemigos realizaban con su nombre: Ñor-da, Ñor-do, Ñór-diga… Está bien, bien está. Hace mucho que apreciamos la forma en que la etimología de humano nos remite a la benemérita materia orgánica en descomposición. Y uno de los amigos de Ñor, el sabio mexicano Gustavo Esteva, llama la atención sobre cómo uno de los nudos centrales de la crisis civilizatoria que amenaza con llevarse todo por delante es: hacernos cargo de nuestra propia mierda.[i]







[i]“Gustavo Esteva: Como sabes, un tal Mr. Crapper inventó para la reina Victoria lo que ahora conocemos como retrete, el primer inodoro y todo el sistema de saneamiento, y esto, claramente, reformuló por completo el entorno urbano. En primer lugar hay que decir que este invento es muy moderno. En 1945, en el país más avanzado, que por entonces era Estados Unidos, solo la tercera parte de la población tenía saneamiento "moderno, con el W.C., el excusado inglés y el sistema de drenaje. Esto, como digo, reformuló las ciudades y creó una verdadera adicción a este tipo de excusado. Hay personas que no pueden vivir sin él, es una necesidad básica para ellos. Pero ya hay muchos ecologistas que se dan cuenta de que fue una decisión sumamente equivocada, que fue una tecnología estúpida, que está dañando el medioambiente más que los coches. Cuando mezclas estas tres sustancias maravillosas, mierda, orina y agua, estás creando un cóctel venenoso que lo contamina todo. Es un problema de salud pública, de costo, de todo...
Dougald Hine: Es un desperdicio de las tres cosas que, gestionadas de otro modo, pueden tener un mejor aprovechamiento. Pero no es sólo eso, el inodoro con cisterna te conecta a un sistema. Piensa en la pesadilla de The Matrix, todo el mundo en sus cubetas, atrapados y llenos de tubos, conectados a la realidad virtual. Uno de los motivos por los que nos atormenta esa pesadilla es que se trata de una descripción muy buena de lo que asumimos como normal: el tipo de relación que tenemos con la infraestructura es una relación de dependencia con sistemas inconcebiblemente grandes y centralizados. No es sólo que nazcamos en incubadoras en las que estamos atrapados llenos de tubos, o que muramos así. Es que somos nosotros mismos quienes nos enchufamos a diferentes tubos en momentos decisivos de nuestra vida.
ge: Nos lavamos las manos y listo, no vemos cómo estamos conectados. Al construir nuestros sanitarios ecológicos secos, que producen compost, lo que hacemos es desconectar nuestro estómago de cualquier burocracia centralizada. Se siente una auténtica liberación política cuando no tienes esos tubos y dejas de estar controlado.
dh: Estas encargándote de tu propia mierda.
ge: Esa es la cuestión fundamental. ¿Estamos dispuestos a encargarnos de nuestra propia mierda?” Esteva en conversación con Dougald Hine (uno de los fundadores del Dark Mountain Project). Este diálogo apareció originalmente en el cuarto número de la publicación homónima en el verano de 2013, bajo el título "Dealing with our own shit”. Traducido por Sara Plaza, se publicó en el blog Plaza & Civallero: “Hacernos cargo de nuestra propia mierda”, 22 de agosto de 2017; http://civalleroyplaza.blogspot.com.es/2017/08/abandonar-la-ilusion-de-control-no-es.html



Jorge Riechmann. Grafitis para Neandertales. Eolas poesía, 2019

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