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domingo, 1 de septiembre de 2019

GRAFITIS PARA NEANDERTALES de JORGE RIECHMAN (fragmentos, II)




El placer de soplar
el café caliente
la sopa caliente
tu seno desnudo

Toda la vida
es vida
cotidiana

(placeres)





Almuerzo en el bar:

gente que habla de fútbol
y del eventual ataque nuclear
de Donald Trump a Corea del Norte

y luego de las vacaciones:
se acerca un largo puente



(a media mañana, en una ciudad como Madrid)




Cuando Homo sapiens no esté
—quizá no falte tanto tiempo, ay—
los tardígrados seguirán ahí

(ahí)




Vete a la caverna
Súbete otra vez al árbol
Hala, a pastar
Lárgate al Paleolítico
Ea, a comer flores otra vez

—con amabilidad sutil
ocasionalmente acompañada de lanzamiento de objetos
eran recibidos muchas veces Ñor y sus amigos

(predicando la vida buena)




Recuperar derechos, decían los amigos de Ñor. Colapsar mejor, replicaba éste.

Recuperar la ilusión, escuchaba Ñor. Organizar el pesimismo, respondía.

Puesto que estamos perdidos −decía Ñor a sus amigos y oyentes−, vamos al menos a entender por qué.

Nuestro problema no es reconstruir el Estado de Bienestar –es pensar cómo lograremos dar de comer a la gente en los años que vienen. No me hables de Subsidio Universal Incondicional, ¡dime qué piensas hacer con los fosfatos! No son tiempos de perseguir el bienestar personal, amonestaba Ñor. Son tiempos de intentar salvar vidas.


...//...

“Trata a las gentes como si fuesen lo que deberían ser, y les ayudarás a convertirse en lo que son capaces de ser.” Ñor apreciaba este consejo de Goethe, uno de los raros momentos en que Goethe casi le parecía Albert Camus.


...//...

Si lo único que nos queda es hacer literatura, sostenía Ñor, mejor no hacer literatura


...//...

 En el vídeo
compartido mil veces
a través de esas empresas ultracapitalistas
que sin tino dejamos bautizar “redes sociales”,
un elefante niño a quien una turba ha prendido fuego;
su madre y él huyen despavoridos. Es una carretera de la India,
pero podría ser también el verano del 95 que evoca
el poema de Adam Zagajewski:
mediterránea agua azul que se abre hospitalaria
al mismo tiempo que en Srebrenica
disparos genocidas asesinan a hombres
y a muchachos. No podemos
hacernos cargo del dolor del mundo: nos excede,
apenas una porción minúscula del mismo
basta para aplastarnos. Pero si no asumimos
al menos el fragmento del dolor más cercano,
ése que sí me interpela directamente a mí, entonces de verdad
todo estaría perdido

(no se puede inventar nada peor que la realidad,
dijo el cenizo Michael Haneke)


...//...



Política, piensan tantos: el arte
de trampear entre correlaciones de fuerzas
−o de debilidades, se dijo alguna vez−
para afianzar las asfixiantes tramas
de la dominación

Pero la política −sostiene Ñor−
tendría que ser más bien el arte
de disponer trapecios y asideros
para el amor

(otra noción de política)




“…su posición ‘política’, una mezcla de anticapitalismo, anarquismo y ecologismo que asoman siempre por aquí y por allá y que parecen, con el paso de los años, cada vez más ingenuos…”
Andrés Ibáñez (sobre Lawrence Ferlinghetti)

O celebrar
el triunfo de la muerte

o ser tildado
por quien con displicencia te mira
por encima del hombro

de irremediable candidez

(ingenuo, repetía Ñor,
significa “nacido libre”)




Es coherente
que alguien como Gandhi
muera asesinado:
siglo XX, Homo sapiens, planeta Tierra

Y así cuando nosotros aún seguimos vivos
no deberíamos dejar de preguntarnos:
qué estaré haciendo mal…

(qué estaré haciendo mal)






Está bien visto, valoró Ñor (aunque en la era del espectáculo las “ganas de que te quieran” se vean suplantadas demasiadas veces por las ganas de éxito medible en dólares contantes y sonantes), pero falta otra perspectiva. Independizarse parcialmente de la necesidad de reconocimiento ajeno es un gran paso adelante hacia la serenidad.

Es cierto que distanciarse de semejante ansia −tan básica en el ser humano— puede restar energía: pero lo que uno gana a cambio es paz espiritual. Avanzar hacia esa clase de equilibrio no es hacerse viejo, es madurar.





Repartir textos budistas en las manifestaciones del 1º de Mayo; y propaganda obrera y campesina en los centros de meditación. No se apea Ñor de esta clase de praxis.

La vida humana sin contemplación es menos que humana. La vida humana sin participación política es menos que humana.

A quien recomienda silencio e introspección para volver a conectar con tu yo profundo, recuérdale que hemos de luchar juntos contra el capitalismo −sostiene Ñor. A quien se agota en la lucha mancomunada contra el capitalismo, olvidando las múltiples dimensiones de la existencia humana, recuérdale lo cerca que está el país del silencio −y lo importante que es.

“La única y más grande riqueza que existe sobre la Tierra es la tranquilidad”, razonaba el joven Juan Rulfo.[i] Lo podemos decir en griego: ataraxia. Paz de espíritu, ecuanimidad, conciencia alerta y sosegada. Así estamos −reinventando el epicureísmo/ estoicismo en cada generación…

Nuestra tarea como humanidad no es muy diferente de nuestra tarea como personas: llegar a despertar. Así que más vale que no aflojemos, suspira Ñor…






[i] Los cuadernos de Juan Rulfo (ed. de Yvette Jiménez de Báez), Era, México DF 1994, p. 16.



Jorge Riechman. Grafiti para Neandertales. Eolas poesía, 2019


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