CIFRAS
Desde
el año 1975, en que vivían 4.000.000.000 de
habitantes
hasta ahora, casi se ha duplicado la
población
mundial. En 42 años han nacido más de
3.000.000.000
de personas
En
2017, año de la escritura y oración de este libro,
ya
somos más de 7.000.000.000 de humanos en el
mundo
La
mayoría de los especialistas coinciden en que la
Tierra
(lo que queda todavía de su sangre para la
nuestra)
tiene una capacidad máxima para abastecer
entre
9.000 y 10.000 millones de personas
Los
bosques y las selvas de la Tierra son arrasados
velozmente,
en general para generar cultivos que den
grano
para los animales de granja intensiva que
reclama
el primer mundo. Los bosques todavía
verdean
el 30 por ciento de las regiones, pero franjas
del
tamaño de Panamá son esquilmadas,
desertizadas,
cada año....
No
es que no podamos habitar todos en esta tierra,
es
que estamos rompiendo esta casa a hachazos
Aproximadamente
2.000 animales mueren cada
segundo,
prácticamente todos a consecuencia del
humano,
de la caza, de la captura y cautividad, en los
barracones
insalubres de la ganadería intensiva,
mediante
el eufemismo del sacrificio
Elsacrificio
en las granjasindustriales se realiza mediante
el
llamado aturdimiento previo: un martillo percutor
eléctrico
impacta en la frente del animal, que queda
inconsciente
No
lo creas: no queda inconsciente.
La
mayoría sólo quedan medianamente aturdidos, pero
sintientes,
despiertos, parpadean después de que un
gancho
los eleve de una pata trasera, cabeza abajo y
mientras
el matarife los comienza a rajar y a amputar de
sus
cuerpos bamboleantes sus brazos y sus piernas con
una
sierra eléctrica...
Sigo?
Prefiero
no saberlo. Por eso enciendo la radio y casi
nunca
te abro la puerta. No me gusta conversar
contigo...
Prefieres
el silencio? La mentira? La Nada?
Por
favor, cuéntame un chiste. Sólo quiero mi paz (cierras
los
ojos). Háblame de las flores
No
he dejado de hacerlo. Las he nombrado todas.
***
Margarita de los tiempos
tú vuelves a crecer igual de
blanca
Ángel Padilla. Es tan culpable el que canta para no oír a los fusiladores que los fusiladores. Ed. Amargord, 2020
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