I
Los cazadores somos todos
si escuchas un disparo,
cierras los ojos y sigues caminando.
Los cazadores somos todos
si, encallado en la ciudad,
no has visitado el campo en muchos
meses. O el mar.
Los cazadores somos todos
si esperas que este mundo lo
arreglen otros que no seas tú.
Los cazadores somos todos
si crees que un disparo y una
bala sólo lo acciona uno.
II
Los cazadores somos todos
si no salimos al monte a
detener los rifles.
Los cazadores somos todos
si nos tumban las noches y la
muerte y sólo hemos guardado
silencio.
Los cazadores somos todos
si para tu paz, otros deban
estar en guerra; si para el sabor de tu
boca otros deban morir.
Olvida lo que escuchaste
sobre la ley humana,
sobre la cárcel y el Juez.
Este mundo necesita más
abogados
en los tribunales abiertos.
Los cazadores somos todos si
en este mundo a la liebre
amarilla de la inocencia sólo
le queda escapar y ocultarse,
callar y temer.
Los cazadores somos todos y
todas
mientras haya cazadores.
Ángel Padilla. Es tan culpable el que canta para no oír a los fusiladores que los fusiladores. Ed. Amargord, 2020
Fotografía de Carmen Lourdes Fdez. de Soto
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