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lunes, 24 de mayo de 2021

3 poemas de DIAS PARES E IMPARES de JULIÁN BORAO

 


23 F

 

Una noche de invierno,

abrigado en la llama del sexo adolescente

rompí mi castidad entre sus piernas.

Señalamos la fecha

que durante unos años

fue el cómplice secreto

de nuestro calendario personal,

sólo en la intimidad,

un número, sin más, del mes más corto.

Luego llegó Tejero, no sé si lo hizo adrede,

tengo serias sospechas

de que tomó el Congreso para joderme el día

y la celebración.

 

 

 

Exilio

 

Como quien llega a un mar que no conoce,

más allá de vestigios y de patrias,

y escucha, devastado, los suspiros -los suyos-

la realidad ahogada de su respiración,

como quien llega

a ciegas y sin guía hasta el atardecer

y abandona las huellas del camino.

 

Como quien nada sabe y se detiene

en medio de otra tierra para olvidar

aquello que dejó, las voces, las palabras,

las promesas, las horas,

y escucha,

solo, en la persistencia de vivir

la agonía de un tiempo

que no le pertenece.

 

 

 

El nombre exacto

 

Tal vez era eso mismo lo que quiso decir

cuando habló del poema

y del exacto nombre de las cosas:

el exacto nombre de las cosas…

¿Dónde está la respuesta?

La inteligencia duerme

doblegada de amor y de deseo,

consumida en versiones de la noche

y de su propio yo que la retiene.

Fluye el tiempo a través de dimensiones

percibidas apenas en esta realidad,

fluyen otros caudales siguiendo

las corrientes de lo eterno.

Y nosotros, vencidos en la muerte,

buscamos entender nuestras fronteras.


 

 Julián Borao. Días pares e impares. Ed. LUPI, 2016

 


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