LOBO
Despiertas
ansioso
por
engordar ciénagas,
cavar
fosas abisales,
alzar
invernaderos dantescos
donde
germina la flor de la barbarie.
Adoras
el destierro de la sangre,
el
sádico despiece de la carne,
corte
tras corte,
vida
tras vida.
Disfrutas
devorando
tendones,
cartílagos y vísceras.
Por más
que vistas de Gucci,
de
Versace o de Armani,
para ti
no tienen
nombre
ni identidad
tan
sólo son kilos de carne,
abierta
en canal.
Te
llamas Morgan, Goldman,
Rothschild, Rockefeller,
Lehman Brothers, Bilderberg,
y otros
tantos nombres
pero
eres el mismo carnicero,
el
mismo verdugo,
y eres
crisis y especulación,
extorsión
y pandemia
y
guerra
y
hambre.
Nada te
excita más
que
erigirte exultante
sobre
una montaña de despojos,
las
manos
sepultadas
en sangre,
los
ojos, yermos,
encendidos
en brasas
y el
vientre,
reventado
de codicia.
CONCESIONES
Primero
fueron a por nosotros,
ahora
nosotros no sabemos dónde ir sin ellos
Asienta
la cabeza, ya no eres un crío,
déjate
de birras, déjate de porros
y corta
ya la fiesta, ¡que la vas a cagar!
Sácate
otro título, vete al extranjero,
trabaja
en un MacDonald's,
gana
cuatro chavos, vuelve sin un duro
y ponte
la chaqueta, ¡que te vas a enfriar!
Vístete
a la moda, luce morenito,
come
verdurita, depílate las cejas,
baja
unos kilitos, súbete las nalgas,
corre
por el parque, corre por el metro,
corre
por el perro, mira que no llegas,
no te
alejes tanto, ¡súbete las mangas!
No
adelgaces tanto, eres puro hueso,
toma
vitaminas, toma proteínas,
toma
cocaína, toma anfetaminas,
y mucho
ojito, ¡que te vas a enganchar!
Cómprate
un pisito, busca una pareja,
ve a
por el niño, ve a por la niña,
sacúdete
las migas, recoge las migajas,
friega
tus camisas, plánchate los platos,
no
vaciles tanto, ¡que te vas a quemar!
Sálvate
a diario, exhíbete en el Facebook,
liga
por el WhatsApp, folla con Badoo,
participa
en un reality, mastúrbate con el selfi,
mastúrbate
con el selfi, ¡salta del armario!
Mastica
bien la carne, bebe desnatada,
conserva
tu trabajo, conserva tu familia,
vuela con
nosotros, marcha de crucero,
suénate
los mocos, apúrate la copa,
y ¡huye
de los libros!
Vigila
tu cartera, no te dejes nada,
cuida
de tus hijos, vela por tus padres,
piensa
en el mañana, compra preferentes,
invierte
en tu sepelio, dona tus pulmones,
no te
estreses tanto, toma pastillitas,
deja de
quejarte, piensa en positivo,
¡tienes
que votar!
Asienta
la cabeza, métete en la cama,
persigue
nuestros sueños,
sigue
nuestras normas,
date
por vencido,
date
por vencido
y a
dormir…
NO TODO
VA A SER VOTAR
No todo
va a ser votar,
no todo
va a ser votar,
también
habrá que tomar un vermut y una tapa,
viajar
a Andorra, a Bruselas o las Islas Caimán
y
depositar la pasta en paraísos fiscales con asiduidad.
Y es
que no todo va a ser votar,
también
habrá que perpetrar selfis a destajo,
escribir
tuits sobre la actualidad
y terminar
enchironado por opinar.
No todo
va a ser votar,
también
habrá que hacer como Millet,
Urdangarin,
o Bárcenas,
ser
condenado por lo penal y
celebrar
año tras año en la calle
como si
ná.
No todo
va a ser votar,
también
habrá que ver fútbol
y
celebrar los goles hasta delirar,
adornar
los balcones con banderitas
y
reclamar más democracia
o más
orden y autoridad.
Pero no
todo va a ser votar,
también
habrá que fumar un cigarrillo,
después
de comer
y otro
después de follar,
y
seguir pagando la hipoteca
a la
banca cívica o mejor a la obra social.
Y habrá
que practicar yoga para el estrés
y
pilates y spinning para el estrés,
y masticar
diazepanes como panes para el estrés
y
adquirir un móvil con más prestaciones,
un
ordenador con más prestaciones,
un
televisor con más prestaciones,
una
pareja con más prestaciones
y hasta
una taza de váter con más prestaciones
para
cagar en tres dimensiones
con
sonido dolby digital surround
y
cuarenta cañones de luz enfocando un mojón.
Y es
que no todo va a ser votar,
yo voté
el mes pasado
por una
democracia sin par
y me
llevé un buen mantecado,
lo
recuerdo algo tocado,
pero
sin dramatizar:
¡No
todo va a ser votar!
CORTE INGLÉS
Si
alguien me preguntara sin maldad,
para
ser feliz ¿qué necesitas de verdad?
¿una
modelo, un Ferrari, un chalet?,
yo le
respondería sin vacilar:
Yo, yo
para ser feliz,
necesito
ir al Corte Inglés
y nada
más.
Sí, al
Corte Inglés,
con mi
tarjeta Mastercard, Visa Classic o American Express
y
recorrerlo sin estrés
desde
la planta 0 hasta la planta 10,
planta
joven, planta hombre, planta mujer,
planta
niño, planta bebé, planta menaje del hogar,
planta
jardinería y hasta el hogar del gourmet.
Si por
un casual
encontrara
una lámpara maravillosa
y un
genio me preguntara, ¿amo qué desea usted?
¿un jet
privado, una mansión, un harén?
yo le
contestaría de inmediato:
Yo para
ser feliz
tan
sólo quiero estar en el Corte Inglés,
perderme
entre colonias, camisas y batas de boatiné,
probarme
gafas de D&G, trajes de Emilio Tucci,
niquis
de Lacoste y vestidos de prêt-à-porter.
Si por
fortuna me tocara un viaje, y me dijeran
¿dónde
querría marcharse usted?
¿a las
Maldivas, a la Polinesia, a Bangladesh?.
A mí,
si me queréis hacer feliz
dejaros
de hostias y llevarme al Corte Inglés.
Para
vivir la primavera en diciembre,
las
rebajas en julio, y en enero también
y
disfrutar una semana fantástica
y
comprar sin preocuparme si lo tendré que devolver.
(ya lo
sabe, si no se encuentra satisfecho
le
devolvemos su dinero).
Y tomar
el aire acondicionado en verano
y en
invierno calentarme los pies
y
utilizar sus probadores
y que
me atiendan tan bien
(¿en
qué le puedo ayudar?, ¿necesita algo?,
¿qué
puedo hacer por usted?).
Y
conocer la mujer de mi vida
y tener
hijos y verlos crecer
y
celebrar mi aniversario año tras año,
hasta
jubilarme y disfrutar de mi vejez
y
cuando me llegue la hora de morir,
si he
de morir,
que me
entierren en el Corte Inglés.
Mag Márquez. Antropofagia poética 2. Edicións Malcrías d'Agràcia. 2021
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