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lunes, 7 de junio de 2021

4 POEMAS DE LA CIUDAD SITIADA DE SANTIAGO AGUADED Y JOSE A. AVILA

PUDE ABATIRLO, PUDO CEDER

 

 

 

ENTRE ellas se precipitaron,

mientras en la noche se hablaban con luciérnagas

Llegó un momento en que no se reconocían…

cuando sus cuerpos se habían amado en las tardes,

en las noches

y en los albores del día siguiente;

era (in)comprensible que el arco que dominaba la escena

no hubiera entorpecido el trasiego

de tantas horas de contemplación.

La colina,

en la que el carro recorría

 una y otra vez su perfil

sin conseguir la carga que ansiaba,

se lamentaba de tanta espera.

Adherido a esta forja

se ha lanzado sobre ella

que se desgrana

dando paso a la inmensidad / a lo inverso…

Cada corazón deja de ser él

para completarse con el otro…

           

 

 


 


EL CIELO SOBRE BERLÍN (I)

 

 

Für W. Wenders

EL AIRE frío desciende

desde los edificios altos.

Camino por la ciudad como un perro abandonado que reconoce en el rostro de las mujeres el mismo sufrimiento de Solveig. El (des)orden de las estaciones[1]se confunde en esa extraña luz, que nunca es final de túnel sino incendio en el suburbano. El aire puro alimenta furiosos fuegos metálicos.

(Los albinos se esconden tras las palabras).

Y yo, que hablo sólo con monosílabos, inquiero a las piedras que amenazan ruina, a la estatua de Rosa  Luxemburgo y a la placa conmemorativa deMusil:

¿y tú, qué quieres ser: abeja, avispa o  bardo?

El ábaco del azar poda el césped que ha crecido en el patio del Gimnasio[2] donde orina el perro romántico. Los muros devoran las ideas más nobles. Los muros son paréntesis. Los Muros sobresalen

Nadie responde excepto el oscuro pasado que no es sino

[presente oculto.

 


 

PERRO RABIOSO

(NORA INU)

 

 

 

 

 

LOS POETASno son personas.

Son perros barcinos que escupen palabras como babas polícromas. Son perros rabiosos hambrientos de pieles y mensajes. Caminan solitarios entre hileras de sombras y no soportan el olor sulfuroso de las sierpes. Son amigos de la sátira y de la ironía. Acaso si encuentran alguna verdad huyen espantados como esclavos en busca de libertad ideal.  

Cuando pueden se abstraen en visiones angélicas, en piedras lanzadas contra el cielo (¡acaso alguna venza la ley de la gravedad!); pero si les hablas, mujer, de sortijas, de rubíes, de esponsales, entonces, se pierden en silencios y letargos, se les enferman los ojos como si fueran producto de un olvido tan oneroso como el oro…

 

 

 


 

CIDADE DIVIDIDA

 

 

 

 

ES como si un gran Mal golpease mis piernas.

Yo, inhalando argón, ebria de aire, gestiono o medo a las espinas de tu sangre enferma. Dejo entrar a ese dios enhiesto que no se evita porque entra a través de todos los poros del cuerpo. Y sin embargo, el deseo se estanca en las grietas de la carne. Me sé pasto del presentimiento: ese topo silencioso del dolor.

¿Reconoces esa rutinaria emergencia de las horas aciagas en el encuentromás arriesgado? ¿Será como comer arena o como escribir en el agua? La sangre se desliza entre mis piernas gota a gota como Palabras que fluyen del silencio a la tierra.

 



[1] Polisemia: se refiere tanto a las estaciones del año, como a las estaciones de metro o de autobús.

[2] Escuela secundaria de Bachillerato.

 

 

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