Páginas

domingo, 27 de marzo de 2022

5 poemas de CERO de MIGUEL FERNÁNDEZ RIVERO




XI

 

Hoy tuve que escupir

el dolor de mis ojos.

 

Sí, tuve que escupir

a ese sol del invierno

que azota la miseria

y no calienta el cuerpo.

 

Por el hambre del mundo

hoy tuve que escupir. 

 


XXIX

 

Solo nombrar al viento

nos libera y nos alza

sobre la piel del mundo,

sobre nosotros mismos.

 

Somos huellas del tiempo,

luz y sombra que pasa

por los campos sin rumbo

trazando los caminos.

 

Solo nombrar al viento

nos libera y da alas.

 

 

XL

 

Imágenes extrañas

sobre espejos de niebla.

 

Los rastrojos del tiempo

atesoran historias

y los viejos secretos

de miedos y cadenas.

 

Siluetas sobre el agua.

Grita el niño salvaje

a los vientos del alba

y lanza sus conjuros.

 

Sobre espejos de niebla

imágenes de un mundo

brutal y hambriento. Vuela

el pájaro nocturno

buscando débil presa.

 

Se alargan los rastrojos

por estas viejas calles.

El Rey Lagarto canta

sus extraños mensajes,

actores y payasos

con su sonrisa suave

representan su farsa.

 

Imágenes extrañas

en absurdos espejos.

En neumáticas balsas

la muerte de los sueños

bajo el sol de una playa.

 

Cuerpos sobre las aguas.

Los relojes del tiempo

hacia el futuro avanzan

guiando al dócil rebaño.

 

Tú lo sabes Jim, tienes

los ojos de lagarto,

tú conoces las leyes

de brujos y chamanes.

 

Dime, ¿por qué esta niebla

con extrañas imágenes?

 

 

LXI

 

He perdido mis huellas

al filo del camino,

he perdido mis sueños

entre sombras y olvido.

 

Mi voz quebrada busca

una palabra y un verso

para atarlos al grito

silencioso del pueblo.

 

 

LXIV

 

No volver al silencio,

jamás dejar el grito

a orillas de la nada,

ni enterrado en los libros.

 

Ser la voz, la palabra

o la huella del camino.

Ser rumor en el tiempo.

 

Jamás dejar el grito

en las salas del miedo



Miguel Fernández Rivero. Cero. Ed. Ópera Prima, 2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario