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sábado, 19 de octubre de 2024

DIARIO NOCTURNO DE UN PAÍS FEO (fragmento III)




Día 9.494 de mi vida, cuya suma de dígitos da exactamente 26, un número a
mitad de camino entre dos primos, no sé si será coincidencia frecuente.
Demasiados años, para tan poco, todos vividos bajo el imperio del terror, con
infancia con maquis heridos y sustos de culatazos por la noche y un padre
siempre sobresaltado. Puedo presumir de haber sido detenido con él en una
comisaría a mis tres años. Sobran, pues, 9.000. Es preciso poner término a
este derroche y ya va siendo hora de marcar un plan de conducta, aunque en
realidad tengo tres mil años y he cenado con Sócrates, como diría, por
ejemplo, Isak Dinesen.
Puesto que nada perdura porque esta misma palabra nada recién escrita
ya no volverá a ser escrita nunca más, nada tiene sentido.
Decisión irrevocable: nada en el futuro va a importarme nada. España
me causa tal dolor que me resulta insoportable, es quizás el país más
religioso del mundo, creo que por influencia musulmana de siglos, como lo
demuestra que las zonas más tiempo culturizadas por el islam son las más
fanáticas y alucinadas, pero cambiando adoraciones y milagros, convertidas
en astracanada de la liturgia y de la extravagancia.
Escribo porque sí, lucho porque sí y vivo porque sí.
Nada de filosofías sobre la vida ni de ideologías sobre la conducta. La
vida y la muerte son la misma ilusión fantasmagórica.
Hasta la muerte, un solo objetivo: aprehender el instante, vivir el pre-
sente. Renunciar a la vanidad, al éxito, al ahorro, al coleccionismo y a la
perpetuación. La mirada, sólo la mirada. Y mi mano. Porque todo puede
ser mío.
Y he aquí un Decálogo de conducta a seguir desde este instante:
DECÁLOGO:



1.
Nunca más volveré a matar. Ni a un conejo, ni a una mosca, ni a una
araña, y juro que haré válida esta promesa al hombre.
2.
Jamás haré daño a nadie, excepto si haciendo justo daño a uno propor-
ciono justa felicidad a muchos.
3.
Viviré para ser cada día más sabio y para que mi especie de humanos
pensantes sea más digna.
4.
No me permitiré los lujos de la pereza ni del desinterés.
5.
Combatiré mi propia cobardía e intentaré comprender la cobardía de
los demás.
6.
Haré esfuerzos por no mentir nunca, pese a quien pese y sufra quien
sufra.
7.
No practicaré nunca la hipocresía del respeto a las creencias que yo
entienda irracionales.
8.
Jamás cometeré el soberbio pecado de la caridad mientras tenga fuerzas
para practicar la justicia.
9.
No militaré en partidos, religiones, sectas ni grupos que puedan ser so-
portados por palabras.
10.
Y renuncio definitivamente a la búsqueda de la gloria personal, pues
soy sólo parte y sólo incidencia.

Apunte nocturno:
Recordando a Novalis, es un alucinante suceso en estas fechas su momen-
to más trascendental ocurrido en 1794, según se deduce leyéndolo. En ese
año, teniendo 22 años, conoce a Sophie von Kühn, hijastra de un aristó-
crata de Rokkenthien. Se enamora tan perdidamente de ella que, sobre ese
amor, roto por la pronta muerte de la amada, sustenta en adelante toda la
dimensión romántica, mística y metafísica de su obra, hasta su muerte en
1801 a los 29 años. Pero lo sorprendente: su enamorada Sophie tenía 12
años. ¿Qué conversaciones podía mantener Novalis con una niña y de qué
clase de amor se trataba? Hoy te meten en la cárcel o un forense examina
a la niña.



Antonio Santos Barranca. Diario Nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024

1 comentario:

  1. El punto 7 del Decálogo acabó con cientos en la hoguera y millones exterminados, ¿andas por aquí todavía? El punto 9 me ha producido un escalofrío aterrador, porque aún escucho, confío, voto y espero, es terrible esa frase en un mundo basado en lo que te prometen. LEZA. lezaiste@gmail.com

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