DOS
ÁRBOLES juntos
hacen más que tres.
Entretejen sus raíces con vocablos para
disipar el peligro de erosión.
—Yo
quisiera tus flores de espuma, dice uno, y el otro
responde: —¿para
que me acunes en la noche del olvido? No hay olvido en el
carmen del niño de las landas. No hay maldad en el palimpsesto real de la
carne. —¿No veis como discurren
agua y aire por nuestras ramas? ¿Es sin significado la Ausencia si hay devoción
sin altares, cordones o reliquias? No. Todo somnolece / lunece en un
suelo nunca hollado.
Santiago Aguaded Landero. Roble en Sal. Ed. Alhulia, S.L. 2025
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