documentos de pensamiento radical

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martes, 12 de noviembre de 2024

DULCE LOCURA


Íbamos por una carretera de montaña,

círculos y círculos recorrimos

hasta llegar a la cima,

las luces de la ciudad ya estaban encendidas.

El calor se notaba, pero el frío

empezaba a posarse en los hombros,

sudor secado por el frío,

punta de los dedos enfriadas,

nos mirábamos y ninguna decía nada.

No cortes el silencio desgarrador

de la noche de verano,

nos decía el rumor de la ciudad,

las luces eran focos pixelados,

naranjas, amarillos,

marrón tierra oscura,

azul oscuro noche.

Se notaban los vellos erizados del cuello,

dulce frescor que me movía.

Un balanceo de dulzura-locura.


Míriam Muñoz Trapero




lunes, 11 de noviembre de 2024

UN DÍA EN CLASE


 

Un día en clase de  Arte e Industria Cultural, 

el profesor se hace muchas preguntas,

sobre lo que  tenemos hoy día,

que sea verdaderamente gratis, 

sin valor de uso o valor de cambio, 

algo que no se pueda comprar ni vender.

Me acordé de un verso de unos de tus poemas,

que decía, "La Sombra Gratis de los Árboles"

Me miró y me deconstruyó conceptos como; 

Naturaleza, Paisaje y Ecología. 

No era gratis la sombra, 

ni seguramente la geometría del Árbol.

Yo callada en boca¡

Una compañera, ya cansadas de probar con todo, 

dice el agujero negro, 

¡Pero mira lo lejos que te has tenido que ir¡.

y todes a carcajadas¡

Dice, es algo más concreto, más cercano, te viene dado¡

Te viene dado, por tu madre¡

¿y cómo buscar eso, en qué libro?

Me recorrí y hable con los más pintades de filosofía

hasta qué ..., orgullo del saber¡

me desvelo el poema

más bello y humilde

que no suelo desvelar.

 

Míriam Muñoz Trapero

domingo, 10 de noviembre de 2024

2 poemas de UN DÍA COMO HOY de MÍRIAM MUÑOZ TRAPERO




Libertades mínimas.


Que no te casen contra tu voluntad,

que no te violen,

que no te golpeen,

que no te den menos de comer,

que no te asesinen.

Dentro de las libertades mínimas

estaría que el jefe

de una amiga no la llame

a las cinco de la madrugada.

Y quién le habla de política

a quien no puede pagar la hipoteca.



***



Camino de las calcosas, 27.


Que no me dejas mecerme

en el cálido viento

del temprano anochecer,

que tus oscuridades,

son mis luces,

el cielo tenue bajo nubes ceniza,

que este posicionamiento

no te deja moverte en tus estrechuras,

intranquilidad que no cesa.

A lo lejos se escuchan

los ladridos de las perras

y, en la lejanía,

se alza el graznido del águila.

Que este posicionamiento

que no entiendes, no te interesa,

es precariedad

y estás con los que ganan,

pero los cencerros se escuchan

en el silencio de la noche

y en la lejanía sigue el águila.

Aunque la montaña

se cubre de niebla,

en la orilla los rayos

me hacen cerrar los ojos

y puedo entrever los riscos y las olas.

Que no me dejas mecerme

en el cálido viento

del temprano anochecer

que mueve plataneras,

que a su vez mueven viñas

y gramíneas,

y el viento planea por el cordel

cuando pasan las pájaras,

y no me dejas mecerme

hasta que los grillos

empiezan a cantar

y huele a flores frías,

cuando los cencerros

se escuchan

en el silencio de la noche.



Míriam Muñoz Trapero. Un día como hoy



sábado, 9 de noviembre de 2024

4 poemas de UN DÍA COMO HOY de MIRIAM MUÑOZ TRAPERO




He vuelto y la muerte en las manos,

campos amarillos ocres,

tierras rosadas,

volví del paisaje encontrado,

secas las manos,

el pueblo blanco,

olor a río.

¿Has visto las palomas?

¿No es el lugar más extraño?

No se puede escribir de la muerte en verano.

La primavera aguada, se fue rápido.

¿Has tocado el agua helada?

Recorrimos caminos llenos de flores,

campos llenos de sandías .

¿Has visto los girasoles?

De la muerte no se escribe en verano,

la muerte se ve en el campo de trigo tumbado,

fruta bajo el árbol,

camino de tierra a 48 grados.

Si la muerte fuera barbarie no andaría tan lenta

la humedad que refresca el cuerpo.

La muerte es la última mentira

donde el miedo es medible.

Me paro en el vuelo de las palomas,

no vi cómo llegaron,

ya estaban ahí.

En el río hay patos,

ratas y plásticos.

¿Has escuchado el ruido del río?

En los girasoles, las abejas forman parte.

Su sonido es mayor que el silencio.

La muerte se puede ver,

pero no la puedes imaginar.

El verano es para vivir,

la primavera, dicen, es para amar,

el invierno frío, no imagino su luz.

¿Has visto la noche de verano

que la sensación choca en el pecho?

Calor, que refleja sombras,

¿has visto los rosales violetas?

¿Y las moras salvajes?



***



Te puedes ir si quieres,

aunque me gustaría que te quedaras,

cerca o lejos, pero quédate,

aunque, si te vas,

no sentiré la extrañeza de perderte,

no nos pertenecemos,

que esto es una ida y una vuelta,

que no te necesito,

ni siquiera te echo de menos.

Te puedes ir si quieres,

aunque me gustaría que te quedaras.

Círculos en movimiento que apremian

y todas en movimiento estático que parpadea,

círculos entrelazados formando cóncavas,

un tanto por ciento rozamos,

un tanto por ciento limites inconclusos,

subversivos y por ende extraños.

Te puedes ir si quieres,

no prometo permanecer en el puerto – estanca,

la ida y la vuelta en pocas ocasiones

se dan la espalda.

Te puedes ir si quieres,

aunque me gustaría que te quedaras,

círculos en movimiento que apremian

burdeos- violeta- malva.




***



Son solo flores.

Son solo flores, se repetía.

Ella las tenía en el lavabo

metidas en un tarro de vidrio transparente,

el agua verde, verde añil,

la putrefacción de las cosas

era lo que contemplaba allí.

Un baño impoluto,

blanco mármol,

pequeño, tan pequeño como el vacío,

flores verdes, verde mustio,

verde febril de tus ojeras

un día que olía a verano.



***



El profesor habla

de velocidad abstracta,

representaciones,

preceptos de la vida moderna,

estados de conciencia de la vida.

Y yo te veo

en las escaleras de tu casa,

bajando como el rayo,

los pies no tocan el suelo,

el calor subió de los pies a mi boca como

cuando subes a unos de esos cacharros

que pone en la feria.

Y ya te veo,

ya te veo abajo.

Y él empieza con el temario

de representación,

realidad,

y sobre el imaginario.



Míriam Muñoz Trapero. Un día como hoy

viernes, 8 de noviembre de 2024

CONVERSIÓN




Te dije que si te empadronabas en Andalucía

nos daban unaayudaalajovenestudiante,

me dijiste que estabas empadronada en Valencia,

te dije que podías cambiar el padrón,

me dijiste que no podías,

que en octubre eran las elecciones,

que tenías que echar

a ese tipo bien vestido

con trajes aglutinantes tintineantes.

Yo miré tu boca con ganas de besarte,

me posé en el asiento del tren,

sentí el silencio en mi boca

y creí en la idea de dios. 

 

 

Míriam Muñoz Trapero



jueves, 7 de noviembre de 2024

3 poemas de UN DÍA COMO HOY de MIRIAM MUÑOZ TRAPERO




Te echo de menos

pero ya no te necesito.

De tristeza, de amor

yo ya no me muero.

Te echo de menos,

pero que ya hace tiempo

que no te necesito.

La muerte

ya no es lo peor.

Te conocí,

hablé contigo,

te acaricié,

¡que te amé bien!

Te amé bien,

pan caliente con tomate,

mañanas que amanecían a plena tarde.

Te amé bien,

y la muerte no fue suficiente,

me quede con la tristeza de noche azulada,

me recuerda a tus labios.

Te echo de menos,

pelo entre mis manos,

tiempo que sana,

tiempo que enmaraña,

manos que acariciaban

mis mejillas mojadas,

tiempo que resuena,

tiempo que enmascara,

Ya no te necesito,

y mi amar bien

esta en las entrañas,

sosegada, latente,

bien armada.



***



Las heridas de tierra se curan en el mar,

las heridas de mar se curan en la tierra,

los horizontes infinitos se pierden

en el naranja de la tarde,

las dos lunas de diciembre

quizás no vuelvan más,

y el mundo es azul hielo,

las aguas siguen su cauce,

a veces se desbordan,

me mojan los pies,

y el mundo es azul hielo,

y me dice,

que las heridas de tierra se curan en el mar

y que las heridas de mar se curan en la tierra,

y se queda tan tranquilo,

y las olas continúan con su rumor

que crea yunques, negros, infinitos,

y las criaturas se sumergen en charcos

con piedras cristalinas

y se incrustan en una grieta

del gran fondo,

verde azul-cian,

y todo está en su sitio,

y el mundo es azul hielo,

y naranja que sangra la tarde,

y amarillo lima que quema rodillas,

y me dice,

y te quedas tan tranquilo,

y todo está en su sitio,

como objetos humildes que cohabitan.






Criaturas impermanentes.


Hay personas que para coger algo de su bolsillo

abren con sus dedos los dos extremos

haciendo un triángulo,

ponen la oreja,

y escuchan si hay algo en ellos.

El silencio estalla.

Hay personas que buscan caramelos

detrás de las orejas de otras personas

para regalárselos,

hay veces que hay un caramelo

detrás de una oreja

y hay veces que no aparece nada,

sabor ácido manzana.

Hay personas que suben a otras

a sus hombros y son más altas,

con sus manos tocan el techo,

se encienden las luces,

ladran las perras y sopla el viento.

Hay personas que ya están conectadas,

están moviendo sus manos

de un lado hacia otro y silban,

silban tanto que no se escucha,

suave como el terciopelo burdeos.

Se sientan, pero siguen en movimiento,

y buscan en bolsillos,

y detrás de todas las orejas,

y te suben,

y te bajan,

como pólvora que estalla,

colores que destellan,

sonido que silencia.




Míriam Muñoz Trapero. Un día como hoy




miércoles, 6 de noviembre de 2024

DIARIO NOCTURNO EN UN PAÍS FEO (fragmento XIX)

 


 

Volviendo a eso de los momentos estelares de la Humanidad creo que el más triste momento estelar de España fue durante los veinte años centrales del siglo XVI, cuando en la ciudad de Trento, quizá elegida porque el nombre procede de tridente y tres fantasmas divinos formaban en la Trinidad un dios uno verdadero, se celebró un concilio ecuménico, con desdichada gran influencia española por nuestro poder en la época. En aquel concilio se debatía algo de una importancia tan grande que marcó el destino del mundo: decidirse por un dios reaccionario, celoso e intransigente, o un dios progresista, liberal y que obligaba a saber leer rindiendo culto a la imprenta. España capitaneó la opción primera y se condenó a sí misma a la pereza intelectual, al embrutecimiento, a la sumisión y al analfabetismo, se avergonzó de saber y pensar, y puso el destino de toda su gente en manos de la Iglesia que leía e interpretaba por ella. Los países que se decidieron a elegir la opción segunda tuvieron como primera obligación valerse por sí mismos y traducir los libros sagrados para ponerlos al alcance de la gente, y la gente tuvo que aprender a leer, primero Biblias traducidas y después otros libros por habérseles fomentado la curiosidad como base del deseo de saber, y la consecuencia natural fue que de todo eso surgió un progreso imparable en las ciencias e incluso en el comercio. Los de la opción del dios más permisivo inventaron, los de la opción por el dios celoso gritamos el que inventen ellos. España capitaneó la decisión por el culto extrovertido basado en la imagen de un dios sufriente, torturadísimo y tétrico, los países alejados de su influencia aprendieron solidaridad en cantos colectivos y se relacionaron con su dios en secreto e intimidad. Así se detuvo España anclada en el inmovilismo, y así perdió España para siempre el interés por evolucionar. En 1970, cuatro siglos después, todavía ser buen español es ser reaccionario, tradicionalista, sumiso y despreciativo hacia el progreso, por pura pereza intelectual y por un falso sentido del orgullo, y solo el normal puñado de disidentes, casualmente gente que ha leído lo que ha querido y no lo que le han mandado, mantiene viva la esperanza de que un cambio se produzca alguna vez, pero ya con la sospecha de que de tanto cultivar la indolencia el daño haya quedado gravado en la genética. 

 

 

 

Antonio Santos Barranca. Diario Nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024

martes, 5 de noviembre de 2024

DIARIO NOCTURNO EN UN PAÍS FEO (fragmento XVIII)


 

 

Por la tarde acudí de muy mala gana a una reunión de rojos en casa del matrimonio fingidor, los comunistas marxistas leninistas más veraces, los que se escandalizan de que yo no me sacrificara saltando de una ventana en un primer piso de la calle Mayor sobre el inmovilizado descapotable del Caudillo y lo estrangulara o le sacara al menos los ojos con un lápiz o un bolígrafo Bic. Pero yo soy ya totalmente individuo, con sufrimiento personal y ni una sola gota de patriotismo ni de mártir. Una aversión hacia todo lo público ha comenzado con fuerza indestructible a apoderarse de mí, como escribía Stefan Zweig de un decepcionado Cicerón anciano desesperanzado del regreso de la república. Que otros defiendan los derechos del pueblo, al que poder comprarse un 600 o ir a los toros o al fútbol o jugar a las quinielas le importan más que su propia libertad. La muchedumbre no merece otra tortura mía, me provoca un asco irresistible. 

 

 

Antonio Santos Barranca. Diario nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024

lunes, 4 de noviembre de 2024

DIARIO NOCTURNO EN UN PAÍS FEO (fragmento XVII)


 

Lo de los momentos estelares de la humanidad de Zweig me pareció siempre exageración literaria, todo ha sido momento estrella del que depende el futuro de un país o de una sociedad, incluso lo más nimio, pero a nivel de una persona y de una vida puede que sí exista algún momento más estelar y decisivo porque puede recordarse luego a nivel personal, y el día 19 me temo, por ahora, con enorme angustia, que haya sido especialmente importante para mí: 19 de agosto de 1968. El día más anodino del mundo, del año y del siglo. Pero las dos noticias más importantes en la prensa de hoy son, lógicamente, que Su Excelencia el Jefe del Estado llegó a Marín a bordo del yate Azor, en el que embarcó con sus collares doña Carmen Polo de Franco, y que en Sevilla unos obreros que trabajaban en una calicata en la calle María Auxiliadora rompieron una conducción y brotó una gigantesca columna de agua. A mí me ha interesado más que jóvenes de la Juventud Obrera Católica, la JOC, comienzan a trabajar codo a codo con grupos de izquierdas, y que ha habido una reunión en Lo Rat Penat para establecer bases firmes sobre las que apoyarse las CC.OO. de Valencia y la desmembración del siniestro Sindicato Español Universitario SEU.

Pero recordando momentos estelares que todos hemos tenido en nuestras vidas: Bach en 1705, en Arnstadt, a sus 20 años, insulta llamándole Zippelfaggotist, fagotista de sonidos de cabra, a un tal Geyersbach, estudiante, con el que lucha daga en mano para mutilarse, y pierde el duelo sin ser herido al caer al suelo. O Händel, en 1707, a sus 22 años, batiéndose en duelo de espadas con Mattheson, autor de la ópera Cleopatra. En un certero ataque Mattheson alcanzó con furia a Händel y la espada se quebró en un botón metálico de la casaca del genio musical. Dos sucesos tontos de los que pudo cambiar la historia. Pero... ¿no son absolutamente todos, en todos, sucesos tontos?

 

Apunte nocturno:

España es un país de indiferentes que no aman la música y carece de músicos y de salas de concierto, que no piensa y carece de ingenios y de academias científicas, que no calcula más allá de divisiones y no tiene ni un solo matemático, que carece de físicos, de químicos, de astrónomos, de filósofos... Incluso por carecer no tiene ni generales propios que hayan llevado no a victorias para olvidar sino a decisivas victorias históricas. El puñado de hijos que alguien pudiera esgrimir como indignada excepción son solitarios que han actuado aislados y a escondidas, entre risotadas de gente corriendo delante de toros con llamas en los cuernos, cabras despeñadas desde torres de una iglesia o procesiones de enmascarados adorando reproducciones de cadáveres. Toda la culpa sería de una iglesia de cobardes y fanáticos si no fuera porque en realidad no es esa la causa sino una genética de serviles y de perezosos. Pero España un día despertará de su larga siesta de siglos cuando varios cientos de españoles al unísono tengan valor para no mirar tanto por encima de sus muros y piensen que puedan ser autosuficientes absolutamente en todo cuanto se propongan.

 

 

 

Antonio Santos Barranca. Diario nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024

domingo, 3 de noviembre de 2024

DIARIO NOCTURNO EN UN PAÍS FEO (fragmento XVI)


 


Eso hace a una sentirse importante pero muy impotente. 

—No exageres, lo importante de Jesús no es lo que él hubiera podido contar, sino su muerte. Es el morbo de la crucifixión lo que ha envenenado a media Humanidad. Muerto de tifus a los 70 años Jesús sería seguido por cuatro gatos. 

—Luego he acompañado a mi madre al Mercado Central, disfruto allí. Yo de niña quería ser vendedora de frutas, pero mi madre quería que fuera princesa, o sea, esposa de príncipe, para tenerlo por hijo. Eso es lo poco que le gustó de Abel, que le parecía físicamente un príncipe, que la adulaba y era muy servicial con ella, un caballero. 

—Yo quería ser mecánico y poder ensuciarme de grasa, no príncipe. Vivía apasionado porque mi padre me comprase una caja de piezas metálicas de juguete con las que se construían cosas. Se llamaba Meccano. Si me lo compras te prometo que seré ingeniero, le dije, y mi padre en su pobreza se lo contaba a sus amigos riendo. 

—Eso podía ser admiración por el trabajo de tu padre. 

—Seguramente. Después, porque mis amigos nazis protegidos por Franco, nietos del cónsul, el de El hombre que nunca existió, me invitaban a los numerosos conciertos que organizaban, quise apasionadamente saber solfeo y ser músico. Te confesaré algo realmente increíble que retrata la atroz incultura, musical y de todo tipo, de Huelva en mi infancia, antes de mi amistad con los hijos de nazis refugiados. El primer sonido musical agradable que mi amigo Carrión y yo escuchamos en nuestra vida fue oyendo las trompetas de los romanos en la censuradísima película sonorizada de Cecil B.DeMille El signo de la cruz. Nos quedamos alucinados al oír aquello, y sé que es difícil de creer. Nunca habíamos oído nada más bello. 

—Pero era frecuente oír trompetas y tambores en desfiles. 

—En el cortijo de mi abuelo hay un piano que nadie sabía tocar. Me pasé meses recorriendo la Huelva primitiva y miserable buscando a alguien que diera clases, pero no había nadie, o no habían dejado ni a uno vivo, ni los guitarristas gitanos sabían solfeo. 



Antonio Santos Barranca. Diario nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024