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miércoles, 19 de octubre de 2016

GUADALQUIVIRMENTE (Los mil yogas del flipar) de DANIEL MACÍAS (III)




ARTE NEANDERTAL


    Un neandertal gibraltareño pintaba con rabia un espantapájaros geométrico en una cueva del peñón, primera línea de playa. Entonces sí que había monos a montones y focas monje genéticamente confiadas a la parrilla; llevaba un tiempo queriendo representar a su primo, el heredero vencedor, un sapiens futuro que debe un billón de euros pero está protegido por el paraguas nuclear de la alianza atlante, el que pisa un suelo que nunca es suyo, un pobre homo que ni siquiera puede agarrar su alimento.




EL CANARIO XU LIZHI

                                                《 一  颗  螺 丝 掉  在 地  上   》
                                          Un tornillo cayó al suelo.
                                                  许立志 , Xu Lizhi

En mi celda de la cárcel de arena está
el poeta Lizhi ensamblando teléfonos,
mientras canta algo sobre un tornillito
que se ha caído y todo el mundo ignora,
no sé que querrá decir con eso,
para que se anime esta noche también he invitado
a un homínido enano de Java que no trabaja
y por gusto rasca almejas en zigzag,
en mi cárcel de arena hablo con muertos, espejos y pantallas
o me masturbo como el que se saca algo de los dientes,
pero sueño con fiestas tan salvajes
que a menudo tienen bajas;
los exilios económicos son menos elegantes que los políticos,
pero los poetas insisten en que su dolor es especial,
por eso nos sirven de canario en la mina,
como aquel ruso de la camisa amarilla,
quiero decir que mientras canten algo
significa que el aire aún se puede respirar.




HECHIZO PARA CONVERTIRSE EN ÉLITE



     No veo obstáculos donde sea que mire, no veo sufrimiento, sólo la sístole y la diástole del mercado global, puedo jugar fuerte, perderlo todo y ser rescatado, siento una inmunidad parlamentaria y cardenalicia, las bombonas paradas de larga duración son esquizofrénicas e inofensivas, no tengo límites, más expansivo que un incremento patrimonial de comisionista borbónico, montañas de billetes míos duermen junto a las joyas robadas del holocausto, yo soy la energía que te alumbra y el club de los ex-presidentes, el cocinero de todas las noticias, el cazador con licencia para matar perros y gatos, o manchar de petróleo las islas de los bienaventurados, el que llama de noche a los jueces, yo soy la abundancia y la ley, la bandera, la fuerza y la alambrada, el jefe y el sindicato, el paraguas termonuclear que proteje a los sintecho y el programa espacial que deleita con fotos nuevas a los mendigos, no me preocupan esos círculos absurdos que pintan por las calles, ante cualquier amenaza sólo tengo que invocar al espíritu del pacto de estabilidad, no conozco miedo alguno porque yo soy el fabricante y comerciante del terror real e imaginario, no veo obstáculos donde sea que mire, y mi única derrota ocurre, solo muy de vez en cuando, en el deporte de buscar algo, o alguien, que no pueda comprar.




Daniel Macías. Guadalquivirmente (los mil yogas del flipar). Ed. Amargord, 2016



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