Páginas

viernes, 17 de mayo de 2019

O poema triste de Deus /El poema triste de Dios, de Fernando Cabrita (fragmentos, III)






















V
Y dios dijo, entre sicómoros y fuertes lluvias, desde la cima del palco electoral:
Sea yo vuestro Pastor y nada os faltará! Os prometo nuevas autopistas,
bodas de Caná, reducidos impuestos,
y de vosotros haré, si me eligen, la Nación entre las naciones,
con la prosperidad llamando a la puerta de cada mansión que será la vuestra,
y un coche nuevo reluciendo en el patio,
y el agua resplandeciente en la piscina de la terraza, una vida caliente, fácil,
los días deslizándose
y leche y miel brotando en las calles
y la resurrección de los muertos incluso antes del Día, si fuera necesario para que voten,
y no lo olvidéis, cuento con vosotros,
de vuestras manos me llegará el fuste del Pastor, el bordón del comando,
el cetro del poder,
la augusta vara de Señor,
y seré yo vuestro Señor; y recordad:
si el Señor es vuestro Pastor, nada os faltará y si yo os libero, verdaderamente seréis libres y de cada flor haré un jardín ,
y de cada pared haré una casa, y de cada cama un hospital
y de cada hospital un sistema integrado y bueno para todas y todos,
y ni una deuda os será cobrada
y ninguna cuenta antigua se pagará,
y ni un acreedor será admitido a vuestra mesa y ningún banco quebrará
y a todos os rescataremos con millones y millones retirados
de vuestra hambre sin que os percatéis de ello.
Y ningún otro Dios tiene propuestas como las mías, y acordaos de que yo creé el mundo.
¡Yo creé el mundo! y di voz a las aves
y puse agua en el mar
y estrellas en los cielos,
y que di luz a los astros para que nada os faltara, y que lo hice todo sin aumentar impuestos,
sin poneros tasas ni derramas, que creé peces y cuadrúpedos,
que puse en los montes conejos, perdices y lagartos y bichos tan extraños e insolentes como el elefante o el tejón,
y que no eché al suelo castillos cuando lo podía hacer en días de irritación y terremoto,
y que fui yo quien os protegió de los mayores dramas celestiales
y de las mayores tempestades cósmicas
y de las más desabridas lluvias de meteoros
y de todas las políticas de mis adversarios que sólo veían su proprio interés personal y no os cuidaban, como yo,
del superior interés universal
y del más que superior interés nacional.
Y por último, no olvidéis, que voy a estar en el debate de la Televisión Nacional el próximo martes
y que al final de la semana tendremos
una cena de campaña con rico cordero sagrado,
y que podéis comer a placer por la módica suma de unos pocos maravedíes, que ni siquiera el cielo es
/ nuestro límite


y que tendréis siempre ese supremo placer de
/ oírme exponer
las principales líneas de mi campaña, con esta voz
con esta voz mía,
esta voz mía con que os hablo, esta voz que es, nunca olviden, nunca olviden
la voz de dios.





Fernando Cabrita. O poema triste de Deus /El poema triste de Dios. Poesía Garum. 2019


No hay comentarios:

Publicar un comentario