ENTRE
DOS RÍOS
¿QUÉ
es lo que canta la TIERRA?
Sé que soy igual que el AGUA
que bebo.
Cuanto posea debo señalarlo como de nadie.
En esta ciudad sitiada por dos ríos
no hay más que almajos, fango y hedor.
Las serpientes lloran sus verdes lágrimas,
escuchan la voz de los metales, la canción
de pieles eléctricas. ¿Quién se somete?
A nada que no sea una tierna furia:
ninguna plegaria, ninguna inclinación
pues nuestras rodillas son iguales
a estratos de arcilla. Escudriñar
el FUEGO, consultar a los
bardos,
y administrar atentamente ciencias
que no(s) infecten el AIRE con cromo.
Si sufres la afasia de este planeta
violento observa la arquitectura torpe
del silencio, de las manos, de las caricias
y ríete de lo que llaman disolución
álzate del suelo con juncos
robustos de castidad o de lujuria
porque yo conozco el universo
el laberinto del silencio
los abismos de lavirginidad
la amplitud del tiempo.
DESDE LA DISTANCIA
ME SIENTO
junto al ventanal que da a
la calle
y mi imaginaciónecha a
volar,
aunque siempre apareces tú
ante mis ojos
envuelta en aquello que me
inspira.
Yo también me tumbo en las
sombras
y recuerdo el día que
regresé de aquel país,
en tierras del norte, frías
(hasta aquí llegan sus
vientos helados).
En ocasiones se me muestra
inaccesible
si intentas adentrarte en
sus entrañas,
y hermética al mundo
exterior
si huyes de las manos que
te abrazan.
Pues pretendo ponerte cerco
hasta que caigan tus
puertas
y así acceder a tu interior
sin impedimento.
.
¿QUÉ PALABRAS ensucian el muro?
Ninguna. Cada palabra escrita en el muro encuentra su
lugar. Acaso cuando amanece la luz azul establece su transparencia sobre la
ciudad y todo habla de la madre que llora en el este. Para un berlinés, el Sur
queda tan cerca como el Este. Todo se para ante el muro y el miedo a la
oscuridad se hace presente. Miedo al rojo y al negro. Miedo a las barras y a las estrellas. Nadie
olvida las heridas y sólo el silencio rompe el crepitar del fuego de los
mendigos. Berlín es una ciudad huérfana del hombre. Roja como la sangre. ¿En
qué frontera de pureza erigiste tu exilio? No las palabras.
Ni siquiera la sangre ensucia el muro de Berlín.
280816
TE
CONSTRUYO DESDE EL INTERIOR
PUES ya yazgo en ti,
pues ya me entrego desde esta
estructura
en la metáfora de los tiempos,
soñándote como el lugar de encuentro
que eres,
pues ya, amanecido, estoy como un
reflejo
sitiado del barro que te forma.
Siempre te encuentro porque permaneces
en el mismo lugar en el que te
establecieron,
protegiendo/protegiéndote;
A veces sospecho que la atracción que
provocas
se fundamenta en tu necesidad de
apertura,
presentando al mundo todo lo que
encierras
dentro de tus paredes de cristal;
En otros momentos oculto con mis manos
la mirada
para imaginar hacia dónde caminas
y presiento que me traicionas
dejándote llevar por el destino.
Detrás de tus inexpugnables
construcciones
se planifican nuevas arquitecturas.
Y
DE NUEVO CEDO ANTE TU (PR)ESENCIA
PORQUE está enlazado el tiempo a su significado,
como el pensamiento
a la palabra,
agito este murmullo
en el silencio de la noche,
para que todos lo
escuchen,
para que retumbe en
las esquinas
de cualquier cruce
de calles.
Ya no existe hegemonía
entre luz y sombras
y, por ello, se han
dispersado
tanto las estaciones
como los insectos
que liban trémulos por doquier,
como si todo se
fuera a acabar en un instante…
y al final eres tú…
y soy yo…
los que no
encontramos el significado
de este tiempo que
se contradice…
pues en el arco de
la vida
su cúspide anuncia
el declive.
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