documentos de pensamiento radical

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domingo, 7 de septiembre de 2025

4 poemas de ALBERTO PÉREZ DOMÍNGUEZ en VOCES DEL EXTREMO: POESÍA Y PARAÍSO

 


Para entendernos

 

El decano

me llamó

erasmista,

los de UJCE,

trotskista,

los de CNT,

cegetista,

los de CGT,

cenetista,

o lo que es peor,

anarquista

filosófico,

total,

librepensante,

el enemigo,

para entendernos.

 

 

PLEGARIA

(GÓSPEL)

 

Yo a dios

le pediría,

si acaso,

alguna tentación

en la que caer

de vez en cuando.

 

 

 

El momento más triste del día

                                                                                   para Marta

 

Casi un

cataclismo,

o hecatombe,

ese

trágico

instante

en que te vistes.

 

 

Gente

 

en respuesta al poema

“Momentos que no tienen precio”,

de Karmelo C. Iribarren

 

Lo peor

es cuando llegas

a casa

-huyendo

de la gente-

y echas

el doble

o triple

cerrojo,

pero te miras

al espejo

y todavía

te sobra

 

gente.

 


Alberto Pérez Domínguez. En: Voces del Extremo. Poesía y paraíso. Ed. ACSAL. 2025

sábado, 6 de septiembre de 2025

RÉQUIEM Y EXALTACIÓN de MATÍAS ESCALERA CORDERO (frag. VIII)




CARTA DE DESPEDIDA Y RECUSACIÓN DEL MIEDO

 

En otro tiempo, oh, hermanos en la oscuridad, todo era diferente. Sobre nosotros reinaba la belleza, la belleza y la alegría. También estos corazones dominaban a los lejanos fantasmas del alma, y audaces y gozosos nuestros espíritus avanzaban y rompían todos los límites, mas cuando se detuvieron y miraron a su alrededor se dieron cuenta de que allí había un vacío interminable.

Hiperión o el eremita en Grecia. F. Hölderlin

 

 

 

Fecha: Primavera de 2020

Destinatario: La vieja clase obrera

Remitente: Mi corazón

Asuntos: Despedida / Recusación del miedo

 

 

Querida vieja clase obrera, hace algún tiempo que deseaba escribirte; ahora, al final de casi todo, me he decidido a hacerlo; y lo haré desde el corazón. Otros, mejores que yo, lo han hecho desde la razón.

 

Sé que te resultará extraño recibirla en un mundo en el que han desaparecido las cartas; en el que ya solo recibimos propaganda o notificaciones del banco, del ayuntamiento o multas de tráfico.

 

Más extrañas serán aún las palabras que contendrá, lo sé. Nos han vaciado las almas, nos han dejado secos los espíritus, y el saco de las emociones lo tenemos casi vacío. Lo han hecho poco a poco; unas veces, con violencia, otras, con el cansancio y el agotamiento físico y mental; otras, mientras tú andabas ausente, sin que apenas notásemos que se nos estaban llevando lo más precioso de nosotros mismos; sin darnos cuenta de que nos estaban robando la compasión, la piedad, la clemencia, la misericordia, la solidaridad, el mutuo auxilio, el amor de los nuestros y el amor de los otros.

 

Ya no sufrimos por la justicia, nos han hurtado también el sentido de lo justo, de la equidad y de la reparación; no somos capaces siquiera de imaginar la venganza, la justa venganza de los apaleados y vulnerados. Ya no nos mueve, como antaño, la ira, la justa y santa ira de los pobres, ni la furia, ni la rabia y el furor, esa rabia que han sentido por siglos los esclavos y que sentiste tú también.

 

Más allá de la tortura y de la disciplina impuesta –sus viejas herramientas–, han sido, por último, la burocracia y la sutil propaganda del señuelo de lo posible, del quizá un día, o tal vez yo, o y si me toca a mí, o yo soy bueno y cumplidor, por qué no a mí, las que nos han vencido… Han sido todas esas gotas de mentirosas ilusiones, que han caído impávidas, constantes, inmisericordes, sobre nuestras almas, las que las han partido en dos y las han disuelto.

 

Por eso, acaso ya no entiendas lo que va en esta carta, probablemente, ya no puedas hacerlo; y que sea inútil esperar respuesta de quien se ha acostumbrado a la servidumbre, agotada por la espera o acostumbrada al disimulo, o a la simulación de emociones postizas, o vicarias, en el mejor de los casos, delante de las pantallas.

 

Hemos desaparecido, o agonizamos en rincones apartados y olvidados del mundo. Los nuevos esclavos nos han adoptado; fíjate qué paradoja, nuestros hijos, a los que deberíamos haber dejado como herencia el orgullo de la clase, nos acogen entre la nueva servidumbre. Sí, de alguna manera, nosotros los hemos convertido, y nos hemos convertido –a uno y mismo tiempo con ellos– en esclavos, otra vez.

 

Cegados por el brillo verde del dinero y de la apariencia de vida, sin memoria de lo que fuimos, hemos dejado transformarse a nuestros hijos en parias: o en meras ilusiones de lo vivo. Y, en el reino de los parias y de la apariencia de vida, nos acogen, sin alegría, sin rencor, impasibles, inconmovibles, inanes e inánimes, vacíos de toda emoción real que no sea el deseo de sobrevivir a cualquier precio. Sobrevivir. Al menos, sobrevivir.

 

Como bestias, eso sí, no tenemos precio. Somos bestias de carga perspicaces, muchas veces, capaces también de calcular las herramientas de la muerte, de operar las máquinas del terror, las mismas con las que nos aterrorizan y someten. Somos bestias inteligentes –en ocasiones, con apariencia de arte e ingenio–, pero, como mucho, al servicio del entretenimiento de nuestros amos.

 

Sin embargo –lo sabes bien–, un día, por un breve tiempo, fuimos diferentes, seres muy distintos de los que ahora contemplas; tuvimos el alma llena, aunque los estómagos estuviesen vacíos, y los destinos de cada uno de nosotros los sosteníamos, todos juntos, en nuestras propias manos; entrábamos en la batalla con la decisión de los héroes; éramos seres libres y orgullosos, sin miedo; compasivos, piadosos y clementes con el igual, dispuestos a la lucha y al mutuo auxilio, solidarios. No nos avergonzaba la palabra trabajo, ni obrero: eran nuestros más estimados atributos.

 

La molicie y el miedo han sido nuestros enemigos mortales. La molicie y el miedo nos encadenan y nos vacían. El miedo nos hace peores de lo que somos. Miserables. Y ellos, nuestros amos, lo saben. Y con el miedo nos someten.

 

Nos dieron algo, en realidad, la ilusión de algo y, con esa nada, el temor de perder esos mendrugos caídos de sus manteles, ese pisito o ese chalecito pareado, ese cochecito o esas escapaditas de los findes, la matrícula, o las vacaciones, o la boda de los chicos, nos acobardan. Y la cobardía –lo sabes–, en seguida, deviene en pereza, en flojera y mortal desgana.

 

Si fuese perder la vida. Si fuese perder las vidas de los que amamos; pero no se trata de ello, es el miedo a perder la nada. Nada. Somos pequeños, pero el miedo nos hace aún más pequeños.

 

Y, aun así, es tan fácil desprenderse, recusar el miedo, que hasta seres pequeños y desdichados como nosotros lo podemos conseguir. Son tan asombrosamente poderosas la fuerza y la libertad que se alcanzan, una vez liberados de todo temor. Es tan sorprendente y admirable la belleza del mundo, la belleza del dolor, del riesgo, del placer, de la derrota y de la victoria. Es tan prodigiosa e intensa la vida colmada y libre. Tú lo sabes.

 

No olvides, vieja clase, que un día emprendimos juntos y decididos el camino de nuestra liberación, que fuimos titanes de la historia e hicimos temblar los cimientos del mundo. Que no tuvimos miedo. Y derrotamos al Mal. Es bueno recordarlo en este oscuro eslabón del tiempo. Casi al final de todo.

 

Salud, hermana

 

POSDATA:

Por cierto, a la denominada clase media habría que recordarle que la vida no es limpia, que la vida mancha.

 


Matías Escalera Cordero. Réquiem y Exaltación. Ed. Lastura, 2025

viernes, 5 de septiembre de 2025

RÉQUIEM Y EXALTACIÓN de MATÍAS ESCALERA CORDERO (frag. VII)



7

 

In this old house
We know there's more to this than there
The nation of the two
In this old house…

…/…

It's so good to be alone with you
It's so good to be open eyed
And they won't know us any more…

Madrugada

 

 

¿Y el amor?

 

¿Acaso no amamos? ¿Nos habéis dejado solo

la ilusión de una ilusión…? ¿El hueso vacío y seco

que se deja a un perro…?

 

¿Lo he olvidado yo también…? ¡No!... Ahora estamos solos: pero sé

que hemos amado bien…

 

Sé que hemos sentido la caricia y el consuelo de los amantes…

No esa engañosa ilusión: trágica e imposible de los pálidos fantasmas

de Beatriz Laura u Ofelia…

 

Sé que una vez gozamos de la vida libre y del libre ímpetu del libre amor…

Fue un breve instante: pero entramos al fin en la vieja casa

de puertas abiertas…

 

Fue solo un breve instante: pero alcanzamos el horizonte y divisamos

            allí

la nación de los buenos amantes…

 

Y vosotros:     con todo vuestro poder y noética dilección…                     

Y vosotros:     con toda vuestra vanagloria…

Y vosotros:     con todos vuestros caudales…

                                   … imperios…

… mansiones y palacios…

con todas las casi infinitas historias contadas…

con toda la humillación infligida…

con todo vuestro inmenso vacío…

 

Vosotros jamás entraréis en la vieja casa del amor…

 

Ni conoceréis la simplísima felicidad del silencio

y de los ojos abiertos…

 


Matías Escalera Cordero. Réquiem y Exaltación. Ed. Lastura, 2025

jueves, 4 de septiembre de 2025

RÉQUIEM Y EXALTACIÓN de MATÍAS ESCALERA CORDERO (frag. VI)

 


V

 

LA SOLEDAD

 

Mientras en esta ciudad parpadean las pantallas

con pornografía, vampiros de ciencia ficción

y asalariados doblándose bajo el látigo,

también hay que caminar… nada más, caminar

entre la basura mojada, con las crueldades

de nuestros barrios en primer plano…

 

Veintiún poemas de amor. Adrienne Rich

 

5

 

 

El amanecer como la noche no tienen misterio ninguno para nosotros…

 

Llevamos milenios recibiendo al día –solos: entre millones– desde nuestros puestos de trabajo o desde nuestros lugares de servidumbre…

 

La poesía del alba solo está en vosotros que dormís en ese instante y que cuando por un casual despertáis y lo contempláis –como sucede con los atardeceres– os arrebatan…

 

El estro poético os sacude entonces porque estáis descansados…

Porque lo contempláis todo como lo excepcional no como lo cotidiano y lo repetido hasta la saciedad: horro todo de misterio…

 

La poesía no existe para nosotros si no es a nuestro lado: a ras de cansancio y de hastío… Y a ras de cansancio y de hastío no es fácil hacer poesía: ¿verdad…?

 

Para nosotros

La pálida luz del alba es una compañera más: como la amoratada luz del ocaso…

O como el tránsito de la luna por el firmamento…

 

Buenas compañeras: buenas y fieles compañeras sin más…

 


 Matías Escalera Cordero. Réquiem y Exaltación. Ed. Lastura, 2025

martes, 2 de septiembre de 2025

RÉQUIEM Y EXALTACIÓN de MATÍAS ESCALERA CORDERO (frag. V)

 


II

 

DIÁLOGO ENTRE HÖLDERLIN Y LA CLASE OBRERA

 

 

Para un criado ser feliz significa estar aletargado. ¡Ser feliz! Cuando me habláis de ser feliz es como si tuviera en la boca papilla y agua tibia. Aquello a lo que sacrificáis vuestros laureles y vuestra inmortalidad es tan estúpido y tan funesto. Oh, luz sagrada que sin descanso actúas en tu inmenso reino allí arriba y de cuya alma participo a través de los rayos que a mí llegan… ¡Que tu suerte sea la mía! De tus hechos se alimentan los hijos del sol, ellos viven de la victoria, se estimulan con su propio espíritu y su fuerza es su alegría.

Hiperión o el eremita en Grecia. F. Hölderlin

 

1

 

 

AL ANOCHECER FRENTE AL EDIFICIO DE LA BOLSA

 

… Dime Friedrich: ¿Qué Objeto poético debe ser el Nuestro…?

            El enemigo/Otro… O el enemigo/Nosotros…

 

… El Otro es Tú: es Nosotros…

 

… ¿El Lucro? ¿La Fuerza? ¿La Represión también…?

 

… El Otro es Tú: repito. Es Nosotros…

¡Saca el espejo y mira!…

 

… Sí Friedrich: Miro pero es tan desalentador verse así…

 

… ¿No es más duro aún el engaño…?

            ¡Valor: hermana!...

 

… ¡El Otro es un enemigo tan cómodo!...

¡Tan bien localizado!…

 

… ¡Y un hueso tan roído!…

 

… ¿Entonces…?

 

… ¡Valor: hermana!…

 

… ¿Y de los poetas: qué decir…?

 

… ¿De los vuestros…?

 

… Sí Friedrich: De nuestra poesía y de nuestros poetas…

¿Es posible una poesía cuya materia no sean los sueños…?

¿Y si la materia fuera la realidad/real…?

 

… ¡No hay otra posible!…

 

… Pero tú cantas a héroes y seres del pasado…

 

… Hiperión o Alabanda o Diotima o Grecia…

Y sus sueños…

Son seres tan reales y presentes como Tú y como yo…

                        Son el pasado presente…

 

… ¿Dónde están nuestros dioses: nuestros héroes y semidioses…?

            ¿A quiénes cantaremos nosotros…?

 

 … Un día: los tuvisteis…

Vosotros también habéis tenido vuestros titanes…

Y vuestros dioses y semidioses: habitantes

de un nuevo Olimpo humano…

… Aunque renunciasteis a ellos…

… eran héroes de cuerpos esbeltos y hermosos…

 

… ¿Y nuestra Grecia: nuestra Roma…?

 

… ¡Tuvisteis vuestra Grecia!…

… ¡Tuvisteis vuestra Roma!...

Y os las arrebataron: llorad su pérdida

o clamad por su restitución como yo hice

con la mía…

 

… Dime Friedrich: ¿Yo/Nosotros soy/somos entonces como Ellos…?

¿El Otro…?

 

… ¿Por qué escriben vuestros poetas…?

 

… Escriben a falta de una bruñida y afilada cuchilla en la guillotina…

            O porque lloran una pérdida…

 

… ¿Comprendes…?

 

… ¡Ahora comprendo!...

Son como tú: sienten la misma rabia y el vacío de una pérdida…

 

… Sí:   Hay tantas gargantas que seccionar…

Mejor las hermosas palabras…

Y los cuerpos esbeltos y la fineza de sus espíritus…

Y que recuerden –entre tanto– a sus héroes dioses y semidioses…

 

            [Pausa]

… ¡Y recordad también a vuestros monstruos titanes!…

 

… ¿A nuestros monstruos titanes también…?

 

… Ya sabes: necesitamos de la memoria para mantener la vigilia…

Debéis manteneros despiertos mientras dure la noche…

Como las doncellas estaban alerta en la vigilia: yo te acompañaré…

Soy también habitante de lo oscuro…

           

… ¿Compartiremos esta humilde Bujía…?

 

… Sí. Y su vacilante irradiación…

 

 


 

CUARTA VOZ. RESPUESTA CUATRO

 

ÁNGELA MARTÍNEZ FERNÁNDEZ[1]

 

La clase obrera es una frontera llena de latidos

de corazones rojos que bombean

las entrañas de la tierra

y dan a luz a una niña

huérfana

 

 

Estos son los pensamientos que barrunto,

ya crecerán las semillitas que alimento.

Gata Cattana

 

 

Si digo

clase

en el poema

esclavos

servidumbre

trabajo

obreras

explotación

si digo

hay facturas sin pagar

trazo una línea divisoria

impongo

un ritmo de lectura

una orientación

y quizá

seguramente

el alejamiento premeditado

de personas

a las que quiero

el desinterés más absoluto

y a veces la crítica

de otros a quienes

no quiero ni querré

pero cuyas palabras

construyen

el terreno de juego

donde vivimos

e intentamos sobrevivir

 

Si digo

sin embargo

amor / rabia / dolor

te quiero

ha muerto mi padre

no tengo tiempo

el tren va despacio

la duda se disipa

los rostros se relajan

se vuelven apacibles

se compran poemarios

para Navidad

se pintan versos

en el borde de las calles

e incluso

se gana dinero

porque nadie piensa

que hay alguien

hablando

de la lucha de clases

 

Es este juego de palabras

la diferencia entre

la sospecha

y el beneplácito

lo que nos convierte

en fantasmas tristes

hijas de un mundo desaparecido

renegado

incómodo

desagradable

ficticio

un mundo encarcelado

en los límites

del tiempo anterior

encapsulado

en una película

de ciencia ficción

que ni siquiera

está disponible

en las plataformas de entretenimiento

 

Por eso hemos puesto

un altavoz

en el borde del río

un altavoz enorme

que cuelga de la barandilla

que marca

el margen donde vivimos

 

por eso hemos escrito

un poema-altavoz

 

para ahuyentar a los fantasmas para que se escuchen mejor nuestras quejas nuestros deseos de venganza hemos perdido el miedo a leer en voz alta porque tenemos la certeza el infinito convencimiento de que también el llanto la soledad y el desconsuelo también el cáncer de los padres los ansiolíticos la nevera estropeada los hijos en paro las discusiones de pareja y todos nuestros puentes

están cercados por

se nutren de

las fronteras

entre ellos y nosotros

 

 

por eso

desde la ciudad del trabajo

y la servidumbre

buscamos ahora

un nuevo alfabeto

otra modulación del grito

que no nos convierta en espectros

sino en titanes

en combatientes

que no nos expulse

ni nos niegue

ni nos tape la boca

con sacos enormes de amianto

con puentes a oscuras

sin postes de la luz

 

buscamos ser cascarón

raíz

embriones

manchados de sangre

pues rojo ha sido nuestro sino

desde la aurora del tiempo

y rojo será el alfabeto

que nazca del espejo

donde nuestras madres

no se pintaron la comisura de los labios

porque

para fregar suelos

a las seis de la mañana

una no tiene tiempo

de tocarse la cara

una no tiene tiempo

de notar que debajo

de la octava vértebra

ha nacido un quiste enorme

que interrumpe

la vida

 

Cuál es el valor de nuestros muertos

preguntan desde el fondo de la sala

y un eco sordo

responde:

en el hogar futuro

ni siquiera la muerte

puede medirse

con la palabra “valor”

por eso debemos buscar

un código nuevo

reventar a patadas

el tablero de palabras

las narraciones que nos matan a sangre fría

por eso

debemos ser

 

releídos

arrasados

deshechos

resignificados

 

atravesadas

           

por una sinfrontera

un territorio de imaginación fecundo

que nos devuelva a las madres

que nos permita decir

con los labios secos

me han dado el finiquito

el niño no tiene pijama

ayer te vi con ella

he metido el pan en el horno

y que nadie huya nunca

de este poema-altavoz

que nadie se marche sin girar la cabeza

y tartamudear las letras

de un alfabeto que nos pertenezca

y nos permita

                                   ser

de nuevo

posibilidad



[1] NOTA DE LA AUTORA. El texto que presentamos es una relectura, más bien un puzle, compuesto por retazos, palabras, ideas o sonidos de Réquiem y Exaltación –de ahí el uso repetitivo de la cursiva–. Se escribió el 24 de marzo de 2021, en un balcón de cinco metros cuadrados, en el barrio valenciano de La Torre, al otro lado del puente, allí donde la dictadura construyó una frontera (física y simbólica) para desterrar a los habitantes de la periferia al más puro silencio. Hablamos ahora desde los márgenes para condenar los privilegios impuestos con violencia, pero sobre todo para articular un mundo nuevo. Uno que nace en los balcones de los edificios rotos, en las raíces de la hierbabuena, en las mochilas enormes de los niños, en los barracones donde estudian, en el canto de los periquitos y en el olor de la comida que las mujeres preparan a mediodía y que trepa y trepa como una enredadera por las ventanas del barrio.

 


Matías Escalera Cordero. Réquiem y Exaltación. Ed. Lastura, 2025

lunes, 1 de septiembre de 2025

RÉQUIEM Y EXALTACIÓN de MATÍAS ESCALERA CORDERO (frag. IV)

 


12

 

 

VERDAD Y PROVOCACIÓN / SEGUNDO LAMENTO DE LA CLASE OBRERA

 

Yeah, we all could use a little mercy now

I know we don't deserve it but we need it anyhow

We hang in the balance dangle 'tween hell and hallowed ground

And every single one of us could use some mercy now

Every single one of us could use some mercy now…

Mary Gauthier

 

 

… Míralos. Mírate…

… Gordos obesos deformes y perezosos…

… ¿No los ves cómo se arrastran enfermizos y congestionados…?

 

… ¿Es acaso su culpa? Mi culpa…

 

… ¿De quién si no…?

 

… Contempla las viejas imágenes y las viejas fotografías…

… Nuestros cuerpos –una vez– fueron esculturales…

… Fibrosos: de músculos definidos y líneas esbeltas y hermosas…

… Empuñábamos segaderas dalles herramientas de hierro y martillos…

… ¿Qué nos ha pasado…?

 

… ¿¡Tú verás?!…

 

… Salud era –te lo repito y lo sabes– nuestro lema y garantía…

… Una reverencia universal de la clase…

 

… Pues míralos ahora: fofos contrahechos y haraganes…

… Ignorantes: incapaces de abrir un libro…

… Mira cómo pasean sus chuchos: tan obesos y contrahechos

como ellos…

… O tan enclenques y ridículos alfeñiques

como ellos…

 

… La curiosidad nos movía y nos empujaba al futuro…

… Observa nuestros gestos de entonces y los rostros de las viejas fotografías …

 

… ¡Bah!...

… ¡Patrañas!…

 

… ¡No!...

… El saber era nuestra aspiración…

… Debíamos cambiarlo todo con nuestra fuerza y nuestros conocimientos…

… Y doblegarte…

… ¡Y lo hicimos!…

… Por un momento lo hicimos: te sometimos…

 

… Por un momento: solo un instante…

… Tú lo dices…

… Mas con esos adefesios poco durarás ya en el cuadrilátero de la Historia…

… Querida: desengáñate…

… ¡Estás muerta!…

… ¿No ves que solo quieren chuchos que pasear y centros comerciales…?

… ¡Chucherías!… [carcajadas] ¡Qué bueno!... Chuchos/chucherías…

… Ah: y seriales en la tele…

… Justo lo que yo les ofrezco…

… Tú les exiges lo que no pueden dar…

… ¡Lo que no quieren ya!…

 

… No es solo eso. No puede serlo: roeles de sangre marcaron

                        por siglos nuestra divisa…

 

… ¡Son tan fáciles de satisfacer!...

            … Y no te entiende: roeles vaya palabreja…

            … ¡No te entienden!...

            … ¡No te entienden!... ¿Lo entiendes tú…?

 

… Tal vez…

… Pero hay algo más. Debe de haberlo: rojo ha sido nuestro sino

desde la aurora del tiempo…

 

… Tal vez: dices. Te agarras a una ilusión…

… ¡Nada!... No hay nada más...

… ¡No seas ilusa!... Despierta de una vez…

… ¿No lo ves…?

… Tú les ofreces sueños y humo. Yo: realidades confortables…

… contantes y sonantes…

[roeles: no me extraña que no te entiendan…]

            … ¡No hay nada más!… Lo repito…

 

… Sí: lo hay. Hay algo más: mucho más…

… Tus trampas son poderosas: lo reconozco. Y la muerte te acompaña…

 

… ¡Mira esos cómo corren!...

… Vaya. Mira. Son los nuevos esclavos que me han hecho caso

y se han puesto a correr…

… Algunos dicen que son runners… [risas]

… Y se cuidan mucho... En realidad: para nada: lo reconozco…

… Qué estupendos os ponéis cuando os hacéis los cultos y los cosmopolitas…

… Runners!… [risas: de nuevo]

… ¡Qué majos!…

… La verdad es que algunos aún guardan algo de la vieja belleza que dices…

 

… Belleza…

… Otro tesoro que nos has robado: como el alma…

… Durante siglos las jóvenes hermosas corrigieron vuestra raza…

… Generación tras generación…

… Nos extrajisteis nuestra fuerza de trabajo y también

la oculta belleza de nuestros jóvenes: los cuentos

os ayudaron…

… Cientos de historias con hermosas campesinas seducidas

por príncipes galanes…

… Miles…

… Repetidas hasta la saciedad…

 

… Tú las escuchabas también: no solo las hermosas campesinas…

… Las hermosas obreras también se adentraron en el bosque…

… Y contentas se aventuraron y cruzaron el umbral de nuestros salones…

           

[Pausa]

… Es verdad: no lo niego…

…Fertilizaron nuestros lechos y reanimaron nuestra sangre

podrida…

 

… ¡Cómo no caer en la tentación!…

… ¡La necesidad!…

… ¡Cientos de historias oídas!… ¡De canciones cantadas!…

… La belleza como la llave mágica que abre la puerta de la ilusión…

… ¿Quién se resistiría…?

 

Al corazón noble vuelve siempre amor[1]

… ¿Recuerdas…?

 

… Sí. Con el canto del alba fue el despojo…

… Vuestros poetas nos la robaron: ellos y el cansancio extrajeron

de nuestras almas

la belleza…

 

 


 

CUARTA VOZ. RESPUESTA DOS

 

 

MARÍA ÁNGELES MAESO

 

EL VIEJO MUNDO SE MUERE

 

El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos, nos dijo Gramsci. Este Réquiem encara y nombra ese claroscuro, en el que vemos que la clase obrera ya ha muerto, que los nuevos sujetos de la historia aún no han nacido y que nuestro tiempo sigue siendo muy propicio para los monstruos.

 

 

 


 



[1] Verso de Guido Guinizzelli. S XIII. Al cor gentil rempaira sempre amore… (traducción de Carlos Alvar)



Matías Escalera Cordero. Réquiem y Exaltación. Ed. Lastura, 2025