documentos de pensamiento radical

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jueves, 30 de septiembre de 2010

LA BELLEZA DE LA HUELGA GENERAL








Con independencia de todos los valores ético-políticos que pueda tener una huelga en una situación determinada, en ella hay algo valioso en cuanto tal, más allá de las circunstancias concretas que la enmarcan: su carácter de interrupción del curso maquinal de las cosas.

Es un corte potencialmente capaz de romper el desastre hacia el que se encamina el mundo. En el universo del tardocapitalismo, lo maquinal es el principio de muerte, y tenemos que saludar la discontinuidad como una afirmación de vida.

Frente a la dictadura del “tiempo real”, la demora.

Frente a la brutal coacción de lo inmediato, la articulada delicadeza de las mediaciones.

Frente al abaratamiento de la palabra (condicionado por las mejoras técnicas en el campo de las telecomunicaciones), el valor de la reticencia y el silencio.

Frente a la falsa autoridad de la imagen, la dignidad del hueco.

Frente a la tiranía del trabajo muerto, frente a la demagogia de la normalidad, la restallante belleza de la huelga general.


Jorge Riechmann

martes, 28 de septiembre de 2010

EL LENGUAJE DE LA LLUVIA





¿estás bien conmigo?

sí.

¿y no te aburres?

no.

pero no estamos haciendo nada.

Sí estamos haciendo algo.

¿el qué?

estamos juntos.


David González. El amor ya no es contemporáneo (poemas y relatos 1997-2008). Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2008.

CAPITALISMO (un poema de Ana Pérez Cañamares)


CAPITALISMO


El hombre seboso y trajeado se cuela en nuestra cama cada noche

después de follarse al universo viene a susurrarnos nanas

su obsesión por nosotros no descansa nunca

en nuestros sueños nos persigue

con su disfraz de perro, de vendedor, de cura

de espiga de trigo, de pistola en el bolsillo

su disfraz de muerte, su disfraz de vida



sé que tú le gustas con ojeras

yo le pongo cachondo cuando estoy cansada

con la voluntad suspensa

me quiere flaca aunque me tienta con chucherías

y a ti elegante aunque te duelan los huesos



me empuja a emborracharme pero no por diversión

sino para olvidar

que mis horas de ocio se cierran siempre con balance negativo



cuando estamos a punto de enfermar por agotamiento

nos premia con unas vacaciones

y nos tiende los billetes como el cazador

lanza un hueso al galgo que ahorcará mañana



me instiga a desear cosas que no necesito

aunque él nunca tiene para mí un regalo



dice que mis enemigos son aquellos

que quieren lo mismo que yo

porque no hay bastante

nunca hay bastante para todos



y nos cobra por lo que es nuestro

por el agua de lluvia

por el sol y la arena

por los claros del bosque

y los manantiales



secuestra a mi amor durante 10 horas cada día

y cada día me lo devuelve más viejo



con sus brazos lascivos abraza a mi hija

y yo grito ¡huye!

-he visto los primeros signos de rendición

en su rostro inocente-

pero no sé mostrarle la puerta de salida



y más que mi felicidad, lo que a él le preocupa

es atisbar en mi cara un rastro de consuelo

que me permita llegar hasta la próxima tregua



cada día me pone café en los labios

para que aguante, y luego una pastilla

que me aplaque los nervios, para que descanse y duerma

mientras él sigue haciendo conmigo lo que le viene en gana



(a veces se tumba sobre mí y yo con los ojos abiertos

miro al techo, y si se da cuenta me dice

que ya va siendo hora de pintarlo)



envenena la comida con que me alimenta

me prohíbe fumar mientras engorda mi ansiedad

y me quita los chupetes que podrían consolarme



provoca mi llanto

y después me obliga a maquillar las señales de la tristeza



si me pongo rebelde, ríe paternalista

cuenta que él también pasó por esa época

y mi rebeldía la rebaja a moda

que luce en camisetas los sábados por la mañana

cuando sale a comprar los cruasanes y el periódico



él me da detalle de cada asesinato, de todas las guerras

de las violaciones y los golpes de estado



pero tanta información me deja sorda y ya no escucho

los crujidos ni los llantos en voz baja

las señales del desmoronamiento



y él calla que cada muerto, cada herido

las mujeres violadas y los que sufren torturas

todos recibieron su visita antes de convertirse en lo que son ahora



se zafa de las culpas con promesas

pero yo sé que una palabra suya

bastará para condenarnos



y si desaparece es para espiar a salvo y oculto

en los bares, en los hoteles, en los baños, en las celdas



tengo que darle las gracias porque

¡tú eres una mujer moderna!, grita animoso

de las que habla inglés, trabaja en casa y en la oficina

va al gimnasio y aparenta menos edad de la que dice el dni

tienes nociones de pedagogía aunque apenas veas a tus hijos



y además fuiste bendecida con una vocación

para que puedas sentirte mejor que otras

(y yo callo que yo no quiero ser artista

si eso va a convertirme en diferente

porque ya me siento lo bastante sola

y no quiero competir en más carreras)



si muestro debilidad, susurra, todos querrán aprovecharse

(como si él dejara algo para los otros)

mejor será que despliegue arrogancia

(con todos menos con él)



de todo me habla pero no de quién recogerá los restos del naufragio

ni en qué lugar nos reuniremos los náufragos para organizarnos

para hacer un fuego, compartir la comida y quitarnos el frío



aunque antes hay que hacer acopio de fuerzas

para no abandonarse cada uno en su rincón



Un día, no sé cuándo, yo le voy a cobrar

sus cadáveres, las humillaciones

el secuestro de la inocencia

el expolio de los sueños



yo le voy a cobrar, no sé cuándo



y la primera puñalada que le voy a meter

va a ser por las caricias que no nos dimos

por los polvos que no echamos

tú y yo

cada vez que se cuela en nuestra cama

y nos dice que mañana, mañana, mañana

mañana el despertador sonará a las 6.30



y veinte minutos de sueño

nos harán mejores soldados a su servicio



Te lo juro, mi amor. Una puñalada

por cada polvo que nos robó

y luego ya el resto, por los presos, por los indigentes

por el dolor que no merecemos sufrir ni ver

por los campos arrasados

por los animales que se hacinan

por los niños que trabajan

por los ojos que se cierran por el cansancio y la muerte

por el tiempo que no volverá

por la vida que nos robaron

por la vida

mi amor

por la vida.


ANA PÉREZ CAÑAMARES

lunes, 27 de septiembre de 2010

MELCHOR RODRÍGUEZ, EL ÁNGEL ROJO.



A Ricardo Horcajada, de 81 años, le cabe el raro honor de haber desplegado una bandera anarquista ante los ojos de algunos de los jerarcas del régimen de Franco y no haber sido detenido. "Con el miedo en el cuerpo", como dice él, extendió la enseña rojinegra sobre el féretro de Melchor Rodríguez el 14 de febrero de 1972 en el cementerio de San Justo de Madrid. Fue un entierro multitudinario y tan extravagante que, en plena dictadura, reunió a anarquistas y franquistas en un mismo duelo. Ricardo Horcajada sostiene que la actuación del delegado de Prisiones de la República frente a la muchedumbre que el 8 de diciembre de 1936 pretendió asaltar la cárcel de Alcalá de Henares fue un hecho extraordinario porque pocas veces en la historia se ha logrado contener con la palabra a una turba herida cegada por el dolor y el odio y lanzada a vengar la muerte de sus hijos.
Salió físicamente indemne de la prueba, aunque con algún desgarro en la camisa y un gran costurón en su hasta entonces rendida confianza en el comportamiento de las masas. Entre los 1.532 presos sospechosos de simpatizar con los facciosos que aquel 8 de diciembre de 1936 salvaron sus vidas había nombres y apellidos: Agustín Muñoz Grandes, Raimundo Fernández Cuesta, Martín Artajo, Peña Boeuf, Luca de Tena, Boby Deglané, Serraño Suñer, el falangista Rafael Sánchez Mazas, Fernando Cuesta, el general Valentín Gallarza..., que más tarde aparecerían incrustados en los tuétanos del régimen franquista. La leyenda del "ángel rojo" y la maledicencia del "traidor Melchor" nacieron simultáneamente ese día, en Alcalá de Henares: la primera, del terror que rezumaban las celdas donde se agolpaban los detenidos, y la segunda, de la ira frustrada de los vengadores que clamaban contra el cielo, impotentes ante las bombas criminales de los aviadores alemanes e italianos.
Durante los cuatro meses -noviembre de 1936-marzo de 1937- en los que se mantuvo en el puesto, el delegado de Prisiones de la CNT se multiplicó tratando de parar las "sacas" (excarcelaciones previas a los fusilamientos) masivas, en un pulso continuo con la Junta de Defensa de Madrid, controlada por los comunistas José Cazorla y Santiago Carrillo. Salvó miles de vidas, luchando contra el reloj y el pésimo estado de las carreteras -"deprisa, deprisa, todavía podemos llegar a tiempo"-, para aparecer cuando el pelotón de fusilamiento estaba ya formado y los condenados esperaban la fatídica descarga. Con el respaldo del ministro de Justicia, también anarquista, Juan García Oliver, detuvo los traslados de presos a Paracuellos, el paraje de la sierra madrileña donde, siguiendo la consigna de "limpiar la retaguardia", sugerida por los asesores soviéticos, fueron abatidos miles de detenidos.
El libertario que no creía en las cárceles restituyó la autoridad de los directores y funcionarios de prisiones encargados de la custodia de los 11.000 presos políticos y reforzó el control en un momento en el que la celda era el mejor refugio contra el secuestro, el simulacro de juicio de los 10 minutos y el asesinato. En ese empeño, sacó a los milicianos de los recintos penitenciarios, ordenó que ningún preso pudiera ser excarcelado sin su permiso entre las seis de la mañana y las ocho de la noche, extendió avales y salvoconductos a gentes de derechas que podían ser denunciadas y ajusticiadas. Para cobijar a los perseguidos se incautó en Madrid del palacio del Marqués de Viana, una mansión que, terminada la guerra, fue devuelta a su propietario con sus enseres intactos. "No falta ni una cucharilla", admitió el marqués Teobaldo Saavedra. Melchor Rodríguez portó siempre una pistola al cinto, aunque, por lo visto, la llevaba descargada porque nunca echó mano de ella, ni siquiera en las situaciones más comprometidas.
"Se puede morir por las ideas, pero no matar por ellas", predicaba, ante la incomprensión de muchos de sus compañeros que creían saber, y no se equivocan, que también los franquistas eliminaban a los disidentes o sospechosos de disidentes. Melchor Rodríguez formó parte de una corriente ácrata, humanista, integrada en Los Libertos, grupo libertario celoso de sus principios que trató de poner coto a los desmanes.
"Con la cantidad de veces que estuvieron a punto de matarle, la verdad es que no me explico cómo pudo morir sin creer en Dios", comenta hoy su hija, Amapola Rodríguez. Ella sí cree en Dios y también en el anarquismo de su padre. "Antes de que estallara la guerra me llevó a ver la obra de teatro ¡Abajo la guerra! Le gustaba mucho la naturaleza. Me puso Amapola porque decía que es una flor rebelde que nace sola en el campo sin tener que sembrarla". Aunque a sus 87 años goza de una memoria excelente, la hija del anarquista se muestra remisa a abordar ese terrible pasado. Cede, finalmente, ante la insistencia del periodista, pero sólo para recitar, de corrido, una de las poesías escritas por su padre:
"Anarquía significa:
Belleza, amor, poesía,
Igualdad, fraternidad
Sentimiento, libertad
Cultura, arte, armonía
La razón, suprema guía,
La ciencia, excelsa verdad
Vida, nobleza, bondad
Satisfacción, alegría
Todo esto es anarquía
Y anarquía, humanidad".

Hijo de un maquinista del puerto de Sevilla y de una obrera de una fábrica de cigarros, Melchor Rodríguez dejó los estudios y se puso a trabajar a la muerte de su padre, cuando tenía sólo 10 años. Trabajó de calderero, de carrocero en la industria del automóvil y de ebanista, antes de tentar la suerte en las plazas de toros. Su carrera de novillero se frustró tras una cogida en Madrid y tuvo que volver a la industria del automóvil, donde su fama de chapista extremadamente fino discurría en paralelo con la de, a ojos de sus patrones, exagerado perfeccionismo. Fue encarcelado tantas veces por sus actividades anarquistas, más de una treintena, que cuando Amapola le echaba en falta y preguntaba por él, su madre acostumbraba a responderle: ¡Pues dónde va a estar, hija mía, en su casa, en la cárcel! En la cárcel asumió el compromiso personal de contribuir a que se respetaran los derechos de todos los presos, y allí y en la calle aprendió lo que la falta de escuela le había hurtado. "La lucha contra la ignorancia nunca es una batalla perdida". Lo decía con pleno conocimiento de causa.
En sus esfuerzos por asimilar la figura de Melchor Rodríguez, los franquistas que le debían la vida trataron siempre de explicar su comportamiento adjudicándole un soterrado "espíritu cristiano". Tuvo que aclararlo en más de una ocasión. "Si he actuado con humanidad, no ha sido por cristiano, sino por libertario". Y también protegerse de sus agradecidos benefactores franquistas a los que había salvado la vida. Rechazó un puesto en el sindicato vertical franquista y devolvió tachado e inutilizado el caritativo cheque de 25.000 pesetas que le habría ahorrado muchos agobios económicos.
Finalizada la guerra -a él le cupo protagonizar el traspaso simbólico de la capital española a los golpistas vencedores; "Amapola, he entregado Madrid", le dijo a su hija entre lágrimas-, fue condenado, primero a cadena perpetua; luego, a 20 años, y finalmente, a cinco, gracias a la intermediación del general Agustín Muñoz Grandes, pieza clave del Ejército y mano derecha de Franco durante años. Con el respaldo de dos millares de firmas que solicitaban clemencia para el reo, Muñoz Grandes hizo durante el consejo de guerra una encendida defensa del "ángel rojo" que explica la clemencia de la condena. A la salida de la prisión, él continuó desarrollando sus actividades políticas y fue nuevamente detenido y encarcelado por difundir propaganda política ilegal.
Siguió también ocupándose de los presos aprovechando el ascendente moral adquirido sobre las personalidades a las que había salvado la vida. Ricardo Horcajada lo conoció así. "Cuando detuvieron a mi padre, me dijeron que en la calle de la Libertad, una muy estrechita que está detrás de la Gran Vía madrileña, había una persona que podía ayudarme. Era Melchor. Pese a su apariencia pulcra y cuidada, vivía muy pobremente en un piso diminuto que compartía con un antiguo banderillero y su mujer". El anarquista de verbo fácil y vehemente que se malganaba la vida vendiendo seguros se había separado de su mujer. De los testimonios familiares se deduce que Melchor Rodríguez fue una persona respetuosa con las creencias religiosas de su mujer y sumamente cariñosa con su hija. Y también que el héroe anarquista estaba hecho de la misma pasta que el resto de los mortales: soberbio y vanidoso, irascible e intransigente en ocasiones, pero nunca codicioso ni interesado. Aborrecía el dinero como si fuera un invento satánico, aunque aceptaba el trueque y los regalos, una camisa, por ejemplo, siempre que se la entregaran con los puños cortados. Sostenía que mostrar los puños de la camisa por debajo de la chaqueta era "propio de burgueses".
Según Ricardo Horcajada, en la última etapa de su vida vivió de la suma de dos miserias: la que le correspondía de jubilación y la resultante de su pobre cartera de clientes en la compañía de seguros La Adriática, donde trabajó. Él cree saber de qué materia estaba hecho Melchor Rodríguez. "Yo no he conocido ningún santo, pero supongo que, si existen, deben ser como Melchor, seres inocentes que pueden alcanzar cierto estado de gracia, en este caso civil; gentes infantiles, sin malicia, aunque rebeldes, como lo son la mayoría de los niños". Piensa que su amigo fue siempre un inadaptado para la vida y los negocios, un idealista que descubrió en el anarquismo la utopía de los hombres justos y santos y quiso ser uno de ellos.
La figura del delegado de Prisiones de la República brilla con un fulgor propio ahora que historiadores, políticos y propagandistas se aplican a la exhumación del periodo de la guerra y la posguerra civil. Ejemplos como el suyo -no hay, que se sepa, un Melchor Rodríguez en el campo franquista- emergen de los barrancos y cunetas de nuestro pasado con una fuerza aleccionadora.

JOSE LUIS BARBERÍA, LE LLAMABAN EL ÁNGEL ROJO. El País. 10/01/2009

viernes, 24 de septiembre de 2010

FERVOR DE TI






FERVOR DE TI

Tocándonos, dándonos cobijo,
haciéndonos luz,
satélites por fin habitados
en las galaxias de la Resistencia…

…los cuerpos
siempre más luminosos que las palabras
cumpliendo su porvenir.

Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar (inédito)

jueves, 23 de septiembre de 2010

LA INSURRECCIÓN QUE VIENE




A la fuerza, hemos comprendido que no es la economía la que está en crisis, la economía es la crisis; no es el trabajo lo que falta, el trabajo es lo que sobra... y somos tan tontos que estamos dispuestos, para que nos saquen de aquí, a echarnos en brazos de los mismos que capitanearon el saqueo...

Comité Invisible. La insurrección que viene. Ed. Melusina. Barcelona, 2010.

domingo, 19 de septiembre de 2010

LA NACIÓN DEL CARRO


LA LIBERTAD ES UNA GITANA RUMANA SIN TRABAJO Y SIN PAPELES

LA IGUALDAD ES UN VIEJO CHISTE DE DERECHO-FICCIÓN

LA FRATERNIDAD ES UNA PROPINA PARA LA DEPORTACIÓN

EL ORDEN PÚBLICO EN LA MÁS ESTRICTA LEGALIDAD REPUBLICANA
EXCAVADORAS SOBRE LAS CHABOLAS DE LOS SALVAJES  IRREGULARES
APLASTANDO TODOS LOS SUEÑOS DE DIGNIDAD Y JUSTICIA


MONTAD LOS NIÑOS EN EL CARRO Y SEGUID HUYENDO

PORQUE SÓLO EL ODIO Y LOS MERCADERES
CIRCULAN LIBRES POR  EUROPA

sábado, 18 de septiembre de 2010

CNT: 1910-2010. CIEN IMÁGENES PARA UN CENTENARIO (II)




Celebrábamos, todos los días, el feliz cumpleaños de la muerte. Un 20 de noviembre, tras una larga agonía, cien veces prolongada por sus celosos embalsamadores que aún querían sacar provecho de sus postreros espamos, la momia latente del general Franco fue desconectada de sus últimos auxilios médicos y encerrada en un sarcófago con todos los honores. Pasado aquél carnavalesco entierro de la sardina superlativa y generalísima, disueltas las patéticas comitivas fúnebres, bajo la babeante y lacrimosa supervisión de un ex fiscal, carnicero y ratonil, Carlos Arias Navarro, comenzaba una transición que derivaba del verbo transigir. Muerto el perro no se acabó la rabia, los cachorros huérfanos de la negra camada fascista lanzaban aquellos días furiosas dentelladas... descargaban su rabia a balazos contra sus enemigos ante la fingida indiferencia de las transigentes autoridades transitivas. Mientras, los políticos vendían sus ideales... abjuraban de la república destronada en 1939 y rendían pleitesía a un rey criado y amamantado en los establos del palacio de El Pardo...

Cautivas y desarmadas se desbandaban las izquierdas poco después y los falsos profetas de la revolución se alistaban en las filas de los partidos homologados, tutelados y tolerados por el nuevo régimen, para participar y autorizar con su concurrencia el gran simulacro de la democracia coronada...

Del efímero optimismo, de la euforia ingenua al desencanto... El capitalismo salvaje... y las nuevas tecnologías amplificaban el más antiguo de los mensajes... Comeos los unos a los otros.

Moncho Alpuente. CNT: 1910-2010. Cien imágenes para un centenario. Fundación Anselmo Lorenzo. Madrid, 2010.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

CNT: 1910-2010. CIEN IMÁGENES PARA UN CENTENARIO




La historia de la CNT es, sobre todo, una historia coral... Aquí no hay protagonistas: durante la Guerra Civil la CNT sentó a cinco de sus afiliados en el Consejo de Ministros... mientras otros cenetistas dirigían importantes unidades militares... pero su secretario general era el casi desconocido Mariano Rodríguez Vázquez, un joven albañil de familia gitana.

VV.AA. CNT: 1910-2010. Cien imágenes para un centenario. Fundación Anselmo Lorenzo. Madrid, 2010.

martes, 14 de septiembre de 2010

GUIJARRO




Bajo tu cuerpo, ardiente delta,
piedra luz desnuda,
duna ebria,
como desnuda luz de piedra...

¿De qué sirve recordar?

Olvida...


David Castillo. Esquena nua (espalda desnuda). Baile del Sol. Tenerife, 2010.

domingo, 12 de septiembre de 2010

VOCES DEL EXTREMO: POESIA Y ANARQUÍA




Antonio Orihuela - La Anarquía tiene muy mala prensa: caos, desorden, descontrol... no podía ser de otra manera sabiendo para quien trabaja y de quién es la prensa. En el resto de los ordenes de la propaganda tampoco sale que digamos muy bien parada, libros de historia incluídos. No podía se de otra manera sabiendo para quien trabaja la publicidad, la propaganda y, finalmente, de quién es la universidad y la Historia que en ella se construye, y no digo ya la universidad privada dedicada a menesteres más lucrativos, de momento, con el Ministerio de la Verdad, tienen suficiente... pero la Anarquía no tiene nada que ver con eso, la Anarquía es más de andar por casa, se tratar de vivir la vida sin que te dominen y sin ejercer dominio sobre nadie, y esto solo es posible cuando las personas son libres, autónomas y responsables, es decir, cuando no delegan en otros los asuntos que le atañen, y cuando practican el respeto hacia el otro y la solidaridad, el apoyo mutuo y la generosidad con los demás... Esto que parece retórica y palabrería hueca en realidad ha sido nuestro horizonte vital hasta hace menos de diez mil años, cuando las cosas se empezaron a torcer tras las primeras ciudades, desde entonces se nos viene pidiendo que, como anarquistas, nos olvidemos de nuestra vida y seamos esclavos de otros, que nos olvidemos de nuestras responsabilidades con el grupo y delegemos en personas que no conocemos de nada los asuntos públicos que nos atañen, que nos olvidemos que ha sido el respeto, la solidaridad, el apoyo mutuo y la generosidad la que nos hicieron una especie de éxito dentro de la escala de la evolución y que practiquemos el egoismo, la competitividad y la avaricia como valores excluyentes... En esa guerra andamos, y esa es la base de la enfermedad social que padecemos, porque en realidad la gente no quiere dejar de ser anarquista. Piensa que durante las ocho horas (teóricas) que uno tiene para atender su casa y sus seres queridos no hace sino participar de relaciones sociales libres, responsables, solidarias, respetuosas y generosas, así hacemos y deshacemos en nuestra casa, somos responsables de lo que ocurra en ella, mantenemos relaciones de respeto con nuestros padres, con nuestros hijos, somos generosos con ellos, recibimos alimentos gratis, damos alojamiento gratis, nos preocupamos por el otro... y todas estas prácticas sociales maravillosas se hacen al cobijo de la divina, la vieja acracia... Piensa en tus horas de descanso, en el gusto de compartir el lecho con la persona amada, son otras ocho horas de afirmación de ese mismo compromiso, también aquí es la anarquía nuestro refugio, nuestro sentido de la vida... Como ves, incluso los que no saben que son anarquistas verían como una locura que hubiera elecciones para que un individuo que no conoces de nada se metiera en tu casa y te dijera qué tienes que comer, qué programa ver, dónde dormir y con quién, etc. y desde luego, sin la práctica de todos los otros valores que hemos reconocido como anarquistas la vida social, tal y como la conocemos, sería impensable... Tampoco cantemos victoria porque está claro que los ataques del Capital contra estas esferas de la vida social cada vez son más preocupantes (asilos, guarderías, internados, prostíbulos, consejeros, etc.) y también nuestra resistencia a la delegación se va haciendo cada vez más frágil... A pesar de todo, tan solo en eso que neutralmente se llama mercado de trabajo estamos completamente sometidos a unas relaciones que no son anarquistas, que nos enferman, que nos esclavizan, nos explotan, y donde mandan relaciones de dominación que nos son extrañas, tan ajenas a nosotros que muchos hablan de este tiempo como el tiempo de la muerte frente al otro vivir que sería el vivido en la Anarquía... Como ves, casi todo el tiempo somos anarquistas aunque la gente no sepa que es la Anarquía..., y cuando no vivimos en la Anarquía enfermamos, porque el trabajo alienado nos enferma, porque las relaciones de explotación nos enferman y esa enfermedad es la que se extiende hoy por el cuerpo social, gangrenándolo y entregándonos al tiempo de la muerte... Por eso, frente a esta enfermedad social que padecemos, es necesario ejercitarse en prácticas de sanación, de meditación, de toma de conciencia sobre los peligros que nos acechan, y no en plan curso de verano de mucha teoría y certificado al final de la semana, sino en prácticas verdaderas, reales; prácticas que nos involucren, que pongan a prueba esos valores éticos que se nos están muriendo entre las manos, y eso es lo que hay que inventar, lo que hay que extender hasta que también hayamos incluido el ámbito de la producción dentro de nuestro vivir en la Anarquía... Mientras suceden estas cosas, que aquel abuelito en Moguer decía que pasarían en el mundo futuro, no podemos cruzarnos de brazos, tenemos que seguir luchando y conjurándonos para que ese mundo futuro llegue lo antes posible, y hacia esa conjura, en ese deseo, tienen lugar los encuentros de Moguer, eso es lo que los que aparecéis por allí hacéis año tras a año, visivilizar la Anarquía, hacerla visible, mostrando que es posible una cultura libre, horizontal y autogestionada, más allá también de la retórica hueca del compromiso, que a mi no me gusta nada cuando se queda en simple enunciación y que me parece que en Moguer puede constatarse en todos y cada uno de los poetas en la medida que estáis allí, participando, comprometidos con los encuentros, con el resto de los participantes, compartiendo textos, lecturas, libros, complicidades, coches, besos y hasta tipi indio donde echar los huesos cuando la noche se alarga...


Independientemente de la forma de acercarse que cada uno tenga a la creación. ¿Viste el maravilloso respeto por todos los poetas que intervinieron, el silencio y la atención que se le prestó a todo el mundo? Eso también es la Anarquía: respeto (en tanto deseo de hacer por el otro lo que a uno mismo nos gustaría que nos hicieran), cuidado (del verbo cuidar), atención (de estar atentos) y sin que medie coacción o clientelismo alguno. Ese es el más grande de todos los compromisos poéticos.

Entrevista de Luis Antonio Gónzalez Pérez a Antonio Orihuela en http://luisantoniogonzalezperez.blogspot.com/

viernes, 10 de septiembre de 2010

HUELGA GENERAL (UN POEMA ÉPICO PARTICIPATIVO)






                                      He visto a miles de dioses.
                                                    Henri Michaux



HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
COMO INDIOS QUE SE PONEN DE ACUERDO
Y VENCEN CON ARMAS PRIMITIVAS
LA BATALLA DEL PEQUEÑO GRAN CUERNO

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
CONTRA LA MARIA ANTONIETTA POLÍTICA-FINANCIERA
QUE DESPILFARRA Y MARCA COMO SUYO
TODO LO QUE ES NUESTRO Y ENTERA LA TIERRA

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
LIBRES Y NOBLES EN SU ANTIGUA BRAVURA
COMO TOROS CARGADOS DE BANDERILLAS
SALTANDO LA BARRERA DE SU FORZADA AMARGURA


HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
GUIJARROS FINALMENTE ORDENADOS
EN LA HERMOSA CAJA DE ACRACIA

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES,
LOS CUERPOS EN ARDIENTE TEA
QUE CONSUME TODOS LOS MIEDOS

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
DESNUDOS BAJO LA EBRIA LIBERTAD DEL GOZO
PIEDRAS DE LUZ Y AZABACHE

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
DEL OLVIDO VIENEN
RECLAMANDO LO OLVIDADO

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
TODO LO QUE ES NUESTRO
RECLAMANDO EL FUTURO

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES,
DIOSES DE CARNE Y SANGRE, DE AIRE Y FUEGO,
DIOSAS FUERTES, LIBRES, PODEROSAS
QUE SE NIEGAN A ENGENDRAR HIJOS PARA UNCIRLOS AL YUGO DEL CAPITAL

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
QUEMANDO EN LAS PLAZAS LOS LIBROS DE HISTORIA.
BAILAN JUNTO AL FUEGO LOS MARTIRES DE CHICAGO

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
VOLAR SOBRE LAS PIRÁMIDES DE BARRO
RENACER PARA CONSTRUIR UN PRESENTE PERPETUO
LIBRE DE LAS RUINAS Y LAS CENIZAS DEL PASADO

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
Y EN EL DURO SUELO DEL MERCADO
CAVAR TRINCHERAS DE MEDITACIÓN
A MENDIGOS Y RENUNCIANTES

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
CON COLORES Y VERSOS
LEVANTANDO BARRICADAS EMOCIONALES
EN EL CENTRO DEL URBANO INFIERNO

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
ENGAÑADOS POR DOS HACIENDO EL PARIPÉ
PARA SEGUIR COBRANDO LA SUBVENCIÓN
Y AL DIA SIGUIENTE PACTAR OTRA VEZ CON ZP.

He visto a miles de dioses
tomando las calles,
en la gozosa algarabía de un silencio
que encierra justicia, alegría…

He visto a miles de Dioses
tomando las calles
las fruterías, los bares
reflejados cual fantasmas
en las lunas de los bancos

He visto a miles de Dioses
despertar del olvido
aún con legañas en el lagrimal
agitando el báculo de las plagas

He visto a miles de Dioses
llegar a la confluencia de Plaza España
y volver a bajar la cabeza
ante los muertos del mundo

He visto a miles de Dioses
tomando las calles...
pero interrumpieron la retransmisión
¡María, tráeme otra cerveza!

He visto miles de dioses
tomando las calles.
Estatuas rotas,desmembradas
remover pedestales brillantes
calles vacías atronan
murmullos,incontables pisadas
arrollan a su paso el silencio
circulando en dirección contraria

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
EL DÍA EN QUE SE DISUELVA LA NUBE DE IGNORANCIA CON LA QUE NOS
ESCLAVIZAN
ESE DÍA EN QUE SEPAMOS QUE LOS DIOSES Y DIOSAS EN LA TIERRA
...SON LOS QUE NOS HABITAN

HE VISTO A MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
BAJO LA LLUVIA DESNUDOS
CORONADOS CON ESCUPIDERAS
ATRAVESANDO LOS MUROS

HE VISTO MILES DE DIOSES
TOMANDO LAS CALLES
SOLOS, ABSOLUTAMENTE SOLOS
COMO TÚ, COMO YO.

                                               Los autores en el enlace.

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA GARGANTA DEL HOMÍNIDO



Un hombre con cara de mono puede vivir en la Tierra dos millones de años y dejarla intacta.
Un hombre con cara de mono se establece perfectamente en el atasco simbólico,
sin medios de transmisión o acumulación cultural, sin arte, sin magia, sin fuego, sin perro,
con toscas herramientas de piedra, compartiendo la comida y cuidando de los ancianos y niños
en el campamento base, con la única poesía de la supervivencia del grupo.
No hay poema más largo ni más viejo;
lo canta la garganta del homínido,
lo han escrito las piedras y los huesos en los campamentos base de la Garganta de Olduvai.
¡Ay, Sapiens sapiens!
¿Dónde está tu campamento base?

AZOGUES DE ESPEJOS (la poesía en el flamenco rock)




El flamenquismo... lo aflamencado... flamenco y flamenquito... ablandamiento a base de letras almibaradas, siliconadas con chinchetas al cliché. Las de más éxito son de amor. Casi todas son de amor. Y firmamento. Sin energía ni esencia. Poner el alma en decir chorraditas. Baja la edad del consumidor. Las ducas y lo patético no venden, aunque sí el amor sin correspondencia, arqueando las cejas sufridoras, ese tema eterno, el mal de ausencia. ¿Mensaje político? Breve. Reina la cursilería. Se ha dulcificado, sin aristas se ha avanzado en ese medio tono que decía Lorca que no existía en el flamenco... Ya no hay tanta muerte como antes, tanta pobreza, miseria... las malas lenguas no se afilan tanto... el flamenco se toma unas vacaciones... para enganchar a los no militantes, azogando espejos con su poesía.


Luis Clemente. Azogues de espejos (la poesía en el flamenco rock). En Rock Español. Revista Litoral. Málaga, 2010.

martes, 7 de septiembre de 2010

LA INSURRECCIÓN QUE VIENE (dos)




Nuestra historia es la de las colonizaciones, de las migraciones, de las guerras, de los exilios, de la destrucción de todos los arraigos. Es la historia de todo lo que ha hecho de nosotros extraños en este mundo, huéspedes de nuestra propia familia. Hemos sido expropiados de nuestra lengua por la enseñanza, de nuestras canciones por las varietés, de nuestras carnes por la pornografía de masa, de nuestra ciudad por la policía, de nuestros amigos por el sistema salarial...

Todo el mundo puede dar fe de las dosis de tristeza que se concentra año tras año en las fiestas en familia, las sonrisas trabajosas, la desazón de ver a todo el mundo simular en vano, el sentimiento de que ahí, sobre la mesa, hay un cadáver y todo el mudo hace como si nada...

emanciparse es un eufemismo de haber encontrado jefe...

Comité Invisible. La insurrección que viene. Ed. Melusina. Barcelona, 2010.

lunes, 6 de septiembre de 2010

ARROJA LA BOMBA (POR CARMEN HERRERA)

VOCES DEL EXTREMO: POESÍA Y ANARQUÍA

Es muy peligroso pensar que hay cosas
que van mal y que a menudo te cruzas por la calle con gente desesperada,
descontenta, y lo que es peor resignada, aburrida: ESTÁTICA...No hombre (o
mujer), no, hay que moverse que si no uno se oxida.
Con ese espíritu y ese anhelo por escuchar nuevas propuestas, nuevos aires,
otras formas de entregarse a la humanidad (¿Qué es, sino esto, la difícil materia
de darse al escribir?) con las ganas de encontrarme con otras visiones distintas a
la mía; con ese espíritu, válgame redundar, es con el que me embarqué en mi
coche rumbo a Moguer.


Existe un futuro. Y la poesía no puede
quedarse muda, recreándose en el amor y la fiesta que todos los poetas creemos
llevar dentro. Con ese espíritu, vuelvo a repetir, mis pasos se dirigían hacia
Voces del Extremo. Edición número doce: Poesía & Anarquía.
La poesía es muy anárquica. Comienzas a escribir, a acotar el poema con tus
reglas, y luego el poema hace lo que le da la gana. Y esto no es malo, al
contrario. Imaginemos un mundo así; en el que cada uno supiera lo que tiene
que hacer y lo hiciese por el bien de la comunidad. Sí, resulta un tanto raro
pensar en qué haríamos sin guerras, sin hambre, sin codicia, sin bancos
centrales, sin usura, sin servicios de inteligencia... Quizás aún no estemos
preparados. Pero en ello, en la anarquía, hay un futuro. Ya se han expuesto
sociedades utópicas en muchos tratados literarios, aunque no sean
especialmente anárquicos (véase La ciudad del Sol, la Utopía de Tomás Moro,
etecé) y para entenderlas hay que partir de una base psicosocial distinta a la que
hemos aprendido, o nos han enseñado. Quiero pensar que alguna vez, en la
historia de nuestro mundo, existirá gente que no necesite ser regida por nadie, y
que a su vez esta gente no destruya, sino justo lo contrario. Tal vez ese esa el
superhombre del que nos hablaba Nietzsche.
En Moguer descubrí a una gente maravillosa, no solo los poetas, sino también
los ciudadanos de a pie de calle (Gracias a esa persona que, casi de día, me llevó
en coche al motel cuando creí percibir que ya no veía nada, gracias
dondequieraqueestés), decía que me encontré con gente muy abierta, personas
con mucho abrazo y conversación trascendental; personas de mucha poética,
maestros, diestros en las lides literarias, gente altruista, que se regala. Podría
empezar a enumerar, a exponer nombres y creo que voy a hacerlo. Aquí los
NOMBRES: Francisco Peralto, Ramón Ruiz, Pura López Cortés, Juan Antonio
Mora, Pedro Javier Martín Pedrós, Antonio R. Caballero, María Luisa Balda
Medarde, Diego Ropero Regidor, Hermelinda Tierra Dulce, Jorge Brunete,
Emili Sánchez, Begoña Abad, Matías Escalera, María Ruíz Faro, José Manuel
Alfaro, Martaerre Sobrecueva, Ferrán Fernández, Antonio R. Almanza, Luis
Antonio González Pérez, Antonio Crespo Massieu, Felipe Zapico Alonso, Eladio
Orta, POLIPOSEIDAS, Yolanda Ortiz, Alba García Alderete, Ángel Rodríguez,
Alicia García Núñez, Mada Alderete Vicent, Enrique Falcón, Diego Mesa, Ángel
González González, José Manuel Camacho, Rolland Higuita, Pedro Verdejo
Emilio Arnau, Iván Vergara, Carmen Herrera, Sergio R. Franco, Antonio
Martínez i Ferrer, Bernardo Santos Ramos, Miguel Ángel Curiel, Uberto Stabile,
Daniel Macías Díaz, Isabel Pérez Montalbán.

El encuentro comenzó a las veinte horas del 29 de julio, de 2010 y se
prolongaría hasta el día 31 en las instalaciones de la Fundación Zenobia y J. R.
Jiménez. Antonio Orihuela nos dio la claves del encuentro: Poesía & Anarquía.
Nos expuso que en la doceava edición no contábamos con ayudas
institucionales, nadie había querido mojarse, así que todo era verso libre, ya
sabes. Nos informó que entre los papeles y periódicos que Juan Ramón
guardaba, encontró un ejemplar de la CNT, y habló del centenario de la misma.
Luego se dio paso a la poesía: poesía de la conciencia, social, íntima, graciosa,
amorosa...

La tónica predominante fue: ambiente distendido, pensamiento profundo o
somero, según el momento, bromas, breves reseñas biográficas, calor, sed y
poesía. Ah, la poesía.
Me llamó mucho la atención, en la noche de la segunda jornada, la puesta en
escena del espectáculo Poliposeídas.: poesía panfletaria, consciente,
comprometida, visual, teatral, circense, con dos presentadores (Laura Gallego y
César Rosado) que lo hacían todo tan fluido...

Durante esos tres días le dimos duro a la poética, pero también hubo tiempo
para debates, playa e incluso intentamos arreglar el mundo, que no sé si ustedes
han notado algo, me lo digan si es así. Los versos fueron el hipercentro de todo.
Los versos. Cientos. Miles. Por todas partes. A viva voz, a muerta voz, a voz
lánguida, o entrecortada, fluida, mística, descomunal..., así hasta que el día 31
llegamos a la lectura de Uberto Stabile. Uberto Stabile era el último poeta de
Voces del Extremo que había sido galardonado con el mítico premio "Antzinako
Bihotz", que significa “Corazón Arcaico” y que se entrega en los encuentros.
Dicho premio se estableció en 2004 y no premia la técnica literaria o poética.
Lo que realmente premia es la pureza y la desnudez de espíritu, la belleza moral,
creativa y serena, "el estado poético" de la mente, el único estado que los
herederos de Juan Ramón se comprometen a defender y a mantener. El premio
consiste en la emoción de ganarlo, compartirlo, y además en portar con orgullo,
durante un año, una flamante casaca de oficial del extinto ejército tibetano.
Uberto nos informó de quién iba a ser el próximo galardonado con el
mencionado premio. Todos estábamos en el bombo, todos, pero el premio le
correspondió a Isabel Pérez Montalbán, que ahora luce merecidamente la casaca
tibetana de Voces del Extremo. Con este broche de oro y con la correspondiente
lectura poética a cargo de la poeta se zanjó el apartado de lecturas del
encuentro. Antonio Orihuela nos informó que debíamos seguir “encontrados” si
queríamos llegar hasta la Casa de las Retamas, de Eladio Orta, en campo de
Canela (Ayamonte). Allí nos esperaba la Fiesta de la Crecida, la última parte del
encuentro.
Así que nos encontramos a las afueras de Moguer, cada uno en su coche, y
comenzó la caravana. Tenían que haberlo visto ustedes. Ya había oscurecido. La
autovía estaba siendo invadida por un enorme gusano que se me perdía por el
espejo retrovisor. Ordenadamente íbamos zigzagueando por el asfalto,
adelantábamos, surcábamos las rotondas, atorábamos las vías de circulación y
finalmente llegamos a la casa de Eladio, que estaba situada en un paraje
privilegiado, en medio del campo y con el mar, la mar a unos pocos pasos de
distancia.

En aquel ambiente incomparable fuimos agasajados con los documentales “Tan
lejos de Dios: poesía mexicana en la frontera norte” de Uberto Stabile y “Punta
del Moral”, de Nacho Fernández. Tras la cena se presentó Senderos, la antología
poética de Antonio Martínez i Ferrer; escuchamos la canción de autor de Miguel
Ángel Naharro; la poesía indietrónica de Elisa Yorch y Niño Atún; las
memorables canciones del poeta colombiano Roland Higuita; y el espectáculo
flamenco-poético “El Anarkokante”, de José Caraoscura y el baile de Mhijea.
Acto seguido se abrió el micro a la Jam poética y recuerdo, recuerdo, que más o
menos en esos momentos mantuve una breve conversación con el anfitrión, con
Eladio Orta, en la que le felicitaba por la fiesta, por cedernos su casa, y le decía,
arropado en mi patética vida urbanita, que era una suerte vivir allí, rodeado de
mar y naturaleza. “Pero ya no es igual, mira”. Y hasta entonces no lo había visto.
Los monstruosos edificios turísticos nos pisaban los talones. El paisaje cambió por completo. Tal vez aquí cabría la palabra desolación. Mi visión cambió por
completo. Fijé mi mirada en los ojos de Eladio. Vidriosos...
La Fiesta de la Crecida duró hasta las tantas de la madrugada, ambientada con
poemas, conversaciones, abrazos de despedida, intercambio de información
postal, telefónica y electrónica y, finalmente, un reconfortante sueño para
después coger el coche y volver a la rutina diaria del día siguiente. El día
siguiente a Voces del Extremo.

Ángel González González. Voces del Extremo: poesía y anarquía. Extraído de la revista literaria En Sentido Figurado. Septiembre, 2010.

domingo, 5 de septiembre de 2010

LA REVUELTA QUE VIENE




SOY LO QUE SOY. Mi cuerpo me pertenece. YO SOY YO, tú eres tú, y la cosa va mal. Personalización de masa. Individualización de todas las condiciones: de vida, de trabajo, de desdicha. Esquizofrenia difusa. Depresión servil. Atomización en finas partículas paranóicas. Histerización del contacto. Cuando más quiero ser YO, mayor es mi sensación de vacío. Cuanto más me expreso más me agoto. Cuanto más me persigo, más cansado estoy. YO tengo, tú tienes, nosotros tenemos nuestro YO como una taquilla fastidiosa... somos los garantes de una personalidad que tiene todo el aspecto, al final, de una amputación... YO controlo. La búsqueda de mí mismo, mi blog, mi piso, las últimas tonterías de moda, las historias de pareja, de ligues... ¡cuántas prótesis se necesitan para ostentar un YO!

Nuestra inadaptación y nuestro cansancio sólo son problemas desde el punto de vista de quien quiere someternos. Indican, más bien, un punto de partida, un punto de confluencia para unas complicidades inéditas. Hacen emerger un paisaje mucho más destartalado, pero infinitamente más suceptible de compartirse, que todas las fantasmagorías que esta sociedad mantiene a sus expensas.

Comité Invisible. La revuelta que viene. Ed. Melusina, Barcelona. 2009

sábado, 4 de septiembre de 2010

LA NAVE TIERRA

                                                                              Photo by Capt. Luc Vervaek



EN LA FERIA DE ALARMAS Y LUCES ROJAS
FORZOSO ES ATERRIZAR DEL TODO
PARA SIEMPRE ATERRIZAR Y AMERIZAR CON MIMO
DEL LOCO VUELO QUE IGNORA NUESTRA VIDA INSOSTENIBLE
PORQUE ÚNICO ES EL SOSTÉN DE LO VIVO
FRÁGIL LA NAVE DE NUESTRO SUSTENTO
Y AUNQUE NADIE TE ESCUCHE HAZ LO QUE DEBES
DECLARA QUE EL MAÑANA NO PUEDE SER COMO EL AYER
CANTANDO SIN DISTRACCIÓN LA EMERGENCIA  

viernes, 3 de septiembre de 2010

Solitud y templanza,
hoy en todo el día
el rebuzno del asno.


Antonio Rigo. Poemas de la otra orilla. Insomnus. Poesía, Palma de Mallorca, 2010.