documentos de pensamiento radical

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domingo, 28 de julio de 2019

ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA ESPERANZA [Palabras para el XXI encuentro de VOCES DEL EXTREMO. Moguer 2019] Por Matías Escalera Cordero




… Dicen que hay que escribir de lo que uno sabe…
… Pero…
… y si no se sabe nada…

… O peor…
… y si uno cree que sabe sin saber en realidad…

… Cómo escribir entonces de la esperanza sin tener esperanza…


… Acaso porque otros la tienen…
… Dice ella…

… O porque la tuvieron… (un día en vano tal vez: o no…)
… Dice él…

………………………………………………………………………………………

… Ayúdanos… Dice ella…

… Ayúdanos a ver todo lo bello que no observa nadie…
… ayúdanos a levantarnos cada mañana con un aliento nuevo en esta insoportable sucesión de hechos repetidos…

… Ayúdanos a no ser…
… a sentir que estamos quintuplicados y que somos finitos…

… Ayúdanos a encontrar un ángulo seguro…
…  y muy alto desde el que saltar cada mañana temprano…
… ayúdanos a amar más este mundo…


… ¿Y esta desolación que nos cerca…? Dice él…

… No te corresponde a ti abismarnos aún más en las simas de la soledad…
… Los que tenéis el don de la mirada: dadnos esperanza…
… Dice ella…

Así comienza mi último poemario Recortes de un corazón herido: por la esperanza… Lo he leído porque aquí están algunas de las claves del asunto que hoy nos planteamos: ¿Estamos obligados a dar esperanza los que tenemos el don de la mirada…? ¿Cómo escribir de la esperanza cuando no se tiene esperanza, o cuando se sabe que ese sentimiento que anida en los corazones de tantos seres humanos inocentes y sufrientes ha sido utilizado y continúa siendo usado de mil formas diferentes para doblegarlos, para mantenerlos en la resignación de un presente inaceptable, ante la perspectiva de un tiempo futuro que no existe y que no existirá…?
Creo que es Hannah Arendt quien afirmaba que ser de izquierda en los tiempos de la desesperanza es vivir como si todo pudiese cambiar aun sabiendo que nada va a cambiar; esto es, vivir como si se tuviese esperanza, cuando se ha perdido toda esperanza… ¿Pero es esto legítimo?, ¿tiene, además, algún sentido? Más allá de un sentido paternalmente consolador, como aquel del mantenimiento de la ilusión de la fe por parte del cura descreído, don Manuel Bueno, de la famosa novela de Unamuno.
¿No es este, o esta concepción de la esperanza, un concepto religioso e idealista desmovilizador y paralizador…? Todas estas preguntas, y otras por el estilo, fueron las que me movieron a investigar, fuera y dentro de mí mismo, sobre este sentimiento tan elusivo y paradójico, con el que las personas que nos enfrentamos de un modo materialista e histórico a la realidad nunca nos hemos sentido del todo a gusto; y que siempre nos ha provocado una insidiosa incomodidad.
Y fue, a lo largo de esa investigación –dentro y fuera de mí mismo– para escribir este libro, como me encontré, de nuevo, tras muchos años, con un ensayo fundamental, El principio esperanza de Ernst Bloch, la más acabada y hermosa contribución, creo, desde el materialismo histórico, al esclarecimiento de la naturaleza de ese sentimiento tan común en las culturas occidentales de matriz judeocristiana. Y es lo que me llevó también a releer ciertos fragmentos de los Pasajes de Walter Benjamin, otra fuente preciosa de ideas al respecto.
Y fue en esas relecturas en donde descubrí algo central, que me tranquilizó, el espacio tiempo de la esperanza no es el futuro, es el presente. Es en el presente, en el presente colectivo y en el presente particular de los sujetos, en donde se manifiesta –existencial o materialmente– este sentimiento. Es tal como vivimos el presente, lo que hacemos y las decisiones que tomamos en el presente lo que nos señala como “seres con esperanza” o “seres desesperados”.
Es en este sentido en el que decidir tener un hijo, por ejemplo, cuando se es consciente de todo esto; o abrirse a lo comunitario, “hacer comunidad”, vivir en camaradería, como hacemos aquí, en estos encuentros, vengamos por las razones por las que vengamos, no importa (muchas seguramente un poco mezquinas). O actos como el de reciclar, cada día, nuestros residuos, a pesar de la objetiva inutilidad de tal conducta, pues estos o no se reciclan realmente o llegan a Asia y a África como auténticos desastres y plagas medioambientales y sociales; o ensartar, con mayor o menor fortuna, bellas palabras y hermosos conceptos –como hacemos también, aquí, nosotros–; o cuidar nuestro pequeño entorno, nuestro jardín privado, nuestros parques públicos e incluso bosques y valles enteros, y ahorrar algunos litros de agua en la cisterna de casa; o “comer sano”… Es en este presente tan paradójico y desolador en el que tenemos que decidir si nuestros actos son actos de esperanza o actos inútiles, inocentes y bienintencionados, cuando no estúpidos.
Las “mujeres de negro”, las “viudas de La Barranca”, ejemplo, donde los haya, de dignidad y de entereza (entre septiembre y diciembre de 1936, fueron fusiladas 407 personas en Lardero, cerca de Logroño, y, como no había espacio suficiente en el cementerio, los asesinos los tiraron en una cuneta cerca del pueblo, que hoy, gracias a estas mujeres, es un cementerio civil, el de “La Barranca”). Durante años resistieron humillaciones, desprecio y aislamiento de los suyos; de los que deberían haberlas acogido por su heroica y valerosa entereza. Me pregunto, ¿era la esperanza lo que las movía? Considerado, desde la perspectiva del tiempo, viendo cómo se enfrenta la mayoría de nuestro pueblo ante hechos de esa magnitud y cómo se comportan aún sus convecinos ante es heroica muestra de dignidad, ¿para qué ha servido finalmente todo ese sacrificio, el de esas “mujeres de negro”?
Y, si no esperaban nada, qué las mantenía en su puesto, ¿la pura fe en lo que hacían?, ¿o era auténtica caridad, amor desinteresado al prójimo, al otro, sea quien sea, lo que las guiaba? Sea como fuere, está claro que no es fácil para nosotros, quienes mantenemos una visión materialista e histórica del mundo y de la realidad, integrar en nuestra visión del mundo esas tres virtudes aceptadas comúnmente como centrales (las famosas “virtudes teologales”) en el universo judeocristiano.
Pero vuelvo a la pregunta inicial, sea cual sea la conclusión a la que lleguemos, ¿debemos dar esperanza los que tenemos el don de la mirada o decretamos definitivamente el estado de desesperanza?
Porque ¿qué mueve a los harragas que mueren en el Estrecho y que llegan a nuestras costas?, ¿la esperanza de la vida que podrían tener delante o la desesperación de la vida que dejan detrás? Contemplados los campos de concentración que jalonan nuestras fronteras, en Turquía, Grecia, Italia o Libia, o nuestros CIES; o el gran cementerio en el que se ha convertido “nuestro mar”; o la emergencia de los populismos xenófobos por doquier, a nuestro alrededor; si enfrentamos todo este desastre humano a la absoluta y general indiferencia de todos nosotros (sí, también de nosotros, los que estamos aquí), ¿queda algún hueco para la esperanza? Me pregunto y os pregunto. ¿Queda algún hueco para la esperanza?


Matías Escalera Cordero



miércoles, 24 de julio de 2019

12 poemas de ESCARABAJO PELOTERO de ELADIO ORTA


        

                                                                                                                         

                             la decadencia capitalista

arbitra los suicidios y amordaza la dignidad

resistimos con la polilla posada en el cristal

                             la decadencia capitalista

alimenta la deshumanización de la ternura

resistimos con un pie medio consumista y
una mano en cabestrillo



 *****



no escribir para premios
ni medallas

(escribir para labrar
una carrera poética

es la madre de todas
las perras intenciones)

escribir para sujetar
la sombra del árbol




*****

                                                                                                                                          no escribimos
                                                                                                          para ganar un concurso de belleza
                                                                                                                                      jorge reichmann


los escarabajos peloteros ayudan a calmar
la liberación del gas metano

coleópteros hipersensibilizados
por las filtraciones de gases a la atmósfera

enfermeros preventivos de la naturaleza

usan bata negra para camuflarse en el paisaje /
ante las inspecciones rutinarias
de la policía del tecno fascismo

pasar desapercibidos es su tarea       




***


                                                     el escarabajo y el buey no han sido adorados aún como se merecen
                                                          y el lodo y el estiércol son más admirables de lo que se pensaba
                                                                                                                                         walt whitman


: ¡qué horror cargar con la mierda de los demás!

leo en un twiter

al mensaje le ha faltado la típica expresión final:
¡qué asco!

más abajo nos encontramos
con otro mensaje muy característico
de las sociedades desincronizadas
de la naturaleza

: ¡son unos bichos puerquísimos y
desagradables / que rebuscan
en la mierda de los demás
como los indigentes
en la basura!

ahí
florece el árbol de la barbarie
     
tambaleándose invisible
en los bordes de la estupidez




***



la sombra oculta
de la tía tota

desaparece invisible
entre las escamas

del pescado lisar
en el fondo del lebrillo

mamá filo remienda
sombras de silencio

en la rodillera
del pantalón

las sombras del agua
se ocultan

en los intersticios
de la tinaja
              

             

*****



veo la luz de la democracia participativa bailando
en los pupitres de la indagación

veo la cremallera de la opresión cerrando
la luz de la cooperación

veo a los sabios de la educación dictando
leyes que premian las artimañas competitivas

veo las amables corbatas de los resentidos estrangulando
sueños en los salones de palacio

veo el crecimiento de los nadie desmantelando
las argucias destransformadoras de los intelectuales orgánicos

veo las sombras del pesimismo multiplicando
los miedos a los nuevos brotes del lenguaje

veo los apetitos cochambrosos del amo desactivando
cajas de seguridad

veo seres vivos invisibles trabajando
por la preservación

veo flamantes prestidigitadores traficando
con escarabajos de porcelana

veo ternura donde otros ven boñigas
dorándose al sol
               

                                                                          

*****

                                                                                                   no me gustaron las gentes de mi clase
                                                                                                                 ni el ser servido ni el mandar
                                                                                                                                         bertolt brecht


dicen que el aguaje es cíclico

que en centro político
habitan los espíritus sospechosos
a la espera de la apertura
invisible de la especulación y
el despilfarro

hablan que al final te derrumbas

en las aguas turbias que manan
de los ojos de la podredumbre y
pones al descubierto las garras
caníbal del animal competitivo
que todo hijo del capital
llevamos dentro

que los pactos y los consensos
vuelven a transitar impunemente
por los pasillos de los parlamentos
legalizando el saqueo e
indultando a los corruptos

que te cansas y el sistema
capitalista te abraza dulcemente

 te acoge en sus senos
la hermandad
de los desencantados

la hermandad con más vírgenes y
santos que camina
sobre la tierra

estar dentro para hacer
lo que no se ha podido
estando fuera”

ése es el punto de partida
del reforzamiento del capitalismo y
la carta de presentación
ante los hermanos mayores
de la santísima hermandad
del santo desencanto

polilla blanca en el cristal




*****


la paz

es
una
pastilla
de
jabón

que
se
desgasta
de
tanto
nombrarla




*****


hippie sin saberlo
anarquista por afinidades
trotskista sin serlo
comunista sin quererlo
ecologista con limitaciones
pacifista en desarme
contemplativo a veces

soy nadie




*****

                                                                                                                                    cuanto más yo
                                                                                                                      menos nosotros mismos
                                                                                                                                 antonio orihuela


no soy eladio orta

ni soy hijo de colonos de isla canela

ni soy acompañante de la asociación cultural crecida

ni soy presidente honorífico de la asociación ecologista
“ojo con el guadiana”

si soy / somos

si no somos / no soy




****
                                                                                                                          a isaías griñolo


quién antisistema

el que contempla la flor
o el que la degüella

quién radical

el que encierra al pájaro en la jaula
o el que admira su cante en el árbol

quién antisistema

el que se encadena a una grúa devastadora
o el que levanta una mole en primera línea de desastre



****


veo estrellas bailando en las cenizas descompuestas de los charcos

veo escarabajas peloteras dormitando en subterráneos metamórficos

veo cosquilleos de lenguas atravesadas por el látigo del deseo

veo la teñidura oscura de la tábiga hirviendo en recipientes sanadores

veo espíritus corruptos sentados en las poltronas suicidas de la mediocridad

veo hileras de preguntas escalonadas llamándome después de la muerte

veo la podredumbre de los don mucho anunciándose en los escaparates virtuales

veo fósiles alumbrando la desidia impune de los desalmados

veo la tristeza de los cangrejos violinistas arrastrados por las rachas de cemento

veo huevos de sapos en las gangarillas del tiempo

veo lo que no veo





Eladio Orta. Escarabajo pelotero. Ed. Marisma, 2019



martes, 23 de julio de 2019

3 poemas de RECAYA de ADRIANA BAÑARES




No pilla de camino esta hija sin importancia.
Esta hija
pilla a desmano.

Papá no quiere desviarse de la vía a lo que de verdad importa:
la familia
a la que no pertenezco.

Es curioso:




A nadie


la manera en la que callo no parece extraña.

le parece importante que te guarde



en mi discurso:
no existes

en las fotos de familia
no apareces.

Se cuela la imagen de una infancia lejana
de una vida
muy lejana.
De un tiempo en el que no me reconozco.
Soy más joven ahora que hace veinte años.
Soy mayor que tú hace treinta años.

Papá bebé. Papá niño.

Te robé la juventud y te la has cobrado así:
apenas me diste un poco de tu tiempo durante la mía.

No sabes
lo que han sido para mí los veinte años.
No has vivido mis veinte años.
Cómo habría de interesarte a mis treinta.
Papá niño.
Papá bebé.

Qué poca gracia tienen los niños cuando se hacen mayores y siguen comportándose como críos.

Qué poca gracia tienes, papá niño.

Papá niño no entiende.
Papá niño no comprende las palabras de los mayores.

Papá niño no entiende como yo entiendo el significado de algunas palabras que apenas aparecen en los diarios deportivos o en las comidas familiares:

papá niño no habla de distancia y desapego,
no habla de abandono, apenas habla.

Papá niño no entiende lo que es perder a un padre por el camino
o que el padre te deje fuera de la hoja de ruta.

No entiende, papá niño
qué es el rechazo. No lo acepta para sí. No lo reconoce.

Pero yo sí lo conozco, papá. Yo sí he regresado sola a casa
muchas veces. Yo sí
he regresado a casas sin nadie dentro que me esperara
sin nadie dentro,
sin nadie esperándome.

Yo sí he regresado al camino que marca la sangre,
pero al final siempre han vuelto las mismas
palabras que se le dicen a un bebé en tono quejumbroso,
infantil, impostado.

Y mientras las palabras se repetían y perdían su significado, se desdibujaba el camino que me llevaba a ti: se borraban las líneas de la carretera, las señales; y volvía a crecer la hierba en la tierra que alguna vez pisé para acercarme a ti y se hizo camino. Pero qué lejos queda todo, por dios. Qué lejos.

Quién podría entender que yo tampoco me reconozca en otra vida, que yo tampoco reconozca a mi padre como un padre. Apenas un pariente lejano que una vez vivió cerca y aparece en las fotos de mi infancia.

Quién podría entender esto, papá niño.

Te arrebaté la juventud y decidiste no darme un minuto de tu tiempo durante la mía. Te arrebaté la juventud y decidiste.

Envejecemos, papá, en carreteras contrarias. Absolutos
desconocidos


***


Si pudiera hablar esta noche

si pudiera
escribir esta noche

escribiría sobre una vida que se me ha terminado sin apenas darme cuenta.

Hablaría del lugar en el que estoy
del lugar del que me fui
y en el que no se me recuerda.
Hablaría
de lo poco que se espera de mí
y de lo que debería estar haciendo.

Tal vez:
no escribir
tener un hijo
limpiar la casa
y mantenerla siempre así
ordenada,
como yo,
que también debería estar en orden
con el pelo recogido
o bien dispuesto sobre la cabeza
bien dispuesta
la cabeza.
Y debería comprar ropa nueva
ropa de mujer de treinta años
ropa seria
ropa elegante ropa de señora.
Hacerme respetar y respetar la edad en la que vivo.

Si pudiera escribir esta noche, escribiría
sobre un lugar donde escribir
sobre un lugar donde quedarme.

Si pudiera escribir esta noche,
escribiría
todas las noches, escribiría.


***


El patio del colegio no termina en la parte de atrás:
recuerdo la entrada principal ajardinada como un paraíso prohibido.

En mi sueño,
un niño mata caracoles en el patio de recreo.
Los lanza en llamas contra
los profesores y los demás niños.

Todos aplauden.

Todos se los comen.

La textura es blanda y pegajosa.

No recuerdo haberme metido ninguno en la boca,
pero siento la textura en mis encías y entre mis dientes.

Me despego el cadáver. Con asco, con una infinita tristeza.

Recuerdo también el juego cruel de una niña de mi infancia,
y no es un sueño:
lo recuerdo.

Y recuerdo la manera de contármelo, con tanta alegría y tanta crueldad.

Cogía una lagartija con sus manos pequeñas
y acercaba un mechero encendido a su cabeza.
Solo para verla arder.

Lo recuerdo,
con tanto asco. Con una infinita tristeza.

En mi sueño,
recojo los caracoles en una bolsa,
recojo muchísimas lagartijas en otra, y corro
y me escondo del resto de los niños en la entrada principal:

paraíso salvaje, prohibido.

Busco la sombra para los caracoles.
 Busco el sol para las lagartijas.

Pero cuando busco la sombra, el suelo está lleno de tierra y espinas.
Cuando busco el sol, la luz se desvanece.
Veo una lagartija muerta en la bolsa.

Me invade una tristeza infinita.

No soy capaz de salvar a todos.
No soy capaz de salvar a todos.

No soy capaz de esconderme.

Me precipito a una decisión arriesgada y los libero a la vez.

La imagen me fascina:
una multitud de lagartijas corre.
Una multitud multiplicada en tamaño y número,
como una manada prehistórica, corren
a ras del suelo, enormes,
por todo el patio del colegio.

Los caracoles también se deslizan rápido,
pero tan pequeños,
tan frágiles.

Y no sé qué siento entonces.
Pero sé qué siento ahora.
Sé qué sentí cuando era niña.
Siento miedo:

a la crueldad de los niños. A la crueldad que se esconde en la inocencia. Tengo miedo. A no poder salvarte de la crueldad del patio del colegio. A no poder salvarte. Tengo miedo. A no poder ser madre con este temor, a no poder enfrentar tu sensibilidad y tu curiosidad, a no poder enseñarte a no ser cruel, a no poder enseñarte a ser bueno. Tengo miedo.



Adriana Bañares. Recaya. Ed. Páramo. 2019


Adriana Bañares Camacho (Logroño, 1988).
Estudió Filosofía en las universidades de Valladolid y Bayreuth (Alemania), formó parte del colectivo literario COLMO, organizador del Festival de la Palabra Versátil.es, dirige y edita con Patricia Maestro la publicación independiente La Fanzine, y es fundadora y directora de la editorial Aloha. Condujo un programa sobre literatura underground y publicaciones alternativas, Fosfatina, en la radio online CCK, y administró la antología virtual de cultura erótica Erosionados, que se creó de manera paralela a la antología de poesía del mismo nombre que coordinó para la editorial Origami en 2013.
Es autora del libro-blog La niña de las naranjas (Ediciones Emilianenses, 2010; X Beca de Jóvenes Artistas “Con Proyección”), y de los poemarios La involución cítrica (Origami, 2011), Engaño progresivo (Fundación Jorge Guillén, 2012), Ánima esquiva (Origami, 2013; Excodra, 2014), Ave que no vuela muere (Oblicuas, 2015), la plaquette A la memoria de los peces, con Ediciones Deliciosas en 2015, y Recaya (Páramo, 2019).
También ha participado en varias antologías, como Viscerales (Ediciones del Viento, 2011), Strigoi (Ediciones del 4 de Agosto, 2012), y El descrédito. Viajes narrativos en torno a Louis Ferdinand Céline (Lupercalia, 2013).

lunes, 22 de julio de 2019

Caminantes





Por las calles del mundo, la gente enamorada
camina llena de dios.

Son lo que son, eso les basta, son como son.

La presencia de unos a otros cura, recobra.
Hacen aire respirado.
Dejan que les sea empujada
el alma y sus velámenes.

Quedan atrás remolinos de cuervos
ahítos de despojos después de la batalla.

Cieno pasado, las bocas que alentaron
la crueldad y el odio en los contrarios.

Pensamientos sin trampas orifican, derrumban
las paredes de hielo.

Lo que amas, te ama. Lo que pides, lo obtienes.
Lo que has de hacer, lo aprendes en tus sueños.
Lo que debes sentir fluye de la misma forma
que los arroyos en el mediodía
del sol y de la abundancia.

El tiempo pesa lo que hilacha de nube,
lo que copo en el baile, tan simétrico a ti,
de la nieve menuda.

La mente es mente porque así los cosmos
se alejan en espirales
hasta ser punto central
del círculo de otro comienzo.

La nube es nube porque tú la desdoblas.

El viento es viento porque tú lo propagas.

El sol es sol porque tú lo sujetas.

El agua es agua porque tú la bebes.



Pablo Guerrero. Viaje para ser comienzo. Maia Ediciones, 2019

domingo, 21 de julio de 2019

Estás sentada en la hierba







Estás sentada en la hierba.
Alfileres de saetas sobre tu vestido.
Las ramas de los chopos denuncian la impiedad de las aserradoras.
Los perros han dejado sus marcas posesivas escritas en el barro.
No hay camino en el aire para quien no tiene
una espiral de oro ocultada en su pecho.
No hay fiesta de colores
para las mentes sobre las que una sola noche de inexplicado horror
ha dejado sus huevas.
No hay agua en los planetas apagados con sed.
No hay consuelo en la niña que prendió su jersey en los zarzales.
Tened piedad de alacranes rodeados de fuego.
Y de nubes escondidas en sus propias sombras.




Pablo Guerrero. Viaje para ser comienzo. Maia Ediciones, 2019

sábado, 20 de julio de 2019

3 poemas de VIAJE PARA SER COMIENZO de PABLO GUERRERO





Estoy en una hoja.
En una hoja del árbol del otoño.
En una hoja de higuera picoteada de pájaros.
Los pájaros versados en saborear la miel de los brevales.

Estoy en una hoja.
En una hoja donde escribe el otoño
unas veces idiomas, otras veces danzones.
Pero siempre el salmo íntimo del pulmón pleno de aire.
El aire despeinado que no cree en el equilibrio de balanza trucada.
El aire del renacimiento del edén de los brotes.
El aire solitario, cavador de tormentas.

Estad en los instantes de una hoja,
y no os ireis del bosque de la savia, del bosque de los sabios,
sin haber dejado un soplo del alma recibida.



***


Durante un tiempo estuviste mirando
la persistencia de lo perecedero.

Queda en otros tu voz, queda en otros la certeza
de los sueños fraternos, tantos, ya tan cumplidos.

En otros queda el aire que, antes, tú respiraste.
Otros saben mirarse en los lirios que arrojas
en un charco de espejos.

La energía de la tierra, sin que, apenas, la sientas
se adentra por las plantas de tus pies, te enraíza,
hace de vuelo tus pasos,
no los agrava.
No hay existencia propia que no entregue existencia.
La cadena es de sangre, sangre que jamás se fuga.

Alzad pues, para todos nosotros,
las compuertas del río que en los demás desemboca.

Viajan dragones de nubes, viajan las cuatro estaciones
por el ciprés de la calle por la que nunca te alejas.



***



Estorninos al alba, la desnudez del presente.

Refundad la palabra, sus códigos usados.

Amad el dulce idioma que transmiten las madres.

Desterrad los engaños a su túnel de lodo.

También amparad con aire, aire que llegue del mar,
mi pequeño montón
de desconsuelo.





Pablo Guerrero. Viaje para ser comienzo. Maia Ediciones, 2019

viernes, 19 de julio de 2019

XXIº ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER, VOCES DEL EXTREMO


XXIº ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER, VOCES DEL EXTREMO:

POESÍA Y HARRAGAS


Moguer, del 24 al 27 de julio de 2019




EN MEMORIA DE

Francis Vaz,
Antonio Montesino,
Paqui Jiménez Yepes
y Javi “El Zapata”

*

y los más de 35.000 Harragas
ahogados en el Mediterráneo en los últimos diez años


MARTES 23 DE JULIO
20’30. La Taberna del Libro.
Pórtico del Extremo. Micro abierto a la poesía

MIERCOLES 24 DE JULIO
11’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Inauguración de Voces del Extremo: Poesía y Harragas
Presentación de la antología Harragas

11’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Paco Gómez Nadal. Hacia la descolonización de la palabra

12’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Mohsen Lihidheb
Trinidad Ruiz Marcellán
Juan Calle
Isabel Hualde
Arantza Salaberria Areitio
Antonio Montesino

13’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Inauguración de la exposición: Imaginarios de resistencia. Poesía visual de Antonio Montesino.

19’00. Fundación Zenobia y J.R. J.
Sagrario Manrique + Montse Grao. La casa de Zitas, antología

19’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Rocío Márquez. Poesía y Canción

20’00. Plaza de las Monjas
Sagrario Manrique
Carmen Herrera Castro
Rafael Calero Palma
Amalia García Fuertes
Lola López Maxtell
Javier Sánchez Durán

21’00. Plaza de las Monjas
María Cano García & Isabel Rivas Etxaniz. A dos, ados

00’00. Casa Natal de J.R.J.
Inauguración de la exposición de Demian Ortíz. Perdidos
-Disparos fotográficos a la literatura española-,
coordinada por Javier Fito.
Lula Dajlala + Amrit Santokh. Ceremonia del Cacao
y concierto para el alma

JUEVES 25 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués.
11’00. Casa Natal de J.R.J.
Trinidad Ruiz Marcellán. Olifante, cuarenta años en poesía

11’30. Casa Natal de J.R.J.
Margalida Calahorro Bover
José Silva
Miguel Giner
Pedro Martos
Montse Grao
Rosa Burgos López

12’30. Casa Natal de J.R.J.
Ferran Aisa + Mei Vidal. Joan Salvat-Papasseit, vanguardista. Los poemas ultraístas

13’00. Casa Natal de J.R.J.
Fernando Barbero Carrasco. Breve y somera historia del anarquismo

13’30. Casa Natal de J.R.J.
Matías Escalera Cordero. En torno a la esperanza

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.
Manuel Batista. Huelva a través de su fandango

19’00. Fundación Zenobia y J. R. J.
Fátima Bermejo Rubio
Paulo Hortak
Mª. Luisa Domínguez Borrallo
Joaquin Campos
Matías Escalera Cordero
Paco Gómez Nadal

20’00. Plaza de las Monjas
Fernardo Barbero Carrasco
Iosu Moracho
Mikel Sanz Tirapu
Pedro Sáez Serrano
Cristian Esteban Martín
Eladio Orta

21’00. Plaza de las Monjas
Javier Perales Valdés. Canciones

00’30. Peña del Cante Jondo
Ramón Ruiz
Ana Deacracia    
Ventura Ruiz Gómez
Lula Dajlala
Luis Alemañ
Juan Carlos Alda

VIERNES 26 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués.
11’00. Casa Natal de J.R. J.
Gema Estudillo. Hilde Domin, una poeta alemana en la República
Dominicana

11’30. Casa Natal de J.R.J.
Manuela Parra
Joan Navarro + Lola Andrés
Isabel Tena García
Antonio Crespo Massieu
Juan Luis Haro
Pep Castell

12’30. Casa Natal de J.R.J.
Carlos D’Abreu. Mundo Real Poético de Jesús Lizano

13’00. Casa Natal de J. R. J.
Amanda Eznab
José Luis Ruiz Castillo
Miguel Ávila Cabezas

13’30. Casa Natal de J. R. J.
Teresa Ramos. La escritura a través del cuerpo

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.
Juan Carlos Usó. Literatura drogada

19’00. Fundación Zenobia y J. R. J.
Javier Pérez Walias
Uberto Stabile
Isabel Pérez Montalbán
Daniel Macías Díaz
Montserrat Villar González

20’00. Plaza de las Monjas
Pedro Enríquez
Luis Ramos
Carlos Da Aira
Ritxi Poo
Rodrigo Garrido Paniagua
Colectivo Manuel

00’00. Peña de Cante Jondo
Javier Cartago
Rufino Hernández
Ana Ares
Paco Moral
Bernardo Santos
Ferran Fernández

01’00. Peña de Cante Jondo
Entre cunetas (Proyecto Poético Musical Bailado)
del COLECTIVO DESAPARECIDOS. Lucía Gonzalo, Luis Ramos,
Cecilia Gutiérrez y Mena Martins.


SÁBADO 27 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués.
11’00. Casa Natal de J.R. J.
Isabel Rezmo. El enfoque educativo de la poesía

11.30. Casa Natal de J.R.J.
Felicidad González Cantón
Gema Estudillo
María Carvajal
María Beleña
Teresa Ramos
Ivan Vergara

12.30. Casa Natal de J.R. J.
Uberto Stabile. Pateras

13.00. Casa Natal de J.R. J.
Julia Cortés Palma
Andrés Izu
J. P. J. (Scotta)
Jesús Echezarreta
Jorge Camacho Cordón
Tomás Sánchez Hidalgo

18’00. Casa Natal de J.R. J.
Julia Cortés Palma. Mundo fácil

18.30. Casa Natal de J.R. J.
Ferran Aisa
Conrado Santamaría
Toni Quero
Germán Terrón Fuentes
Pilar Redondo
Eladio Méndez
Javier Arnáiz

19’30. Plaza de las Monjas
Eva Vaz
Fernando Cabrita
Isabel Rezmo
Carlos d’Abreu
Consuelo Martínez
Eloísa Alba
Isabel Martín


23’00 FIESTA LA POESÍA Casa de las Retamas (Isla Canela)
Proyección de videos
Presentación del libro de Manuel Lozano. Buscando perderme
Homenaje a Francis Vaz. Lectura libre de sus poemas.
Jam poética con todos los participantes.
DJ’s: Sebastián Miravent, Antonio Miravent, Paco Nieves,
Alba García Alderete y Antonio Cabrera.