documentos de pensamiento radical

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martes, 31 de julio de 2018

O soño de Europa



hai, nos pregues deste mapa, unha corrente de aire
de temperatura indeterminada, incalculable
unha bandada de paxaros autistas e asíncronos
un cardume de peixes en proceso de secado
por exemplo filetes de bacallau como sabas onde proxectar
a vergoña dun continente enteiro
unha bogada enteira de sabas
tendidas ó clareo dun sol en proceso de descomposición
un círculo de estrelas moribundas
un círculo que non acerta a debuxar unha constelación
―nin sequera a forma aproximada da boca dun pozo negro―

hai un dicionario con tapas de pel e fío de ouro
vomitando escusas, fronteiras, zapatos desemparellados
bonecas que aprenden a levitar para non ter que tocar o chan cos pés
para ceibarse de arder, de se derreter
nun inferno de experimentos macroeconómicos

ás veces, nese proceso de reencarnación
―no desesperado último intento de fuxida―
as bonecas ensaian novas técnicas de escapismo
por exemplo reencarnárense en manequíns
poboando entón, ó azar, os escaparates dos bulevares
nas capitais dun progreso pornográfico
ou os estantes descatalogados dos almacéns
nas factorías do esperpento

hai un manual de instrucións
un titorial para non cometeres erros de principiante
na solicitude dun subsidio destinado a mudares de pel
e convertéreste nunha víbora das boas
isto é
un réptil poderoso, con familia, tarxeta de crédito e un pasaporte
en cuxa fotografía apareces con gafas de espello
e a mirada inerte ou esquiva
―derrotada, en calquera caso.

hai, en definitiva, unha península de sangue coagulado
unha terra como anacos de carne pendurando dun mar, unida a el
por apenas un pelello, un cordel de cadáveres acuosos
que non acaban de quedar lindos nas fotografías
cando aparecen sen querer alá ó fondo
detrás dos sorrisos relucentes de bocas cheas que saben pronunciar
―sen pestanexar, sen abrir os beizos nin mover a lingua―
ese compendio de mentiras
para as que xa esgotaron todos os antefaces
todos os disfraces, todas as caretas

como cando din cidadáns e queren dicir mercancía
como cando din cristiá e queren dicir blasfemia
como cando din valores e queren dicir mercado
como cando din tradición e queren dicir xenocidio
como cando din pasado e queren dicir amnesia

como cando din futuro
e queren dicir as mesmas vellas tácticas de exterminio.




El sueño de Europa


hay, en los pliegues de este mapa, una corriente de aire
de temperatura indeterminada, incalculable
una bandada de pájaros autistas y asíncronos
un cardume de peces en proceso de secado
por ejemplo filetes de bacalao como sábanas donde proyectar
la vergüenza de un continente entero
una colada entera de sábanas
tendidas a blanquear bajo un sol en proceso de descomposición
un círculo de estrellas moribundas
un círculo que no acierta a dibujar una constelación
―ni siquiera la forma aproximada de la boca de un pozo negro―


hay un diccionario con tapas de piel e hilo de oro
vomitando excusas, fronteras, zapatos desparejados
muñecas que aprenden a levitar para no tener que tocar el suelo con los pies
para librarse de arder, de derretirse
en un infierno de experimentos macroeconómicos

a veces, en ese proceso de reencarnación
―en el desesperado último intento de huida―
las muñecas ensayan nuevas técnicas de escapismo
por ejemplo reencarnarse en maniquíes
poblando entonces, al azar, los escaparates de los bulevares
en las capitales de un progreso pornográfico
o los estantes descatalogados de los almacenes
en las factorías del esperpento


hay un manual de instrucciones
un tutorial para no cometer errores de principiante
en la solicitud de un subsidio destinado a que mudes de piel
y te conviertas en una víbora de las buenas
esto es
un reptil poderoso, con familia, tarjeta de crédito y un pasaporte
en cuya fotografía apareces con gafas de espejo
y la mirada inerte o esquiva
―derrotada, en cualquier caso.


hay, en definitiva, una península de sangre coagulada
una tierra como cachos de carne colgando de un mar, unida a él
por apenas un pellejo, un cordel de cadáveres acuosos
que no acaban de quedar bonitos en las fotografías
cuando aparecen sin querer allí al fondo
detrás de las sonrisas relucientes de bocas llenas que saben pronunciar
―sin pestañear, sin abrir los labios ni mover la lengua―
ese compendio de mentiras
para las que ya agotaron todos los antifaces
todos los disfraces, todas las caretas


como cuando dicen ciudadanos y quieren decir mercancía
como cuando dicen cristiana y quieren decir blasfemia
cómo cuando dicen valores y quieren decir mercado
como cuando dicen tradición y quieren decir genocidio
como cuando dicen pasado y quieren decir amnesia


como cuando dicen futuro
y quieren decir las mismas viejas tácticas de exterminio.




Carlos Da Aira

lunes, 30 de julio de 2018

A tua humidade enganosa







Eu perdia-me entre o ventre da tua humidade
e a dificuldade para definir o tacto das tuas coxas
enquanto tu repetias que aquela era a última vez
que me dizias que me amavas.

Mas eu guardava um feixe de línguas
no interior das pálpebras,
e abri tanto, tanto, os olhos com esse medo de perder-te
que caíram todas em cima da tua púbis
                 – juro que não foi de propósito –
e tive que recolhê-las
uma a uma,
e tu tentavas impedir que te lambessem o umbigo,
porque esse círculo era diferente do resto,
nessa redondez se reuniam todas as cócegas do mundo,
e a vontade de nos termos dentro e perdermo-nos fora,
e toda a saliva que transbordava no meu paladar,
e mais, muito mais ceiva era o que colhia
naquele redondo centímetro quadrado
de cancela aberta.

Disseste que bastava, com esse tom de voz
que imita o das mentiras mais piedosas e obscenas,
esse tom com que nas noites ímpares
me pedias que detivesse os espasmos
enquanto me arranhavas as têmporas
e me arrancavas recordações que nunca recuperei
                – que dei por perdidos ou roubados –
e me atiravas uns insultos maravilhosos,
trabalhados, corrigidos e ampliados,
que me sabiam a doce de mel
escorregando-me pela garganta que tu
                – descompensada e arrítmica –
apertavas com mãos trémulas.

Eu não sou de deter o tempo
                – ainda não entendo como me pôde suceder –
nem sequer puderam escutar o teu ultimato,
não sei em que momento a minha pele
decidiu deixar de sentir-te,
e tu repetias que aquele era o final,
e eu jurava que sim, que era,
mas que aguentasses um pouquinho mais,
que queria acompanhar-te,
rematar a um tempo,
um momentinho, tão só uns segundos mais…

E apenas uns segundos antes do berro seco
os minutos foram horas
e as horas noite fechada,
e todas as portas húmidas fecharam-se de repente
                – e de secura –
quando souberam que me falavas de outro final,
um final onde os orgasmos são sempre fingidos,
porque já não há orgasmos depois do amor,
ainda que haja humidade.

E o teu amor, costureirinha,
era papel
e molhou-me…



Humedad engañosa


O amor da costureiriña
era papel e mollouse,
e agora, costureiriña,
o teu amor acabouse.
(Cantiga popular)


Yo me perdía entre el vientre de tu humedad
y la dificultad para definir el tacto de tus
piernas
mientras tú repetías que aquella era a última vez
que me decías que me amabas.

Pero yo guardaba un
puñado de lenguas
en el interior de los párpados,
y abrí tanto, tanto, los ojos con ese miedo a perderte
que me cayeron todas
sobre tu pubis
-
juro que no fue a propósito-
y tuve que recogerlas
una
a una,
y tú intentabas impedir que te
lamiesen el ombligo,
porque ese círculo era diferente del resto,
en esa redondez
cabían todas las cosquillas del mundo,
y las ganas de
tenernos dentro y perdernos fuera,
y
toda la saliva que rebosaba en mi paladar,
y más, mucho más zumo era
el que cabía
en aquel redondo centímetro cuadrado
de cancela abierta.

Dijiste
basta, con ese tono de voz
que imita
el de las mentiras más piadosas y obscenas,
ese tono con el que las noches impares
me rogabas que detuviera los espasmos
mientras me arañabas las sienes
y me arrancabas recuerdos que nunca recuperé
-que di por perdidos o robados-
y me escupías unos insultos maravillosos,
trabajados, corregidos y ampliados,
que me sabían la
dulce de miel
resbalándome por la garganta que

- descompensada y
arrítmica-
apretabas con manos
temblorosas.

Yo no fui
capaz de detener el tiempo
-aún no entiendo como me pudo suceder-
ni tan siquiera pude escuchar tu ultimátum,
no sé en que momento mi piel
decidió dejar de sentirte,
y tú repetías que aquel era el final,
y yo
perjuraba que sí, que lo era,
pero que aguanta
ses un poco más,
que quería acompañarte,
acabar a un tiempo,
un
momento, tan sólo unos segundos más...

Y tan sólo unos segundos antes del grito seco
los minutos fueron horas
y las horas noche
cerrada,
y todas las puertas húmedas cerraron de golpe
-y de
sequedad-
cuando supe que me hablabas de otro final,
un final donde los orgasmos son siempre fingidos,
porque ya no hay orgasmos después del amor,
aunque haya humedad.

Y tu amor, costureiriña,
era papel
y me mojó...


Carlos Da Aira. 

domingo, 29 de julio de 2018

Antena panóptica


Naceunos unha antena, un tótem descomunal
en cada outeiro, en cada costela cartografada,
un sistema nervioso de garitas,
unha cordilleira de ameazas,
un compendio de estalagmitas,
baluartes formando un asedio.

Non estaban cando fixemos as preguntas,
pero de súpeto acordamos dunha transición
e aí estaban as ondas
atravesándonos coma un sismo,
vendéndonos o dereito á información,
o arrecendo das mordazas,
matizándonos nas peles a gama cromática dos negróns,
unha clase maxistral sobre como anoarmos os bozos
sen deixarnos levar pola indignación.

Agora temos hercios, vatios, amperios e imperios
coagulándonos as searas,
facendo da veciñanza un valado de alta tensión,
unha advertencia de perigo de morte,
un convite á desconfianza.

Xa non hai muiñada sen parte meteorolóxico,
orgasmo sen previo aviso,
frechazo sen campo de tiro.

Convertestes cada penedo nun panóptico,
sulfatástesnos o padal no tempo da colleita,
provocástesnos incendios na lingua.

Pero nós herdamos luvas de liño,
arados de ferro e dentes afiados
cos que abrirmos novos camiños,
e temos nas coxas un baile de san Vito,
un tangaraño no corpo que debería preocuparvos,

porque imos parir unha revolución entre o millo,

ímosvos mover todos, todos os marcos!



Antena panóptica


Nos nació una antena, un tótem descomunal
en cada colina, en cada costilla cartografiada,
un sistema nervioso de garitas,
una cordillera de amenazas,
un compendio de estalagmitas,
baluartes formando un asedio.

No estaban cuando hicimos las preguntas,
pero de pronto despertamos de una transición
y ahí estaban las ondas
atravesándonos como un seísmo,
vendiéndonos el derecho a la información,
el perfume de las mordazas,
matizándonos en las pieles la gama cromática de los cardenales,
una clase magistral sobre cómo atarnos los bozales
sin dejarnos llevar por la indignación.

Ahora tenemos hercios, vatios, amperios e imperios
coagulándonos los sembrados,
haciendo del vecindario una valla de alta tensión,
una advertencia de peligro de muerte,
una invitación a la desconfianza.

Ya no hay molienda sin parte meteorológico,
orgasmo sin previo aviso,
flechazo sin campo de tiro.

Habéis convertido cada peña en un panóptico,
nos habéis sulfatado el paladar en el tiempo de la cosecha,
nos habéis provocado incendios en la lengua.

Pero nosotros heredamos guantes de lino,
arados de hierro y dientes afilados
con los que abrir nuevos caminos,
y tenemos en los muslos un baile de san Vito,
un tangaraño en el cuerpo que debería preocuparos,

porque vamos a parir una revolución entre el maíz,

vamos a moveros todos, todos los marcos!




Carlos Da Aira

miércoles, 25 de julio de 2018

VOCES DEL EXTREMO: MUJERES Y POESÍA. ¡¡¡¡EMPEZAMOS!!!




ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER, VOCES DEL EXTREMO:

MUJERES Y POESÍA


Moguer, del 25 al 28 de julio de 2018




MIERCOLES 25 DE JULIO

11’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Inauguración de Voces del Extremo: Mujeres y poesía
Inauguración de la exposición de Marcelo Díaz y Pedro Gómez:
El pulso armado
Inauguración de la exposición de Gonzalo Ahumada Parra: Pinturas

11’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Ana Ares – Berta Piñán - Diana García Bujarrabal -
Paco Moral. Mujer, género y poesía

12’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Ramón Ruiz
Chía Giraldez Tinoco
Pilar Redondo
Juan  Calle
Pepa Virella
Javier Arnaiz

13’30. Fundación Zenobia y J.R.J.
Dante Medina. Querido amigo, JRJ, hoy tan cercano

18’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Concierto: Manuel Batista. Huelva a través de su fandango

18’30. Fundación Zenobia y J.R. J.
Isabel Rivas Etxaniz
Olga María Echavarría
Luis Ascaso
Iosu Moracho
Conrado Santamaría
Amalia García Fuertes

20’00. Plaza de las Monjas
Eladio Méndez
Montse Grao
Cristian Esteban Martín
Ángeles García Pérez
Laarbi Ghajjou
José Luis Piquero
Yolanda Ortíz
Javier González
Eva Vaz

21’30. Plaza de las Monjas
Eladio Méndez. Sangre Inocente

00’00. Casa Natal de J.R.J.
Cine. La España profunda: de Ortega y Gasset a Rocío Jurado, de Isaías Griñolo

01’00. Fuentepiña.  Aquelarre. Filmación y lectura en abierto para brujas, silenos, bacantes, sátiros, duendes, yoginis y chamanes


JUEVES 26 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués
11’00. Casa Natal de J.R.J.
Mei Vidal
Javier Dámaso
Luis Vea

11’30. Casa Natal de J.R.J.
Rafael Calero. Las poetas beat

12’30. Casa Natal de J.R.J.
María Cano
Diana García Bujarrabal
Clara Arregui
Rufino Hernández Escudero
José Carlos Rosales
Carlos Da Aira

13’30. Casa Natal de J.R.J.
Milena Rodríguez. Poetas cubanas contemporáneas

18’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Manifiesto de Escritoras Canarias

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.
Dante Medina
Antonio Ramírez Almanza
María do Sameiro Barroso    
Berta Piñán
Isabel Martín
Antonio Martínez i Ferrer
María Ángeles Pérez López

20’00. Plaza de las Monjas
Eladio Orta
María Luisa Domínguez Borrallo
Sagrario Manrique
Mecha Ribas
Mezouar El Idrissi
Esteve Boch de Jaureguízar

21’00. Plaza de las Monjas
Concierto: Marc García Arnau. Homenaje a Brassens

00’30. Peña del Cante Jondo
Teatro. No me agradezcan la visita, de Dante Medina

VIERNES 27 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués
11’00. Casa Natal de J.R. J.
Performance La jaula del corazón, de Tarha Erena Sarmiento

11’30. Casa Natal de J.R.J.
Antología sobre la violencia contra las mujeres

12’00. Casa Natal de J.R.J
Concierto: Tomas Vera. Cantautor de acampadas

12’30. Casa Natal de J.R.J.
Miguel Ángel Pozo
Paco Prados
Rafael Santana
Luz Cassino
Pilar Aranda
Milena Rodríguez

13’30. Casa Natal de J. R. J.
Laarbi Ghajjou. La poesía femenina marroquí ante el reto de la modernidad

18’00. Fundación Zenobia y J.R.J.
Presentación de la revista Alameda 39
Presentación de la revista Azharania

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.
Presentación de Resurgencias. 35 maneras de manar

19’00. Fundación Zenobia y J. R. J.
Mohamed Abid
Ferran Aisa
Gema Estudillo
Ana Ares
Enrique Falcón
Montserrat Villar González

20’30. Plaza de las Monjas
Eloisa Galindo
Belén Valiente
Fátima Bennis
Uberto Stabile
Carmen Herrera
David Trashumante

21’30. Plaza de las Monjas
Concierto: Carlos Ávila. Justicia Poética

00’30. Peña de Cante Jondo
Concierto: José Caraoscura + Mhijea. Cuando la veo de vení

01'00. Peña de Cante Jondo
Carmen Barranco
Rafael Calero
Olalla Castro
Antonio Revert
Francis Vaz
Paco Moral

SÁBADO 28 DE JULIO

10’00. Poesía en la calle. Inicio en Plaza del Marqués
11’00. Casa Natal de J.R. J.
Ángeles García Pérez. Cuerpos y voces por otra imaginación política

11’30. Casa Natal de J.R. J.
Rafael Calero. Mujeres, música y contracultura en España

12.00. Casa Natal de J.R.J.
Esther Sanz
Francisco Álvarez “Koki”
Teresa Ramos
Manuela Parra
Carlos Ávila
Ányelo Fernández

13.00. Casa Natal de J.R. J.
Manuela Parra. Pintores republicanos en los campos de concentración en Francia: obras y mensaje

13.30. Casa Natal de J.R. J.
María Ángeles Pérez López & Monserrat Villar. Genialogías: génesis de una reivindicación

18’00. Casa Natal de J.R. J.
José María García Linares. La poesía de Begoña Abad

18.30. Casa Natal de J.R. J.
Carmen Ramos
Isabel Hualde
Maribel Díaz
María Gutiérrez
Acoyani Guzmán
Daniel Macías Díaz

19’30. Plaza de las Monjas
Elisa Torreira
Elisa Rueda
Eloisa Alba
José María García Linares
Javier GM
Ángel Calle

20’30. Plaza de las Monjas
Ai-el-ela-Pandereteiras

21’00. Plaza de las Monjas
Concierto  de Gloria Cabrera, Tomás Vera, Étel Santos y David Perdomo. Los Cantos del Desencanto.  

19’00. Ayamonte. Casa Grande. Sala Gómez Feu
Mario Rodríguez - José Cruz - Pedro Ojeda
Pedro Tavares - Isabel Martín - David Trashumante 

23’00 FIESTA LA POESÍA. Casa de las Retamas (Isla Canela)
Proyección: Vidas suspendidas, de Paco Volante
Presentación del libro de  Isabel Martín. 90.3 de vaciante
Kabaret Baraka: Verónica Ramírez Buigues -voz-, Fernando Barbero Carrasco -flauta y voz
JAM POÉTICA CON TODOS LOS PARTICIPANTES.
DJ’s: Sebastián Miravent, Antonio Miravent, Paco Nieves,
y Antonio Cabrera.

THE BOOKSMOVIE. La Fonoteca de Poesía,
participará en el encuentro grabando la voz de los poetas participantes.






















martes, 24 de julio de 2018

LAS LUCIÉRNAGAS MUEREN EN EL FRÍO DEL MUNDO de FERNANDO CALVO GARCÍA -fragmentos-




Para que haya justicia
lo mejor
es que todos comamos
todos los días.
Ese día puede ser un gran día.


***

La mentira es
la pura verdad,
la única verdad,
la mentira verdad.

***

Uno tiene los años
que ya no tiene.


***

Por amor perdura el mundo.

***


Cuando voto no sé si soy libre.

***


Dicen:
Si te arrodillas y rezas irás al cielo;
pero en la tierra estar de rodillas es el
infierno.





Fernando Calvo García. Las luciérnagas mueren en el frío del mundo. 2018

lunes, 23 de julio de 2018

6 poemas de Las luciérnagas mueren en el frío del mundo de Fernando Calvo García




Mi ropa colgada,
la miro.
Yo desnudo.


***


El dolor de otros
llama a mi puerta.
No tengo cerraduras.


***

En el cajón del armario
las cosas de mi padre
olían a tiempo.


***


Por la palabra salgo de la oscuridad.



***



Un verso es un pájaro que canta en el
vuelo del viento.


***


El silencio sigue creando.



Fernando Calvo García. Las luciérnagas mueren en el frío del mundo. 2018



domingo, 22 de julio de 2018

4 poemas de LAS LUCIÉRNAGAS MUEREN EN EL FRÍO DEL MUNDO de FERNANDO CALVO GARCÍA




¿Cómo volver a los caminos de polvo
donde se han borrado, ya, mis huellas,
donde nadie me recuerda
ni nadie me espera?

El olvido y el silencio
son niebla de asalto.

No hay un mañana para mí
en mi tierra.

Tan lejos, la memoria
resucita el paisaje
abriendo una puerta para ver
mi breve historia.

Ya me ha alcanzado la edad;
hay pocas cosas interesantes
que me suceden
y me sucederán.


***


Sentado en un banco
A cierta edad
uno se sienta en un banco
para que el sol le caliente sus manos.

Agacho la cabeza,
miro el suelo.
Sobre mí vuelan los pájaros,
vuela la luz.

Se apaga la tarde,
hay noche.
Solo se espera la muerte.

Caronte siempre en su barca,
aguarda...
para llevarte a la otra orilla.

La memoria hace balance,
los espejos reflejan los recuerdos.
Solitario, en silencio...
el vacío, la nada, crecen...

Todo se apaga,
no hay camino.
Una flor sin pétalos
en el último jardín.

Es todo lo que queda:
un no.


***


Feliz Navidad

Salí a las calles,
el cielo estaba rojo,
el sol casi escondido
en una ráfaga de sangre.

Caía la tarde
y en mí se hacía la noche.

Un resplandor en el horizonte
daba fin a otro día.

En medio del frío regreso
a mi casa.

Queda la calle solitaria,
sólo un hombre envuelto
en una manta y cartones
bajo los soportales.

Dormirá con escarcha
en sus párpados
y fría su sangre.

Cuando despierte por la mañana
su cuerpo estará tatuado de rocío.

Nosotros, al levantarnos,
nos diremos Feliz Navidad.



***


Hablaba, creía que era libre;
pero decía lo que ellos
querían que dijese.

Cuando fue libre no sabía qué decir
y guardó silencio.



Fernando Calvo García. Las luciérnagas mueren en el frío del mundo. 2018
Fotografía de Juan Sánchez Amorós


sábado, 21 de julio de 2018

3 poemas de A PESAR DEL MURO, LA HIEDRA de ALBERTO GARCÍA-TERESA




CCTV PATROCINA ESTA DEMOCRACIA



La cámara de seguridad dice que soy un ciudadano ejemplar;
opinión televisadamente creada, susurrada con convicción cada cuatro años,
paseo dominical sin pausas en espacios abiertos
y uso exclusivo del idioma patrio y el léxico imperial.

La cámara del banco remarca que me endeudo adecuadamente.

La cámara de la tienda me reconoce y me saluda
como buen cliente satisfecho en la insatisfacción aspiracional;
tentetieso consumidor de cesta siempre por llenar
y catálogos desechables.

A su vez, la red de monitores del centro comercial afirma
que soy un consumidor complaciente:
siempre alcanzo a lo que llego
y leo lo que me entra por los ojos.

Las cámaras me retransmiten mi vida
para que no pierda detalle.

Recuerdo que, de niño,
aquellas cámaras sólo querían arroparme
con sus cátodos y sus luces de algodón.

En las esquinas, las cámaras me ayudan a superar la soledad.
En el trabajo, me protegen de la solidaridad y del pensamiento
de mis compañeros.

Cámara Uno, Cámara Dos, Cámara Cuatro:
Sonreímos. Sabemos lo importante que es salir guapas por la tele.




***

A base de trascender
y trascender,
han ido dejando atrás
su cuerpo, sus emociones,
el vestido de sus angustias.

Sin embargo, cuanto
más trascienden, cuanto
mayor espiritualidad
exhalan, más apelan a un mapa,
al orden de los huesos,
al color de las uñas,
al trazo que puede dibujar
el vello de nuestros vientres.

Proclaman descarnarse,
repudian la epidermis,
pero continúan tratando de dictarnos
los manuales de Biología.


***

DEMOCRACIA PARLAMENTARIA



Cuando termina el tiempo del recreo,
las élites recogen el balón
y se lo llevan a su casa.

Nosotros,
como siempre,
felices por haber correteado un rato,
por haber ganado incluso el partido,
nos quedamos mirándonos sonrientes
y continuamos apuntalando porterías,
alisando el campo, trazando unas líneas
que siempre nos dejan
fuera de juego.


Alberto García-Teresa. A pesar del muro, la hiedra. Huerga & Fierro, Ed. 2017

viernes, 20 de julio de 2018

3 poemas de TRAZADO DE LA PERIFERIA de MARÍA ÁNGELES MAESO







Algo fermenta
entre barriles de pólvora
ya catapultada.

Disparan
sin miramientos.

Algo te alcanza.

Enciende esa rosca de lunático reptil
amplificado por el miedo.

Entra en su levadura
y dale nombre justo a tu sonrojo.


 ***


Se contrae y excede a tal velocidad
que no puedes distinguir cuál es su contenido.

Fue preciso llorar como un payaso
desnudando, capa a capa, la cebolla. Ras-ras
de minúsculas patitas
de animales de una hora.

El machetazo le amputaba o hería gravemente las muñecas.

Fue preciso seguir oyendo el silencio endurecido
con que la flor del azafrán se agarra al suelo.

Esa flor tan cara de los huertos de la infancia,
esquilada sin piedad,  arreada por garrotes de pastor,
retando al alfiler que no se aleja.

Fue preciso ver rodar, entre la nieve, élitros
y antenas por un luto a toda vela. Ras-ras

Y fue una risa radioactiva
de animales de una hora,
de minúsculas patitas,
lo que vino a guarecerse
en estos pabellones auditivos de extrarradio.

***


No quiero comprender.
No quiero un ranking de lugares para la muerte
ni más calles cruzadas de puntillas,
con voces de aluminio o papel de lija.

Mis hijas viven aquí, son hermosas.
Creen cuanto les prometí de esta pelota
que se desinfla.

Alto y limpio es el tronco de los robles, les dije,
más verde y más claro que la luz de las farmacias
y las pantallas de los cajeros automáticos.

Pero basta preguntar por las aves de presa
para que la nube quede acuchillada.

Y no es una juerga que les den con púas de fiebre
o botas reforzadas. Ras-ras

Sucedió una vez. Y qué creíais, gritó un ángel de hierro,
¿acaso estar a salvo en un arca de cuarenta días?

Ahora inicia la médula su arritmia
y el propio infierno nos entretiene.


María Ángeles Maeso. Trazado de la periferia, 1996. 2ª edición, Marisma, 2018