documentos de pensamiento radical

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miércoles, 29 de enero de 2025

Elogio del horizonte

 




Miro todos lo días los ojos de un hombre que está en el agua, no hay ni uno solo que no celebre quien se llevó la bala de aquella casa,

mantener el equilibrio sin poder decir mi nombre, no se me olvida que solo soy polvo,

tampoco aquello que nos dijiste cuando uno está contra las cuerdas

ni el gesto que hay que poner para lanzar una piedra.


Acá dando de comer a los pájaros,

escuchando como respiran las paredes,

mirando por la ventana,

todos los días,

nada más amanecer,

un hombre se lanza al agua,

sea agosto,

sea enero,

corre por el río,

por las calles,

dando señales de sí mismo,

gritando al aire:


¡Dadle una patada en el culo a vuestra infancia!

¡Que nadie más se atreva a convertiros en tinta!


Los niños y niñas siguen un hilo,

las guerras siguen un pañuelo blanco,

el prestidigitador nunca se fue,

a la luz del fluorescente mosquitos y polillas.

En Berlín hubo un muro que ya no está,

en Dakota del Sur corren los caballos por las llanuras de Oglala,

en Mathausen cuando llegaba el sábado los rapaban a cero,

con el pelo se forraban las botas de los soldados,

no confundas cambiar titulares con cambios,

en el matadero res y verdugo son lo mismo,

carne de la que alguien se alimenta.

Todas las mañanas quien salta al río,

lo leo en sus ojos,

busca en las aguas el perdón de los hombres,

nunca el perdón de Dios,

harto de construir una civilización ajena,

vuelve a gritar:


¡Devolvedle al papel su condición de árbol



Siempre hay un camino de regreso a casa,

un tren que no incluye pilas,

un estío en una isla,

un punto que nos ancla,

aquello que conservamos del naufragio,

el arte de hacer bronce,

la trayectoria de una honda que vence a Goliat, escribir lo vivido.



Desde mi ventana,

cada mañana,

veo los ojos de un hombre que se lanza al río, que corre por las aguas,

que salta la alambrada que separa la escuela del ejército y

se va tras el horizonte volviéndose un niño.


Esta mañana,

al abrir la ventana vi una cometa,

bajo ella se escuchaba una voz:


¡Tú, poeta,

no se te ocurra nunca ponerte a disparar o dejar que otros lo hagan por ti contra los pájaros de tu cabeza!

 

 

Andrés Izu. En: Un abrazo fuerte. Homenaje al poeta David González. Ed. Pregunta, 2025

Ilustración: Carmen Pascual. s/t. por gentileza de la Galería Fernando Serrano.



martes, 28 de enero de 2025

FUNDIDO DE CONCIENCIA

 



 

¿Qué echarás más de menos

en la megamazmorra del alba del infinito,

a mi madre o a tu gorra roja?

 

Ya, no te hacen falta ninguna de las dos,

es lo que tiene estar fuera del mundo

y haber perdido todo interés

por los documentales de bichos

o las películas del oeste.

 

Pero, ¿en qué orden

se producen las cosas?

 

¿Qué será lo primero que se pierde,

la inocencia, una bicicleta azul,

una camiseta del Barcelona

o aquel perro que sigue ladrando

en el puente de Brooklyn?

 

Supongo que es que empiezas a perder

y cuando te quieres dar cuenta

ya estás perdido del todo.

 

Tal vez por eso tu memoria era prodigiosa,

pensabas que quien recuerda

no puede morir,

porque quien no recuerda nada

es como si ya estuviera muerto,

 

pero la realidad es que

no todo depende de ti,

solo cuando alguien te observa

tu forma se consolida

y puedes entonces volver a la vida.

 

¿En qué sueño andarás

pensando que todo lo que vives es real?

 

¿Chamariz volando sobre los naranjos del huerto de La Carnicera,

rosa amarilla del corral en trencadís de la casa de la Friseta,

mota de polvo iluminada por el proyector del cine Central,

mojarrita del primer sol del verano que se deja llevar hasta la orilla

donde mi madre me sostiene mientras estoy chapoteando en un charco,

niño que vienes de la mano de la tuya para que conozca al anciano que eres,

arcilla, buey pío, grano de sal, aquella hoguera, lluvia sobre el bosque,

carbonilla gris de un tubo de escape?

 

No, yo te veo de piel roja,

cabalgando a lomos de un caballo aleatorio,

acercándote entre gritos hasta este mundo,

en medio de una gran polvareda,

tirar de las riendas del corcel cuántico,

echarnos un rápido vistazo

y a continuación decirles a tus amigos:

 

-¡Vámonos, están todos muertos!


 

Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2024

 

lunes, 27 de enero de 2025

9 ARIFALOSCOPIOS de RAFAEL ALCALÁ


 

ARIFALOSCOPIOS, POEMARIO DE RAFAEL ALCALÁ

Penúltima entrega; siempre es la penúltima, del ilustre poeta Rafael Alcalá. Ni aforismos ni greguerías, ni sentencias ni máximas ni dichos. Arifaloscopios, así denomina el autor a las precisas miniaturas rebozadas de ironía, misterio y un destello de poesía. En el prólogo se explica con detalle el origen de tan peculiar denominación. Resultados de su observación diaria, de su lucidez poética, del afán de comprensión de sus iguales y contemporáneos, de una fina sensibilidad que abarca un surtido generoso de temas, siempre con un leve toque social, como nos tiene acostumbrado el bardo. En otras ocasiones el fruto del desencanto, de la tristeza, de la necesaria amargura que conlleva la experiencia. Sabia combinación que nos invita a la reflexión, siempre con una contenida sonrisa en los labios.

Obra personalísima, de una madurez exquisita, de arriesgado virtuosismo, un servidor diría que casi suicida, más aún en los tiempos que corren. Merecen la pena dedicarles una tarde de apasionada lectura. Un estupendo remedio contra el aburrimiento y la mediocridad imperantes.

                                          Manuel Pozo




26
El tiempo pasa emitiendo rugidos, pero sólo al final se oyen con claridad

29
¡Gracias al móvil hemos llegado a Babia!

113
Amar es un verbo que se conjuga con altibajos

117
Se casó un veintiocho de diciembre y la novia dijo ¡sí!

139
La soledad no existe mientras yo esté conmigo

192
La desesperación desesperada: “Todos nuestros agentes están ocupados.

197
Juan alicata un cuarto de baño a ciegas. Pero jamás podrá estrechar la mano de un presidente de gobierno, y quizá tampoco la de un rey o reina.

253
Se desplaza, sangrando, de un sitio a otro, como si sufrieses una tragedia hispana. Y no encuentra morada donde poder cobijarse.

254
Ese hombre posee una inmensa fortuna y no lo sabe; abre cada mañana un grifo por el que sale un luminoso chorro de agua.
 
 
 
Rafael Alcalá. Arifaloscopios. 2024

 

domingo, 26 de enero de 2025

Poema niño





Todo duerme
y se despierta
contigo

El gallo te imita
El gato te contradice

Los naranjos te llaman
y tú los llamas,
y el perejil te peina,
y la abeja
—imprevista como el amor—
vuelve al peral,
y el cordero es tu pueblo,
y la luz te imagina,

y el mundo que faltaba es este



 

Fruela Fernández. Corrige los nombres. Ed. La Bella Varsovia, 2023

Ilustración de Matilde Granado Belvis

sábado, 25 de enero de 2025

2 poemas de “cartografía de la derrota” de josé pastor gonzález

 



tabla de mareas


Nada es urgente

Nada salva de nada.

Manuel Lombardo Duro Música de hielo



en las orillas

de estos mares

donde me ha arrojado la vida

me dejo mecer por las mareas

y recojo

todo lo que el mar se tragó

y ahora se empeña en devolver:

sirenas enganchadas a la culpa

cristales de colores que son esmeraldas

castillos de arena

estrellas de mar expulsadas del paraíso

monedas antiguas para comprar la libertad

cuerpos sin identificar devorados por los peces y el olvido

recuerdos de sal y piedra

poemas sin terminar

piratas ahogados en sus penas

trozos de libros que son mapas

y trozos de mapas que son libros

pateras caparazones caballitos de mar caracolas

colillas peces de colores plásticos

suicidas con mil y un motivos

botellas sin mensajes

plumas de animales mitológicos

flores y frutos exóticos

algas que huelen a madera podrida y derrota

madera podrida que huele a sexo y salitre

dientes de tiburón que son colgantes aretes recuerdos

delfines tortugas serpientes que podrían ser tatuajes amores

canciones

... es hermoso

hermoso y frágil

y me dejo llevar por las olas

me dejo arrastrar

porque para eso hemos quedado

para recoger los restos de los naufragios

después de la tormenta

y que estos

sean nuestros más preciados

tesoros







bocabajo

vivo como escribo

con tachaduras tachones y herrores ortográficos

en papeles sucios y con letra pequeña

con rabia y sin tapujos

vivo como bebo

a tragos largos

con ansia

como si no hubiera un mañana ni resacas

vivo como fumo

como si me fuera la vida en ello

y sin esperar nada

vivo como leo

sin cánones

sin orden ni concierto

sin militancias

vivo como amo

desnudo

como un animal salvaje

y solitario

vivo como viajo

en pleno invierno

a salto de mata

por atajos y veredas

y donde no va nadie

vivo bocabajo

y a destiempo



cartografía de la derrota” josé pastor gonzález (Éditions az’art atelier) https://www.azartatelier-editions.com/livre/cartografia-de-la-derrota-de-jose-pastor-gonzalez/



viernes, 24 de enero de 2025

ALARMAS DE ULTRADERECHA vs. CONFIANZA DE EXTREMA IZQUIERDA



 

 

 

España es el cuarto país del mundo con más alarmas de seguridad instaladas después de Estados Unidos, Japón y China.

 

Diego Delgado. Alarmas de ultraderecha y violencia rentable. CTXT

 

*

 

En 2022, los desahucios (38.266) multiplicaron por quince las usurpaciones de viviendas (255), las okupaciones no llegaron ni al 1%.

El Diario.es

 

 

 

 

 

Dicen que ser libre es vivir sin miedo, `

pero hay dos formas de encarar el miedo.

 

Una es llamar a las empresas asustaviejas

para que llenen tu casa de alarmas, censores

y cámaras de videovigilancia.

 

Sólo las dos más conocidas

gastaron el año pasado trescientos millones de euros

en todólogos, perrodistas, prensa y televisión

para extender la psicosis colectiva del miedo

al inmigrante, al pobre y al perroflauta,

mientras sostienen a movimientos neonazis

y hacen estupendos regalos a partidos conservadores.

 

La otra opción es combatir el miedo con curiosidad,

lecturas, empatía y solidaridad.

 

La primera opción no te libra del miedo

más bien te acoraza frente a él.

 

La segunda opción es más trabajosa

pero infinitamente más necesaria,

más humana y enriquecedora.


 


Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2024

jueves, 23 de enero de 2025

CLANDESTINO

 



Es el mejor resumen que yo he escuchado. Una canción. Apenas dos minutos y medio. Manu Chao. Año 1998. “Solo voy con mi pena. Sola va mi condena”. En esos sencillos versos se condensa uno de los principales problemas mundiales del s. XXI. La inmigración. La inhumana desigualdad del sistema capitalista. El norte rico y el sur pobre. Las Mafias y la extrema derecha. El miedo al diferente. Las migajas de la clase media. “Me dicen el clandestino por no llevar papel”.

 

Existen alrededor de 120 millones de refugiados en el mundo, según ACNUR. Personas, mujeres, hombres y niños, que huyen de la guerra, de la persecución política, del hambre. Personas, mujeres, hombres y niños – repito – que dejan casa, familiares y amigos para embarcarse en un viaje de miles de kilómetros y de futuro incierto, donde espera la muerte muchas veces, y el abuso, la violencia y el sufrimiento casi todas. Personas, mujeres, hombres y niños – repito una vez más – que no son recipientes vacíos, no son solo un amasijo de piel y huesos; piensan, sienten, ríen, lloran, aciertan y se equivocan, tienen una vida, en definitiva, ni más ni menos que las personas que esperan en esos países extraños a los que llegan para convertirse en extranjeros, ilegales, ciudadanos de segunda, clandestinos. Europa, Reino Unido, EE. UU., son el paraíso, la utopía, la sociedad sin mácula, el epítome del progreso y la libertad. África, América latina, son el submundo de donde una legión de infraseres (terroristas, delincuentes, asesinos, violadores) emerge del lodo, de las alcantarillas del planeta, para robarte el trabajo, las ayudas, tu cultura, y después de comerse a tu mascota, instaurar un nuevo reino donde Mordor parezca un mal chiste a su lado.

 

Creo que Trump, Meloni, Bannon, Abascal o Feijóo aplaudirían estas últimas líneas. Les ha costado mucho implementar eso que el posmodernismo ha dado en llamar “el relato”, en su caso, hacer pasar por algo natural lo que no es ni más ni menos que el fascismo tosco y criminal de hace 100 años, la solución final de los nazis, sin uniforme ni bigotillo, pero con traje y corbata (y pelo naranja). Así que me los imagino sonriendo, con copa y puro en algún reservado de lujo (y sin cobertura), gastando bromas con los CEOS de las empresas más importantes, sin el disfraz, a refugio y sin embargo desatados, comprobando como las clases medias de las sociedades avanzadas han comprado el marco y se están comiendo el cuadro entero.

 

Hace poco escuché al periodista Quique Peinado contar cómo bajó una tarde a tomar un café en su barrio, Vallecas, y le atendió una camarera sudamericana que lucía orgullosa en su muñeca una pulsera con el logo de VOX. “Nos vamos a tomar por culo”, concluyó el periodista. Creo que no hay ejemplo más claro del triunfo de ese “relato” que decía más arriba. Y la verdad es que esa anécdota me hizo pensar y observar cómo era el día a día a mi alrededor. Una chica dominicana cuida a mi abuela. Una camarera peruana me sirve el almuerzo en la pausa del trabajo. Unos chicos colombianos me están reformando el baño. Y mientras una mujer boliviana limpia mi casa, bajo a comprar fruta en la tienda de los pakistaníes y pinzas en el “chino” de la esquina. Africanos, latinos y asiáticos vienen a “mí país” a robarme el trabajo y quedarse con las ayudas (sí, la contradicción es admisible), ocupan las pistas de fútbol de los polideportivos y violan a las mujeres en manada, sobre todo si son menores. Mi vida y el relato se entrecruzan en una especie de juego de espejos donde ya parece imposible separar la realidad de su reflejo perverso, como si todos tuviéramos un “doppelgänger” que embarrara el terreno de juego y nos hiciera perder de vista dónde está la portería y quién domina el balón.

 

Mi día a día. Tu día a día. El día a día de todes. “Relato o Muerte” corean desde el paleolítico del s. XXI. Consignas, nuevas palabras o palabras antiguas que ahora significan otra cosa, marcan la agenda, construyen discursos y muros externos e internos, nos envenenan la sangre y dibujan un futuro repetido tantas veces que ha perdido ya toda fuerza revolucionaria. El último contra el penúltimo. No han inventado nada y aun así les funciona.

 

Recuerdo a Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, gritar como una escuadrista algo pasada de birra Moretti lo orgullosa que estaba de ser mujer, madre y cristiana. Le faltó añadir “y fascista”, pero no le hacía falta, porque de eso no tenía ningún complejo. ¿Y qué tiene de cristiano construir un campo de concentración en Albania para los inmigrantes que expulsa de Italia? ¿O pagar a la arruinada Túnez millones de euros para que haga de policía fronteriza con la inmigración subsahariana y envíe a morir en el desierto a miles y miles de - una vez más - personas, hombres, mujeres y niños? La ruta del Mediterráneo Central cerrada, Von Der Leyen aplaudiendo aliviada y mientras tanto las Islas Canarias sobrepasadas por el aumento de la inmigración de la ruta del mediterráneo occidental como consecuencia de las maniobras de la rubia groupie de Mussolini. Y el relato saltando de móvil en móvil y de televisor en televisor como decían que hacían las ardillas en este país tiempo ha, de árbol en árbol y sin tocar el suelo.

 

En definitiva, el inmigrante como problema. O como gasolina para el relato. O como chivo expiatorio. La derecha política lo ha entendido perfectamente mientras la izquierda se rompe o la rompen en mil pedazos y sucumbe por incomparecencia. Con el terreno despejado, las mentiras ni siquiera tienen que disimular. Como en esa viñeta en la que una niña le reprocha a su padre, que está mirando el televisor, que lo que están contando es falso, a lo que su progenitor responde: ¡cómo va a ser mentira si dice lo que yo pienso!

“La falta de esperanza”, me dijo hace poco un buen amigo cuando le pregunté como podía ser que cayéramos en una trampa tan burda. “La gente ha perdido toda esperanza y le da igual ya todo”. La vivienda, el aumento de los precios, la covid y el confinamiento, la crisis energética… El capitalismo exhalando sus últimos suspiros y los monstruos de Gramsci apareciendo por centenares alrededor del mundo. “Tú enganchado al fentanilo y que piense la big data”, cantan los geniales Def con Dos en su último disco. Nada más esclarecedor para definir a la vieja Europa mientras la marea arrastra cadáveres de niños a nuestras playas.

 

“Soy una raya en el mar/ fantasma en la gran ciudad/ mi vida va prohibida/ dice la autoridad”, cantaba Manu Chao, mientras se reían de sus pintas y del multiculturalismo. Veintipico años después nos gobiernan los del saludo romano con los votos de las clases medias desclasadas y temerosas de perder lo poco que tienen, a manos de las hordas salvajes de inmigrantes que nos invaden.

 

Y a mí esta historia me suena..



Zumbirock  @zumbirock  

 

gracias al fanzine INFIERNO SUAVE, Nº. 22. 2024 por dejarnos reproducir el texto. Si estás interesado en el mismo ponte en contacto aquí: infierno_suave@hotmail.com

También en: Instagram: @fanzineinfiernosuave


miércoles, 22 de enero de 2025

Nuestros muertos




No caben más muertos bajo la alfombra 

y empiezan a acumularse 

y a llenar nuestro salón de cuerpos.

No caben ya en Bangladesh, 

el Congo, Oriente Medio…

y tenemos que pasar 

de lado al baño 

para no pisarlos. 

Hay algunos que incluso 

se pasean por nuestros barrios 

a medio morir.

Es fácil reconocerles,

llevan el mar en los ojos

y rezan a dioses muertos.

Son el proletariado del capitalismo global,

nuestros muertos necesarios.



Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

martes, 21 de enero de 2025

Tecnoesclavitud



Google es el Gran Hermano,

Amazon, el yonki que te consigue lo que quieras,

YouTube, la bola de cristal que certifica que existes,

Zuckerberg, el friki de clase que no se comía nada, 

Apple, el pijo progre, 

Microsoft, el que copiaba los trabajos 

y los presentaba como suyos, 

Tiktok, el colega hiperactivo que no te escucha, 

Alibaba, el que no podría tener mejor mote,

y Spotify, el que te deja tocar en su bar, 

no te paga, pero así te promocionas;

Y nosotros quienes trabajamos para todos ellos,

a tiempo completo y sin sueldo.


Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

lunes, 20 de enero de 2025

Una tele a color




Los supervivientes a la posguerra nunca olvidaron el hambre,

sólo ellos saben lo putas que las pasaron.

Con los años nos atiborraron de banquetes multitudinarios,

navidades excesivas 

y platos de puchero en “tapers” nacidos de sus despensas 

y arcones imposibles de vaciar en décadas.

Consiguieron que en nuestra infancia no faltase de nada 

cuando en la suya había faltado casi de todo.

Nos compraron una tele a color,

fueron nuestros reyes magos 

y nuestros profes de apoyo sin apenas saber leer. 

Costearon álbumes de cromos, figuritas de indios y vaqueros, 

tebeos y campamentos donde fuera,

más tarde también nuestros vicios, nuestros estudios,

y hasta algún mes de hipoteca si hizo falta.


Aquella generación del hambre es, hoy, 

la generación del colesterol y del síndrome de Diógenes.

La sobriedad es vista como un fantasma, 

o una enfermedad, 

o una vuelta a las cavernas,

aunque siguen sin usar el lavavajillas que tienen desde hace años.

No nos faltará un plato en su casa mientras no nos falten,

esto no es Inglaterra.



Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

domingo, 19 de enero de 2025

Invisible




Lo que no se paga es invisible:

una conversación, 

si no es con el psiquiatra,

un paseo, 

si no es en un parque temático,

el tiempo, 

si no es productivo,

los cuidados, 

si nadie está cobrando por ellos.

Y lo que es invisible no existe.

Aun existiendo.


Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

sábado, 18 de enero de 2025

África



En África ya sabían pescar,

pero les hemos robado el pescado.

Usamos su gas, su coltán, su níquel,

su cobalto, su oro, su trabajo...

Les acusamos de mafiosos

pero compramos sus recursos a mafias.

Les decimos que son holgazanes,

improductivos y violentos,

y les aseguramos que, si se esfuerzan,

podrán vivir como nosotros.

Sólo tienen que encontrar

de quién apropiarse de su pesca,

su gas, su coltán, su níquel,

su cobalto, su oro


y su trabajo.


Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

viernes, 17 de enero de 2025

Fugaz



La era de la comunicación es la era de la soledad,

de las estrellas fugaces en redes asociales,

del activismo desde el sofá,

de las horas menguantes,

la forma sin fondo,

el ruido, los fakes, 

los memes y los cibergurús,

en una sociedad búnker atrincherada tras su smartphone.

Para recuperar las relaciones sociales densas,

imprescindibles en cualquier proyecto transformador, 

podríamos comenzar por conocer el nombre 

de nuestros vecinos puerta con puerta.

No sé,

por empezar por algún lado.



Germán Ferrero. Presente Canibal. Ed. Lentas, 2024

jueves, 16 de enero de 2025

ENTRAR

 


Entrar suavemente dentro de lo dentro,

sí, de eso se trataba,

de aprender que cuando estoy dentro de ti

ya estaba dentro de ti,

 

gratitud.



Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2023

miércoles, 15 de enero de 2025

SPOT PUBLICITARIO

 



 

 

Leo:

 

Cumpla los cien frente a un Sony.

 

¿Habrá infierno peor?


 


Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2023

martes, 14 de enero de 2025

GREENWASIHNG

 


 

con Jorge Riechmann

 


 

Hoy, el consumo mundial de materiales alcanza la cifra récord de cien mil millones de toneladas al año (con cifras de 2017). El uso insostenible de los recursos destruye la biosfera y la corteza terrestre, pero el reciclaje se está reduciendo: de todo ese inmenso consumo de materiales (más de 13 toneladas per cápita, en promedio) sólo se recicla el 8’6% (y dos años antes era el 9’1%), así que la cosa va a peor.

 

Véase Damian Carrington, “World’s consumption of materials hits record 100bn tonnes a year”, The Guardian, 22 de enero de 2020

 

 

 

Reutiliza y recicla,

te dicen Coca-Cola, PepsiCo y Unilever,

las tres empresas que más residuos han arrojado a la naturaleza

en los últimos cien años.

 

Cuida el agua,

te dicen los freseros de la corona hídrica de Doñana.

 

Conectamos personas preservando el medio ambiente,

te dice Amazon, Hauwei, Samsung,

Vivo, Google y Sony, cada uno en lo suyo,

las seis empresas más contaminantes del mundo.

 

Apuesta por la movilidad del futuro,

te dicen los fabricantes de coches.

 

Consume responsable,

te dicen las grandes marcas de ropa

desde algún taller clandestino en el tercer mundo.

 

Respeta la biodiversidad,

te dicen PetroChina, Shell, Exxón Mobil y Total

que han sido los encargados de destruirla.

 

Promueve la eficiencia,

te dicen las compañías aéreas.

 

Usa energía limpia,

te dicen los propietarios de centrales nucleares.

 

Impulsamos la investigación,

te dice el Ministerio de Defensa.

 

Mueve el talento,

dicen los programas del corazón.

 

Fomenta la economía local,

dice Mercadona.

 

Emprende sostenible,

te dicen los megaproyectos de minería a cielo abierto.

 

No te preocupes por nada,

y menos por el cambio climático,

lo solucionaremos encomendándonos a Dios

y quemando brujas,

te dice la ultraderecha.

 

Denegación,

distracción,

dominación.

 

¿Acaso es posible salir del capitalismo?




Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2023