documentos de pensamiento radical

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jueves, 21 de agosto de 2025

HAN FRACASADO




Han fracasado el estado del bienestar y la guerra contra las drogas.

.

La generación previa a la mía fue engañada,

hipotecaron sus vidas en sus trabajos soñados,

trabajos que ahora no les sacan de un mal sueño:

la pesadilla de ver lo que queda para sus hijas e hijos.

La primera generación que vivirá peor que la anterior.

.

El poder sigue encadenando cuerpos, cercenando cuerpos, encerrando vidas.

Las fronteras entre las clases se difuminan.

Dentro del mismo 20% de personas del planeta

están la clase alta, la clase media y la clase obrera.

El otro 80% no forma parte del contrato,

la inmensa mayoría que menos tiene y menos necesita,

sobre cuya paupérrima existencia nos apoyamos,

sobre cuya miseria edificamos nuestras bancas,

sobre cuyas cabezas pende el filo de la Economía.

.

La Historia sigue construyendo los relatos hegemónicos,

sigue escribiéndose en el centro de los mismos libros,

siguen los márgenes ardiendo y sus cenizas alzan vuelos

que se encienden al contacto con las utopías.

No son llegadas: son la brújula.

No son remansos de niñez ni orillas, las utopías

son y serán señales de por dónde ir, de dónde está el futuro.

Se suicidan más jóvenes cada día.

Se separan más parejas, poner punto y final a tantas cosas

no resultó jamás tan fácil, el último resquicio de la libertad.

.

La piel es nuestra última frontera.

El cuerpo, el último bastión de nuestra lucha,

cuerpo enfermo, cuerpo parto, cuerpo puta.


.

Perdimos la batalla dialéctica del discurso,

en el mar de ideas huérfanas naufragan las dicotomías,

buceamos en oleadas de aturdimiento y de ira feroz

mientras lo conductual engulle nuestras formas de expresarnos

y las plazas ya solo viven en sucedáneos.

.

En esa esquina hay un pobre que duerme en la calle porque los bancos

han expropiado su casa, los mismos bancos

que se arriesgaron demasiado en sus apuestas

y a los que rescató el Estado.

Sigue existiendo el Estado.

Y se alimenta de urnas, de niños muertos,

de reinas soldado y de hipótesis en las que matarías.

.

La crítica del arte se ha vuelto todo un arte.

Sigue habitando la esperanza en las metáforas, pero

la realidad encontró un símil en el hueco de las pantallas

y tiene pinta de querer quedarse ahí a vivir.

El enanito duende de los periódicos

se carcajea mientras esparce trampas entre las letras.

.

Asistimos a la final toma de pulso de un sistema que agoniza

con demasiada buena educación, sin hacer ruido.

Creíamos que si matábamos a dios mejoraríamos

y hoy ni somos media sombra de lo que fuimos,

solo atinamos en borracheras de LSD a remirarnos las manos,

como encontrando en ellas la identidad que nos borraron.

Tenemos nuestra agencia, toda la agencia, hecha miguitas en el fondo del bolsillo.

Se estrella al fondo el estruendo de un aullido.

.

En primer plano, el cinismo pare unos ojos ingenuos


y la inocencia se abre paso a través de fosas nasales

que alguien no tarda en tapar con una mascarilla.

.

«No quedan más existencias de repuestos en los almacenes».

.

Ha comenzado el espectáculo:

han fracasado el estado del bienestar y la guerra contra las drogas.



Maje Martínez

En: Voces del Extremo. Poesía y paraíso. Ed. ACSAL. 2025


miércoles, 20 de agosto de 2025

2 poemas de JESÚS GÁLVEZ OS




Publicidad

Alimenta y satura la boca de tu buzón,

también el electrónico.

Ojos en carteles gigantes te observan mientras conduces,

ella invade también las ondas de radio.

(Mal)nutren las revistas hasta que enferman,

también habita muy viva, en el cacharro de tu bolsillo.

Hay un poco de programación en la publicidad de la tele,

arma de destrucción pasiva.

En cualquier deporte ya hay más logos que superficie,

patrocinadores voraces, siempre insatisfechos.

Abajo, en el metro, decoran las paredes,

arriba en el cielo la exhiben los aviones.

Colonizadora y parásita a la vez,

megamaquinaria de la confusión.

Imposición bestial para que el mapa

sustituya al territorio.

La identidad es la del consumidor;

permanente estado de necesidad.

(También de necedad).

Muere por colarse en tus sueños,

si es que no lo ha conseguido ya.



Brujería

El fuego no se ha extinguido,

aunque sea en el mundo simbólico.

¿Acaso existe otro?

Palabras bárbaras,

tan tangibles que se pueden tocar.

La nostalgia de lo arcaico

se combate con cada iniciación personal,

a menudo salvaje,

siempre inesperada e imprevisible.

Túneles y conexiones imaginarías,

que nos lleve allí donde muera nuestra apatía

y deje lugar para esa unión sagrada

de imaginación y voluntad.

¡Viva!

Vuelan los drones de la muerte,

indiferencia y genocidios

Va la (des)información saturando, confundiendo,

Alimentando la ignorancia.

La tele miente

a bocajarro, sin piedad ni descanso.

Acelerado, todo siempre acelerado.

No caben los planes, solo los que son


a medida, pero...

releyendo un poema

que aislando la primera letra de cada verso,

una dirección asoma,

incluido el mensaje puro e importante.

Así, vuelve la esperanza.



Jesús Gálvez Os

En: Voces del Extremo. Poesía y paraíso. Ed. ACSAL. 2025

Ilustración de Antonio Gómez

martes, 19 de agosto de 2025

El apagón

 



 

Mientras conduzco de regreso a casa

voy escuchando en la radio noticias acerca de las causas

del apagón.

 

Si hubiera durado un poco más

habría cundido el pánico,

hubiéramos desvalijado los supermercados

y luego habríamos comenzado a matarnos unos a otros,

como buenos vecinos.

 

Dicen que fue porque producíamos más energía

de la que consumíamos.

Más oferta que demanda: un desequilibrio

en la balanza de pagos

que el sistema eléctrico no pudo soportar.

 

Ya te digo,

una vez más, nuestra sociedad, ha muerto de éxito.

En el fondo, ¿qué teníamos que temer?

 

Fueron solo unas pocas horas, desarropados.

Imposible pillar un catarro…

Unos trenes parados,

unos miles de viajeros contemplando el horizonte,

unos tipos encerrados consigo mismos en un ascensor metálico

como un ataúd sin luz,

unos respiradores que se agotan como pulmones sin aire,

unas cuantas evacuaciones escolares para regocijo de los pequeños,

algo de crueldad en los semáforos, vecinos sin paciencia,

y la comprobación de que nuestras vidas son frágiles y vulnerables

y que dependen de una tarjeta de banco operativa

que es lo que en el fondo, nos da la luz y el bienestar…

 

¡Ni siquiera se perdió la comida de los congeladores!

¡Ni siquiera hicimos acopio del tan necesario, papel higiénico!

¿Qué son seis muertos para una gran nación?

 

Los grupos electrógenos funcionaron en los hospitales.

No hubo delincuencia ni pillaje…

 

De acuerdo, los supermercados cerraron,

y los comercios. Sólo se admitía el pago en efectivo,

pero fue una suerte poder mirar a los ojos a la dependienta de la panadería

desde la perspectiva de las sombras que no alcanzan

la gracia de la luz.

 

¡Oye, la larga distancia arrancó a las pocas horas

y dicen que los Rodalíes ya circulan con la demora habitual!

 

Eso sí, para las distancias cortas,

aún tendremos que esperar a un próximo apagón

en el que la oscuridad y no la luz, deje de ser

una tentación…

 

Iosu Moracho Cortés

En: Voces del Extremo. Poesía y paraíso. Ed. ACSAL. 2025

Ilustración de Antonio Gómez

lunes, 18 de agosto de 2025

la palabra socorro

 



Nadie es una isla por completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de un continente, una parte de la Tierra. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la mansión de uno de tus amigos, o la tuya propia; por eso la muerte de cualquier hombre arranca algo de mí, porque estoy ligado a la humanidad; y, por tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas, porque están doblando por ti.

JOHN DONNE

I-.

ha quEdado sin herederos/ la palabra socorro/ auxilio/ amparo/ protección/ salvamento/ ayuda/ asistencia/ defensa/ subsidio/ limosna/

colaboración/ apoyo/ remedio/

en algún sitio se ha deshecho el principio de una bondad /recién parida en alguien

en un espejismo se ha quebrado/ entre los campos de la cebada/ en una tarde de abril El Amable.

como un papel desposeído     esta flácida humanidad

como un edificio sin columna vertebral este enjambre entre las ruinas

es la negación a ser madera para los naufragios

un jirón manchado        ensucia las nalgas del auxilio crece el exilio

crecen las pisadas en el asfalto y la palabra socorro ha dejado de ser efectiva a toda luz/se empequeñece en las sombras que avanzan en las carreteras por la vieja Europa. Es la pesadez del desaliento a cuestas.

El lobo de Pedro ha venido tantas veces a comerse a las ovejas que un lobo famélico y sentado en una silla/ ha dejado a las ovejas despedazarse entre ellas.

Las ovejas son otra clase de replicantes eléctricos.

II-.

La charca ha engullido los ecos        /        el trazo disforme/

bajo aguas tan leves

existe una corriente caníbal que todo lo engulle

a flote/ no quedan manos de corcho que nos salven

se andan ahogando prodigios y plegarias/ a la vista de john do[n]e*.

Nosotros no hemos diseñado microscopios para detectar/ visibilizar/ comprender el inmenso caudal del dolor humano ajeno que nos es ajeno y tardío nos escupe

el mismo que golpea a la mente nocturna como el pájaro terco busca una semilla prematura en la mitad del invierno/

la carpintería es en balde

ya han germinado las armas de destrucción selectiva.

la palabra socorro/ como un cristal dentro de los zapatos se clava/ incomoda/

lentamente avanza en vaivén/entre las arenas movedizas

se repiten las ausencias hasta la afonía

    en la marisma / se detiene/ se rinde/          una

realidad distópica/ un crujido

paralelo/ entre los tanques y los fuegos artificiales de julio El Bruto.

So far away.

III-.

como en una procesión la percusión de sus sílabas nos adormece /         los faroles no son farolas/ antes/

vía crucis/ amasijo sin relieve/ volumen/ fuerza/ sonido de madrugada azul.

se nos han ido quedando huecas las palabras de los unos para los otroslosotros/ para los otros/ losotroslosotroslosotros lo s o t r os

Nunca los otros soy yo / nunca los otros son los míos/ no soy tú.

IV-.

En un destierro                                  Socorro

camina

en un peregrinaje/ ampolla     y tropieza

buscando una escalera de peldaños suaves sin carcoma.

Socorro que va buscando la colina/ otra colina/

esa colina joven que le lleve a la colina alta que le acerque a una montaña primitiva

adonde tumbarse entre flores vivas despreocupada de la infamia

a una colina abierta como

se abre el vientre terrenal        a los que vienen/ benevolente           /a un útero de musgo cálido donde flotar acuáticamente.

 

—cuando no sea un plato de gato/ lamido por cien lenguas/ el llanto o la leche para la sequía—cuando la palabra socorro deje de ser un péndulo a la

deriva de un fuego cruzado

¿dónde podría ser vista

                     frente al gentío

                                                 e irreversible a

          nuestros     ojos?






Balbina Miño-Gómez. arina. Ediciones La Palma, 2025

 

domingo, 17 de agosto de 2025

sudor

 



sudor limpio sudor blanco sudor en la casa a salvo

jazmín lava las lágrimas        

tres cuatro /ante/

como la lavativa de la empatía planetaria el enjuague del barro en la curva ciega

antes barro que nombre antes barro que ceder a la mansedumbre impoluta

enredaderas de clorofila alegre trepan el muro florecen los indiferentes como ortiga y sierra

algún ladrido de perro cruza la mañana. los gatos ronronean en la pereza de la panza plena.

     sobre todo           algunas tiendas abiertas

     sobre todo          coches en llamaradas recorren

carreteras de asfalto reciente

sobre todo el sonido resplandeciente ropa con suavizante en las terrazas lanzan partículas de memoria reciente a los que caminan a oficinas colegios a los que se acercan a los museos sucesos de la ciudad calma

fragancias en las uñas de las niñas que cantan.

algunas mujeres caminan con esterillas a alcanzar la paz líquida en una hora

casi es una broma macabra ser feliz


en la línea curva de la fecha en que la grieta se ha hecho desfiladero.

 

 

 

 

Balbina Miño-Gómez. arina. Ediciones La Palma, 2025

sábado, 16 de agosto de 2025

2 poemas de H ARINA de BALBINA MIÑO-GÓMEZ

 


mujer sorda

oquedad (nombre femenino)

1.  1.

Espacio hueco en el interior de un cuerpo sólido.

«el bandolero se escondía en una oquedad del tronco del árbol»

2.  2.

Insustancialidad de lo que se dice o escribe. «la oquedad de un discurso»

y/ tú quién eres hoy niña muda/ quién soy yo/ ahora/ mujer sorda vacía/ oca y su graznido/ ocaso/ oquedad de acto. qué suceso menor nos ha venido a buscar a las dos como si fuéramos siamesas por el lado del revés de la epidermis

qué ruido hace matar a un cántico íntimo con la bondad rota en cualquiera que se resiste a ser un depredador nato.

qué piedra se guarda en el centro de nuestra cosecha.

tú, debajo de una cama, niña muda, yo, sin aliento en la superficie de lo abundante/ tú, con los temblores en las piernas. musitando maty, tato, babusya, brat.

y

yo / tibia

y yo/ seca

     un ruiseñor                         sin ramaje

un esternón sin espacio no sabría hacerme nido.

ya cabalga la ponzoña en la sangre/ colonizada hasta una y las otras lindes/ por los barrizales/ por los fuegos yermos por patria

deshilachada en un sofá gris marengo de origen nórdico/ lagrimeo

—no queda espacio para la lana—.

 

El mundo desde aquí parece a ratos un paraíso inmóvil / inquebrantable destinado al deshielo

un atragantamiento en las gargantas de los mansos en las cuerdas vocales de los fieros.

Dudo si el origen de ambos no será la misma arcilla si el azufre heredero se acerca peligrosamente a las fosas nasales

Algunas horas me lamo esta quietud del lomo como la bestia que soy    y cabeceo.


arena vieja

las dos palabras

 arena vieja

 duelen al ser tragadas a la inversa

          los cantos rodados en la garganta azul

vienen los hijos de la lengua hasta las tripas se desplazan las escamas sin lamentaciones a bocanadas un mar antiguo

a bocanadas los peces impasibles se desovan en tu vientre/ unos pies desnudos quedan a la espera de ser alguna clase de movimiento fértil para nuevas criaturas marinas

el verbo

—uno a uno—

 —el trazo caligráfico vacío como una falsa fosa/ aséptica

 donde los muertos poseen un falsario descanso—.

 descansemos nosotros de ese peso  in  tangible

 

Nos aletargamos en corto con la benevolencia de una cuerda larga.

 



Balbina Miño-Gómez. arina. Ediciones La Palma, 2025

viernes, 15 de agosto de 2025

niña muda

 



Tú eres la más frágil de todos, ahí está tu fuerza.

pIna BausCh

Cuando amanece, los envía a volar por el mundo y vuelven al atardecer. Por eso Odín lo sabe todo y es llamado «Rafnagud» (dios de los cuervos).

qué tE parece este sueño, el del río curvo, el de la noche honda, este silencio/ niña el de la madre ausente el de la pesadilla en la aurora

—la presencia de los cuervos es tan antigua como 

                                        la guerra—.

otra vez amaneciendo / niña otra vez         zozobra/ temblor/ derribo otra vez   cae la tarde           hambruna/ despojo/ residuo/ las cifras.

es una suerte de milagro esquivo esquivar el lametazo metálico/ el aleatorio suceso en las cuerdas flojas del mundo/ en la aleatoria flacidez geográfica

qué te parece este frío

          repentino    que cava con los dientes como como si fueran tuyos/

qué te hace sentir /

este hijastro frío   hecho casa/ la casa su sabor agrio

    este hielo huérfano                  iceberg creciente

lamiendo las brasas el vinagre

y a sus hijos obedientes en la nuca/ sin negarse a él.

qué eras tú / antes del frío

quién era yo/

sin la anestesia/ la adicción a la grasa de los animales árticos yo hecha silla/ mesa/ loza azul una presencia en un vagón ciego

qué somos/ sin un techo/ el mendrugo a tiempo/ la mendicidad poliédrica la que tan veloz nos alcanza y derriba/ qué somos cuando/

 un abrigo mal zurcido/ va sobre y en nuestro pecho

qué somos en el plato tullido/ con el vaso quebrado para un brindis/ hecha mesa/     hecha grasa y complacencia.

—un nivel alto de colesterol moral

                     no va a matarme el alma—.

en la casa que nacimos

          no anida el aliento ahora

qué frontera         sostiene aliviada en su borde a los cuerpos migrantes

a los seres humanos

          en las naves industriales en los esquejes inversos sin dios.

salmuera     paciente es la       del tiempo.

las guerras magistrales de los extraños sobre los extraños que no somos nosotros y lo contrario y lo contrario y los contrarios / cuándo

fueron inventados/ bajo qué horda fue el Mar Rojo partido por la mitad y sus secuencias se fueron reduciendo hasta un Babel/ injerto en la mezquindad/ un Babel sucio hasta las vísceras /más profundo aún/ tras la casquería que deja la crueldad a su paso.

qué nombres quedan al otro lado de la carpa de circo/ roja como la sangre/ como toda sangre/ con animales exhaustos bajo el yugo planetario de los

familiares barrotes/       casi fósiles/ casi niebla/ casi hueso.

La miseria sin misericordia de la adaptación al pliegue.



Balbina Miño-Gómez. H arina. Ediciones La Palma, 2025