Un cartel recuerda hoy en Madrid la estancia de Miguel Hernández en un viejo caserón en cuya fachada cuelga este letrero.. sin más explicaciones para el transeúnte poco avisado, se podía pensar que el poeta se encontraba en un balneario y se inspiró para sus versos. Se trata, por el contrario, de la que fuera cárcel de Torrijos, una de tantas prisones que poblaron el Madrid de la posguerra.
Mirta Núñéz Díaz-Balart. El Guadiana de la memoria histórica. En
Viento Sur, diciembre de 2010.
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