En el Estado moderno existe tal profusión de leyes, normas y prohibiciones que, si el gobierno así lo decidiese, la policía podría detener a cualquiera en cualquier momento y encontrar siempre algo de lo que acusarle.
Ya que no ocurre eso ( o sólo les ocurre a unas pocas decenas de miles de ciudadanos cada año), todos nosotros nos sentimos sumamente agradecidos a nuestro gobierno.
Gracias, gracias.
Manuel Blanco Chivite. De bar en bar hasta llegar al mar. Ed. Vosa, 2006
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