documentos de pensamiento radical
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domingo, 17 de julio de 2011
LOS ALUMNOS DEL IES SERRA D'IRTA ENTREVISTAN A ANTONIO ORIHUELA
-¿Qué autores han influido en su forma de escribir?
A- Nunca he tenido equipo de fútbol. No creo en las grandes estrellas. No me gustan los nominalismos. La poesía no es de quien la escribe, es de quien la necesita. Lo que si he hecho toda mi vida es leer..., sigo leyendo.
El primer poeta que me descubrió la poesía, pero porque probablemente coincidió que era el momento de que descubriera la poesía fue Miguel Hernández y tenía vuestra edad. Pero creo que te influye todo, la lectura de un poeta, ver un telediario, que alguien te cuente una noticia terrorífica o ver un anuncio en la tele, al final el poema lo construyes con tu vida, no con la influencia de otro poeta. Los poetas contemporáneos, los que vivieron en el siglo XX, dieron un gran impulso a la poesía al liberarla de un corsé demasiado estrecho, hecho a base de sonetos, de alejandrinos, de todas las formas métricas en las que estaba constreñida. Creo que la poesía del siglo XX ha ganado en libertad y eso sí es una deuda que tenemos con los poetas del siglo pasado.
-¿Haría Vd. alguna reforma en el sistema educativo actual?
A- Sí, sí que la haría. Pero, lo dejo ahí porque si no, me van a meter en la cárcel. No, es broma. Mira, por decirlo en pocas palabras, mi escuela ideal sería aquella en la que todas las acciones de la vida comunal formaran parte del proceso educativo. Mi escuela ideal es el reflejo en pedagogía de mi sociedad ideal. En una sociedad que hubiera sido ganada por completo por lo libertario, la escuela, entendida como hoy lo hacemos, habría llegado a ser si no superflua al menos bastante accesoria, pues el centro de la educación se habría desplazado desde el individuo hacia lo colectivo, desde la violencia hacia la convivencia, desde la competitividad hacia la cooperación, desde la pasividad espectacular a la participación creativa, desde la irresponsabilidad social hacia el compromiso activo con las luchas sociales y la consecución de la felicidad individual a través de la búsqueda del bienestar común. Esa es mi reforma, una reforma que apunta no a la escuela, que es un reflejo de la sociedad sino a la sociedad para que esta antiescuela sea posible.
¿Por qué se centra en la poesía crítica? ¿Por qué utiliza los versos para hacer crítica social?
A- Porque nadie lo hace. Desgraciadamente es más cómodo cantar a la complacencia del sistema y de lo bien que está todo y negar una realidad que es la que sufrimos todos los ciudadanos. La poesía en la historia cumplió un papel y era halagar a los poderosos y uno no entiende que después de la Revolución Francesa, y la de 1917 y muchas otras, la poesía tenga que seguir halagando a los poderosos. Hacemos poesía crítica, no sólo yo, la hace Vicent y Antonio, porque creemos que es necesario hacerla y porque las voces críticas han desaparecido, no están en ningún sitio. Hoy en día, si el Estado fuera más compasivo con nosotros tendría que declararnos, a los poetas, especie protegida, porque nadie parece estar dispuesto a abrir los ojos y a contemplar el desastre en el que estamos convirtiendo el mundo, casi todo el mundo mira y canta para el otro lado, para el lado del dinero y la complacencia con los poderosos. Pensad que podemos ser la última generación de humanos que vivirá en el planeta tierra, lo que ha ocurrido ahora en Japón no es ninguna broma, son heridas enormes que abrimos en el planeta... o pensad en la situación en la que viven en África, la gente no se quiere ir de allí por gusto, aquello es un horror... o el que estemos declarando la guerra a los países para robarles sus recursos naturales como en Irak, o como en Afganistán, para controlar otra producción igualmente importante: los mercados de la droga y de la medicina. La mayor parte de los medicamentos que toma la población a partir de una determinada edad, ya cuando la gente empieza a cumplir años y empieza a tener dolores, son derivados del opio, por eso es tan importante el control de la producción y del mercado del opio a nivel famacoquímico, es un negocio que las grandes multinacionales del sector no van a dejar en manos de cualquiera. Y ahí están. Y ahí está también la guerra contra Libia también por los recursos y el petróleo. Si somos capaces de negarles a los pueblos sus propias riquezas ya me diréis... En el mundo hay, ahora mismo, más de 60 guerras de baja intensidad, no sólo son las que salen en la televisión. Si nadie habla de eso, si no sale en ningún sitio se pierde esa realidad.... Frente a tanta desinformación tenéis a unos cuantos quijotes que piensan que es importante que estos mensajes silenciados por los medios no se pierdan, sobre todo porque de vez en cuando tenemos la oportunidad de hacerlos llegar a vosotros y aunque al 90% de vosotros les dé exactamente igual, si hace reflexionar a alguno es suficiente, la razón nos conquista siempre de uno en uno, la mentira en masa, por eso nuestra labor será más lenta, pero está claro que hay que tomar partido y participar en pequeñas cosas, porque tampoco hay que plantearse grandes estrategias ni grandes discursos, ni grandes proyectos porque ahora mismo no tenemos fuerzas para ellos. Pero sí que podemos hacer pequeñas cositas, colaborar en pequeñas cosas, en asociaciones, en colectivos, en organizaciones juveniles, en ongs que sean honestas,... sí que podéis hacer cosas.
Nosotros, los poetas críticos, Intentamos en la medida de los posible dar la lata, con nuestra conciencia vigilante, con esta idea de ser los Pepito Grillo de esta sociedad que hace mucho que dejó de escuchar a los poetas y empezó a escuchar a la Coca-cola.
¿Qué proyectos tiene para un futuro profesional cercano?
A- Profesionalmente, dejar de trabajar. Vocacionalmente seguir leyendo pues los poetas no tienen profesión, tienen dedicación. El poeta profesional no existe. Puedes estar más o menos protegido por la administración pública, si haces sonetos alabando a Camps; la Administración Cultural Valenciana seguro que te premia y te lleva y te trae y te pone un piso.... pero fuera de eso, si no te gustan los sonetos y no te gusta Camps tienes complicado que la Administración te proteja.
Decía Vicente Aleixandre que la poesía no da para vivir, que si acaso da para merendar. La única obligación del poeta es ser honesto con lo que escribe y esperar que su trabajo sirva, ayude, pueda modificar alguna cosa. Yo en eso sí que tengo mucha confianza porque sí que me lo ha demostrado el tiempo, la vida. Me ha dado esa satisfacción: ver que la poesía es un arma muy poderosa de cambio social y de transformación de la sociedad.
De hecho, estáis todo el día consumiendo poesía, lleváis poesía en vuestro jersey, en vuestros chalecos, lo que pasa es que es una poesía prostituida, al servicio del mercado, no es una poesía como la que traigo hoy aquí, que es una poesía que se regala, que es para vosotros, que no es sólo una poesía con la que te puedes abrigar anímicamente sino que además no está confeccionada con el sufrimiento de los niños del Tercer Mundo. Estamos rodeados de poesía, lo que pasa es que los mercaderes se apropiaron de ella. Antiguamente, la comunidad tenía el poeta, el chamán, el brujo, los ancianos como transmisores de la cultura, contaban cuentos por la noche en la hoguera porque no había televisión, pero llegaron los mercaderes y empezaron a fabricar televisores y programas de salsa rosa y a hacer zapatillas de deporte y los quitaron de en medio. Nos han borrado, el mercenariado de los creativos, los publicistas, los creadores de imágen, ellos acabaron con la poesía como relato ético y como pegamento de lo colectivo.
Pero la poesía subsiste y vosotros podéis participar de esa recuperación de la palabra poética. Porque la poesía no es de nadie y todos tenéis las herramientas para poderla escribir: vuestra razón común, vuestro criterio, vuestro sentir, vuestro dolor y un papel y un lápiz. Fijaos que cosa más sencilla.
¿Qué fuentes de inspiración tiene para escribir?
A- Lo que pasa delante de mis ojos, lo que me hiere, lo que me indigna... esa es la fuente principal de mi poesía.
Puedo escribir de lo que me pasa a mí y de lo que le pasa a los míos, y no me refiero a mi familia, me refiero a mi familia política, en el doble sentido de lo político. Por a los míos entiendo todas las causas, todas las luchas que me parecen justas y en las que yo me puedo implicar.
Estoy hablando yo, pero podía hablar Antonio o Vicent: Antonio escribió un libro del que os ha leído algunos poemas que se llama Corre, corre niño de arena y que es un poemario que él dedicó a los niños que murieron en la guerra de Irak. Lo recordareis porque salieron algunas imágenes de niños en televisión a los que las bombas les habían arrancado las piernas o los brazos, niños quemados por las bombas incendiarias... Un libro que seguramente ninguno de los niños sobrevivientes lea, porque en realidad ese libro está escrito para vosotros, para que os neguéis en tanto seres humanos a participar en ninguna guerra, pero imaginaos por un momento que esto ocurriera, que algún iraquí leyese un libro escrito por un poeta de Alzira que vive a miles de kilómetros, pero que se ha solidarizado y ha sentido el dolor de esos niños y de sus familias afectadas por la guerra. Eso tiene que encogerte el corazón. ¿Son familia de Antonio los niños que aparecen en ese libro? ¿Era una experiencia de Antonio lo que aparece en ese libro? Ni una cosa ni otra, Antonio ha vivido el dolor de esos niños y esos padres, de esas familias destrozadas y eso también es, en cierta manera, experiencia. La experiencia no sólo son cosas que te pasan directamente, es todo lo que te atraviesa el corazón.
¿Cómo se convierte la inspiración en poema?
A- Cómo se construye un poema es un proceso a veces rápido y otras veces tardas muchísimo tiempo. En mi caso el poema aparece muy fragmentariamente, a veces no veo el final, otras no tengo el principio, otras tengo un par de ideas y no sabré cómo desarrollarlas, en fin que te puede llevar años rematar un poema. Y después pasa como dice nuestro querido amigo Eladio Orta que hay veces que haces un poema y este te sale malo, ¿qué haces?, ¿lo tiras a la calle? No puedes porque también es hijo tuyo.
Si alguno se anima a escribir vais a ver que es un proceso donde realmente se echan muchas horas, mucho trabajo y que de fácil no tiene nada. Es más, el día que penséis que el poema ya os sale con facilidad estáis empezando a escribir mala poesía. El único poema bueno es aquel del que nunca estarás satisfecho. Fijaos qué cosa más curiosa, la poesía es un trabajo, tantas horas, en el que se pone tanto cariño, tanta devoción... y después no vale nada en términos mercantiles, fijaos qué contradicción, y pensad por un momento si todo en la vida se pudiera hacer así, que todos nos dedicáramos a nuestros trabajos gustosos y a otros trabajos menos gustosos que también habría que hacer para que la sociedad funcionara, pero al menos todos tendríamos la oportunidad de hacer el trabajo que nos gusta cosa que ahora no pasa, pero imaginad esa sociedad donde las cosas se hicieran por amor a los demás, para la felicidad de los demás y no para ganar dinero o poseer cosas materiales la mayor parte de ellas innecesarias... Sería un mundo muy bonito, un mundo sin dinero y sin mercancías, es decir, un mundo cimentado sobre el amor y el arte.
Gracias a los alumnos de 3 de la E.S.O. del IES SERRA D'IRTA por la entrevista, a Antonio Martínez i Ferrer por la compañía; a Raül Gálvez por su cariño y dedicación al organizar la actividad, transcribir la entrevista y colgar el video del recital en http://iesserradirta.blogspot.com/. Y a Vicent Camps por la apasionada presentación que hizo de todos nosotros en aquel patio donde no dejaban de caer flores como buenos augurios.
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