¿se
debe ir a la cárcel por jugar a poeta visual con un chorizo?
¿es choricero el fractal poliédrico y especular como red de Indra
¿es choricero el fractal poliédrico y especular como red de Indra
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EL
PROTOZOO (EL CACHORRO DE BEGOÑA)
A la pintora Begoña Parejo
La imagen del Cachorro fue el apunte apresurado a un gitano de Triana acuchillado y a puntito de expirar, y la talla en madera policromada que le siguió representaba a un preso torturado y crucificado por crear un poco de alboroto en una provincia ocupada, quiero decir que no quedará nunca un hermoso registro fósil del mal absoluto, de los grandes triunfadores, pero sí de la compleja belleza de sus víctimas; la feliz crueldad de los poderosos es un asunto plano, todos los emperadores, millonarios y tiranos, acaban haciendo las mismas cosas y casi no se diferencian de un niño mimado y perverso, no les concedo mi odio porque su simpleza predecible ni siquiera merece mi atención, prefiero bañarme en la fragilidad y la creatividad prometeica del insecto social, su gestión de la ruina económica y afectiva, su búsqueda de la magia entre facturas, el desamor íntimo y social, las deudas, los abusos, el paro o los trabajos humillantes, y aún más el zumbido entre ellos de los libadores, los creadores, empeñados en sembrar especies tropicales y vulnerables en el invierno tardotecnocacacapitalista,en la construcción heroica de una choza, un refugio de gozo sereno, una brecha, una banda, una candela, una fiesta en los vertederos del espaciotiempo superregulado.
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BEBE
BOHR
tengo que decir algo sobre nuestro nuevo hábito de la retransmisión permanente de nuestras vidas, la democratización de la creación y su difusión, el famoseo de baja intensidad, la voluntad de poder en la cultura como expresión sofisticada de nuestro cerebro reptiliano y sus tres motores -sexo, prestigio, poder-, la barra virtual de selfies y soledades, la cruel dinámica de grupos colegial, o de babuinos de sapolski, con sus alfas, élites, clientelas, y despreciados, el ruido tabernero electrónico de vanidades, hormonas, neurosis, y chismes, la devaluación de la amistad y la superinflación de la comunicación de casi nada, sobre nuestra incapacidad para la organización, el autogobierno y el apoyo mutuo, sobre herramientas prodigiosas para la unión, la rebelión,los afectos, la belleza, y la sabiduría, usadas para poner fotos de tortillas de patatas y citas falsas de Einstein que fue el gran perdedor científico del siglo XX en la comprensión de la naturaleza última de las cosas, Bohr, Bohr, bebe Bohr, por favor...
tengo que decir algo sobre nuestro nuevo hábito de la retransmisión permanente de nuestras vidas, la democratización de la creación y su difusión, el famoseo de baja intensidad, la voluntad de poder en la cultura como expresión sofisticada de nuestro cerebro reptiliano y sus tres motores -sexo, prestigio, poder-, la barra virtual de selfies y soledades, la cruel dinámica de grupos colegial, o de babuinos de sapolski, con sus alfas, élites, clientelas, y despreciados, el ruido tabernero electrónico de vanidades, hormonas, neurosis, y chismes, la devaluación de la amistad y la superinflación de la comunicación de casi nada, sobre nuestra incapacidad para la organización, el autogobierno y el apoyo mutuo, sobre herramientas prodigiosas para la unión, la rebelión,los afectos, la belleza, y la sabiduría, usadas para poner fotos de tortillas de patatas y citas falsas de Einstein que fue el gran perdedor científico del siglo XX en la comprensión de la naturaleza última de las cosas, Bohr, Bohr, bebe Bohr, por favor...
Daniel Macías. Guadalquivirmente (los mil yogas del flipar). Ed. Amargord, 2016
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