OCTAVA
MINIATURA
8.
Ahora que te sé llamar,
ya
no necesito buscarme.}
QUE
TU FLOR VUELVA JARDÍN MI BOCA
Que
tu flor vuelva jardín mi boca,
la
grieta acaricie la grieta y se nazca
entera
esta
pieza soñada, de mundo,
de
mano cogida a tu mano,
de
lágrima hueca y vivir
sin
miedo, sin calma, sin prisa,
en
esta noche de miradas como soles,
prender
camino, y a la tarde
de
este ‘aquí, mi vida’
ya
resulte innecesaria la grieta,
este
mundo,
este
trago amargo,
este
rostro mutuo,
que
tan sólo importe ya:
soplar
la flor.
ES
TU SEXO AQUÍ EN LA NOCHE
Es
tu sexo aquí en la noche,
y
es un mundo
aquí
distinto:
dónde
la paz de este origen
si
no es de ti
y
ya,
que es ahora,
cuando
viene a dolerse la boca
que
es cantar,
sirva
aún esta casa,
sirva
aún morir
y
sea tarde.
DESEO
INMATERIAL I
Y
lloverme
dentro,
lloverme
franca hasta
la
espina,
lloverme
libre si distantes,
si
jamás el hambre
ni
la pena,
completarte
mío,
amar
tu sacro y ser distinta;
odiar
mi sexo en los iguales
odiar
mi sexo en los iguales
odiar
mi sexo.
Y Quién
la suerte de tenerme
contigo.
DESEO
INMATERIAL II
Redimir
la culpa,
permitir
que
sostenga mi anatomía al
contacto,
tropiece-precipite-incline,
atienda
la
mano como vértice
predilecto.
Amar
como castigan los hombres
la
ferocidad de los animales
disecados.
QUE
TAMBIÉN TU MIEDO
Que
también tu miedo,
también la
lucha que te huye
distante,
también la
lucha que me inicia
reparo.
Que
también la trampa,
y
el tiempo,
también
la costumbre
y
tu saliva sintiéndome muro.
Para
cuándo plural en el
hueso.
Cuándo
tu verdad
en
los ojos de la noche.
Irene DeWitt. Esferas del cuerpo ingrávido. Ed. Páramo, 2018
Excelentes! me han encantado. Felicidades Irene!
ResponderEliminarSaludos!!
Preciosas creaciones!
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