FORTUNA
Mide dos metros de alegría este amanecer que estrenamos, tiene
ojos de gato y bengalas de otro país y sus especias, jugos de frutas
tropicales, y luz, luz disparando a bocajarro.
El café me enseña a sopesar los momentos, sus granos molidos
fueron la medida de la esperanza. En la casa vive mi boca
destapada como el corazón y los sueños.
Mide dos metros de alegría la tarde que camina lenta hacia la cama:
rescoldo del cuerpo en alborozo y el abandono de pestes y problemas.
Un caldo caliente abraza las entrañas, estoy a salvo por fin,
las noticias informan de las muertes de otros en el hospital, la vacuna
es un animal sospechoso, sigo teniendo suerte.
Mide dos metros de alegría la noche y su oscuridad, las sábanas
limpias abrazan la piel que sigue añorando el tacto; el sueño
que no es pesadilla, se encargará del resto.
EL MAPA DE MI MUNDO
Desplegaré sobre una mesa las cartas que escribí durante años
desentrañaré uno a uno los secretos que he pretendido ocultar,
prenderé fuego al dolor de mi árbol familiar y de este ahora,
liberaré el mandato de vivir replegada sobre mi dolor.
Luego jugaré a extender un mapa hermoso del territorio
que no me he atrevido a transitar, daré los pasos consecuentes,
y entraré en el tiempo de las luces que me regalan los sueños.
Explicaré a mi gente el futuro imposible sobre el que se sustentaban
mis días, les daré las gracias finalmente a mi historia y a mis enemigos
por el juego interminable de formas que conseguí crear.
Asumiré finalmente la libertad de caminar descalza sobre la tierra de nadie.
Teresa Ramos. Voces del Extremo, poesía y empatía. Sevilla, 2021
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