Nada tengo.
Ni las palabras,
ni el ruido de la ciudad,
ni una llamada del INEM.
No tengo esperanza, ni plaza de garaje,
ni las Perseidas, tampoco el invierno.
Me faltan años, me faltan estudios,
me faltan poemas.
No tengo memoria, no tengo tiempo,
no tengo voz ni voto.
No tengo ingresos, no tengo sueño,
no tengo plato de ducha, ni cartas en el buzón.
Ni discos de vinilo, ni religión,
ni hipoteca, ni juanetes.
No tengo blog, ni menú del día,
ni pasaporte, tampoco vergüenza.
Me faltan viajes, me faltan libros,
me faltan horas.
No tengo nada, entonces, no tengo miedo.
No tengo excusa.
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María Carvajal. En: Voces del Extremo, poesía y empatía. Ed. Amargord, 2021
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ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio.
ResponderEliminarMaravilloso Maria!
ResponderEliminar¡Gracias! ☺️
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