Noción 1: Sobre la economía/La soleá como ciencia
Cultura y economía
Flamenconomía, nociones de economía y otros cantes, pretende
acercarse a lo económico desde la cultura flamenca.
Y es que, si partimos de la economía, tan solo seremos capaces de
imaginar una cultura, pero si partimos de la cultura, podremos
imaginar muchas economías. Eso queremos, a partir de la cultura
flamenca, imaginar otras formas de vivir, otras formas de
procurarnos el sustento, es decir, imaginar otras economías.
Para el Maestro Manuel Delgado Cabeza “la cultura es un modo de
entender la vida, pero es, a la vez, una manera de vivir, es decir, de
enfrentarse con ella, mientras que lo económico es sólo una parte,
una dimensión de la cultura”.
La cultura es abundancia, diversidad, infinitos, belleza. La economía
ha acabado dedicándose a lo escaso, a lo finito, a lo homogéneo, a
un equivalente general llamado dinero. Tienen razón los que
denominaron a la economía la ciencia lúgubre.
Nosotros, sin embargo, buscamos la belleza en el tratamiento
flamenco de lo económico. Porque cuando la economía deja de ser
crematística y atiende a la mejora de la vida de la gente, que de eso
trata la economía, deja de ser algo lúgubre y puede llegar a ser alegre,
luminoso.
Porque ambas, cultura y economía, son mucho más que economía
capitalista, que cultura capitalista, aunque haga falta decirlo, aunque
cada vez haga más falta decirlo.
Confundimos
Porque confundimos la luna con farolas,
la economía con la crematística,
la economía con el capitalismo.
Confundimos, sin decoro, estrellas con espejos,
capitalismo con ciencia, sí.
Trabajo con empleo.
Solidaridad con caridad.
Personas con recursos humanos.
Valor con precio.
Valer con tener.
Ambición con más dinero.
Crecer con tener más de un equivalente general y menos de la
diversidad bella de una belleza diversa.
Por eso la soleá de la ciencia se convierte en la ciencia de la soleá y
dice:
Presumes que eres la ciencia
Yo no lo comprendo así,
Porque si la ciencia fueras
Me hubieras comprendido a mí,
¿por qué siendo tú la ciencia
no me has comprendido a mí?
La supuesta ciencia económica hoy no nos entiende, ni quiere
hacerlo.
Por eso buscamos en la cultura, en la cultura flamenca, por eso
estamos creando flamenconomía.
Noción 2: Sobre la propiedad/ Si es que el agua tiene dueño
Sin siembra
En la década de 1960, un jornalero andaluz le dijo a Joan Martínez
Alier, un por entonces joven investigador social que realizaba su tesis
doctoral en la Campiña de Córdoba:
“Si pagan menos de las bases se puede ir al sindicato, pero no hay
ningún sindicato que les obligue a sembrar.”
Hoy no hay sindicato que pueda hacer respetar las “bases”; hoy, no
hay personas que piensen en la legitimidad de la propiedad, en la
obligación de sembrar.
Quizás lo primero sea consecuencia de lo segundo.
No la aminoro
La propiedad privada crea escasez, esencial para ganar dinero, para
la crematística.
La propiedad comunal crea abundancia, mortal para ganar dinero,
esencial para la economía.
Aurelio Sellés, por alegrías, claro, decía: “Yo voy a la fuente y bebo y el
agua no la aminoro, lo que hago es aumentarla con las lágrimas
que lloro”.
Propiedad privada, escasez que genera riqueza y miseria al mismo
tiempo.
Bienes comunes, abundancia que genera saber estar bien, bien estares
sabidos, estar bien aprendido, comunalizado, comunitarizado.
maqueta poesía y economía:Maquetación 1 09/07/2021 7:05 Página 18
Aprendizajes que requirieron para ser desaprendidos de mucho Estado,
mucha guardia, mucho cura, pocas curas, mucho registro, mucho
catastro, mucho juez de parte, mucha educación mala para maleducar
en la sumisión a la guardia.
Moreno Galván lo escribió y Menese cantó “Con mil suores”, donde
se cuenta esta historia de suores y bocaos al aire. Yo andaba
pegando/bocaos al aire/ unas veces de rabia/y otra de hambre/ y
anda que como/busco y rebusco/busco la leña/ y a trancas y
barrancas/ay, vamos tirando./ Que dios te valga, que dios te valga/
Si en la verea/ sale la guardia./ Desde el cerro de los santos/hasta
el arroyo de la Peña/ Yo estuve esparragueando/y me la encontré a
la vuelta./ Ay, Patricia,/ pareció que la tierra/a mis pies se abría/
calenturita a mi cuerpo/y suores de agonía/ reniego yo,
renegaré,/reniego yo, renegaré,/del punto y hora/que la encontré/
Con mil suores/ puse en mi puerta siete faroles,/verte y no verte,/y
el candil de mi casa/ no tiene aceite./ Me hago cruces,/me hago
cruces,/que en el cabildo/falten las luces.
Quién manda sobre este suelo
En Andalucía, la tierra fue convertida en mercancía hace mucho.
Innovación pionera.
La privatización de lo divino, de lo que no fue hecho por el ser
humano, dio lugar a vidas divinas, pocas, y vidas miseria, muchas.
Moderna desigualdad.
La naturaleza pasó a ser propiedad de pocas personas que privaron a
las muchas de una buena vida. Avanzadas privaciones por
privatizaciones.
María Arnal i Marcel Bagés, flamencos o pelícanos, se preguntan: “Si es que el
agua tiene dueño, quien manda sobre la luz, quien manda sobre
este suelo, quien gana con nuestro cielo. Quien gana con nuestro
sol.”
Los ladrones crearon una guardia, militar, para asegurar su robo. Las
fuerzas para dar seguridad al ladrón cumplieron su misión. Volvieron
a innovar.
Todo era común, pocos se apropiaron de lo común, muchos pidieron
tierra, pocos se la apropiaron, muchos saltaron lindes, muchos fueron
apaleados.
En Andalucía, como en Cochabamba dijeron: “Hemos sufrido un
gran robo, cuando no somos propietarios de nada”.
Y así, la riqueza natural fue privatizada, y pasó a ser natural la miseria
colectiva.
Hoy, como ayer, como mañana, necesitamos promover lo
inapropiable para evitar la destrucción y el robo. Amortizaciones
innovadoras.
Andalucía latinoamericana (versión Latinoamérica, Calle 13)
Somos, somos lo que dejaron/Somos toda la sobra de lo que se
robaron
Somos una fábrica de humo/Mano de obra jornalera para tu
consumo
Somos una fábrica de aguas vertidas/Jornaleras sin papeles pero
con muchas vidas
Frente de calor tórrido en medio de los llanos/Luchas perdidas de
aires acondicionaos
Somos el desarrollo en carne viva/Un discurso político sin saliva
Somos el capitalismo en carne y hueso/Pa los señoritos la carne
para el resto, pues eso
Las caras más bonitas y estetas/Son aquellas que esperan el
resurgir de las cunetas
Un macaco con aceitunas/Somos Carlos Cano gritándole a las
tunas
Una caja de melocotones/Somos Menese-Moreno cantándole a los
sudores
Somos tierra de abundancia, de gentes con escasez/De
multinacionales que compran nuestra sed
Somos lo que nos enseñaron/No queremos a la matria que nos
borraron
Somos Andalucía/Un pueblo sin piernas, pero que camina
Tú no puedes comprar al viento
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor
Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores
Tenemos los espárragos, tenemos las tagarninas/Tenemos las
piernas con las que caminas
La nieve, el sol, el mar que me baña/Empresas turísticas que nos
arrancan las entrañas
Un río que da agua a frutos secos y reses/Almendros, olivos
intensivos en intereses
Habitaciones con kellys explotá/Somos La Piriñaca recordándonos
que nos sabemos cantá
Invernaderos con jornaleras levantá/Somos la Niña de los Peines
cantándonos por soleá
La campiña que sofoca/La injusticia terrateniente que vuelve loca
El otoño de unos, la primavera de las putas/La dignidad que grita en
cualquier gruta
Una viña repleta de uvas/Una gitanería jerezana que cante rezuma
Somos el mar caleta que vigila la autoriá/Haciendo rituales
carnavaleros sin pará
Somos gañanía/ Juntándonos sin jerarquía
Tú no puedes comprar el viento
Tú no puedes comprar el sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor
Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores
La tierra no se vende
Aquí se cumple, la unión se necesita/Aquí se reparte, lo que no es
nuestro se vomita
La boca nos sabe a sangre/ cantamos para acallar al hambre
Queipo de Llano invadiendo mi nido/ni perdono, ni olvido
Vamos caminando, aquí se respira lucha
Vamos caminando, Yo canto porque se escucha
Vamos dibujando el camino
iva la Andalucía, la América, los mundos!
No puedes comprar mi vida
Noción 3: Sobre el trabajo/ y las que no trabajan
Desaprender
Ludwig von Mises (un liberal consecuente) dijo una vez: “A nadie se
le ha ocurrido que ausencia de salario sería una expresión más
correcta que ausencia de trabajo, pues, de lo que carece la persona
sin empleo, no es del trabajo, sino de la remuneración del trabajo”.
Sin embargo, el libro de tercero de primaria de la editorial Santillana
(por poner un mal ejemplo), define trabajo así:
“Trabajo: Cualquier actividad que realizan los seres humanos para
obtener un dinero a cambio, es decir, un sueldo.”
Y define población inactiva así:
“Está formada por personas que no pueden trabajar o que no cobra
un sueldo por sus actividades. Dentro de este grupo están los niños,
los jubilados, los estudiantes y las amas de casa.”
Sólo trabajan, los que tienen un sueldo. Las amas de casa son
inactivas. Pensamiento muy primario para la enseñanza de primaria.
Le digo a mi hija que lo estudie o que no.
Aprobar es desaprender cuando priman los dogmas o la propaganda,
o los dos, o es lo mismo.
Mano ajena
No, no es lo mismo trabajo que empleo.
Tampoco lo es paro y desempleo.
Las esparragueras de mi pueblo trabajan, no están paradas, están
desempleadas. Fuera de casa, como esparragueras, o aceituneras, y
dentro de casa. Como supuestas “amas” de la fábrica más importante
de la economía capitalista. Fabrica, o como se diga, mano de obra.
Desempleo no es paro, lo diga Agamenón o su porquero.
Las amas de casa trabajan, satisfacen necesidades, cuidan. Trabajan,
con o sin sueldo.
Para la economía de los capitalistas, solo trabaja quien tiene un
empleo, quien es empleado para obtener ganancias.
Sólo es población activa quien se ofrece a colaborar en la generación
de beneficios.
Sólo crea trabajo el empresario, el emprendedor, los mesías del
capital.
La subsistencia requiere un salario, sólo los dioses empresariales lo
pueden suministrar.
Y así, la libertad para ser explotado se convierte en un derecho, el
derecho al trabajo.
Y así, sólo quien contrata puede otorgar la vida social, puede permitir
que no abandones tu pueblo. Es el dios que te da el derecho a vivir
donde quieras. Tu lugar en el mundo lo marca una localización de
ganancias.
Y así, confundiendo trabajo con empleo, el propietariado obtiene el
poder de decidir quién merece vivir aquí, o allí.
Desgraciaíto de aquel/ que come el pan de manita ajena./Siempre
mirando a la cara,/si la pone mala o buena. (Martinete. El Pelao)
Nadie condenó la violencia, cuando nos echaron de la tierra, los que
ahora pueden salvarnos del destierro.
Son los héroes sociales, los nuevos emprendedores que conquistan
la capacidad de poder salvarnos, los únicos en hacernos útiles.
Confundir trabajo con empleo, paro con desempleo, favorece a
Agamenón, nunca a su porquero.
Por eso, no puede convencernos.
Cadenas
“El trabajo de los pobres es la mina de los ricos”, dijo John Bellers.
Ahora, hay minas sin mineros: la especulación financiera, la
robotización; y surge, de nuevo, aquello de que lo peor no es ser
explotado, sino que no te quieran explotar.
Las minas de los ricos, minan nuestro futuro. Las minerías de cobre,
de coltán, de datos.
Y a pesar de todo se pide “trabajo garantizado”, “pleno empleo”, la
“máxima ocupación”.
El problema comenzó, cuando en vez de pedir renta, empezamos a
pedir trabajo (asalariado).
Su ideología se convirtió en la nuestra y, desde entonces, tenemos el
objetivo conjunto del pleno empleo.
“Lo peor de la condena, es cogerle el gusto a las cadenas.”, como
escribió Isabel Escudero y nos canta Rocío Márquez.
¡Viva el trabajo, vivan las caenas!
Lo que me tienen que dar
Estudia lo que más salida tenga, les decimos a los que más queremos.
Conviértete en una mercancía que tenga demanda.
Que el mercado laboral te favorezca, que alguien quiera comprar tu
tiempo, tu fuerza, tu alma.
“La gran transformación” consistió en convertirnos en mercancías. En
hacer que la vida pasara a ser objeto de mercadeo.
La mujer que rompe el plato/ sin ser hora de comer/ por muy bonita
que sea/no le sale mercader.
Busca tu talento. Ponte en valor (de cambio) para que otro te use. Mejora
tu empleabilidad, hazte único, única, y así disminuirá la oferta de lo que
eres, será mayor la demanda y aumentará tu precio, tu salario, tu libertad.
La gran transformación de hoy es desmercantilizar la vida. Ni la gente
ni la naturaleza somos mercancías.
Quizás así obtengamos lo que nos merecemos.
Quizás así, dejemos de avanzar en la locura.
Me dice la gente/ me lo van diciendo/ que ando medio loco de tanto
pensar/ lo que me pasa es que no puedo más/ porque a mí nadie me
ha dao/ lo que me tienen que dar.
Noción 4: Sobre el valor/No comprarás este cante
El dinero y la riqueza
Es de necio confundir valor con precio.
El interés es el precio del dinero y, en muchos casos, el precio de las
personas.
Es de necio confundir precio, dinero, interés: economía con
crematística.
Es economía administrar el sueldo para que siete hijos coman, estén
limpios y bienvestidos. Gestionar bien, para mantener y mejorar la
vida. Es economía.
Es crematística, aquello que se mueve en torno a la moneda, y su
función es la capacidad de observar de dónde puede obtenerse una
cantidad de dinero. Es crematística.
“El dinero y la riqueza parecen que son lo mismo,/siendo
cosas tan distintas,/la riqueza es justamente/lo que el dinero
te quita”, nos dijo el gran Francisco Díaz Velázquez.
Esta sociedad es tan necia que la crematística se ha comido hasta a
la economía.
Quien confunde gana.
Y sin embargo, cuando se quiere, las cosas son muy sencillas. O por
lo menos, así lo hizo Juan Carlos Aragón cuando escribió: “Todos
los hippies queremos saber, lo de la Moneda Única como va a
ser, pues como va a ser, como va a ser, el que la coja para él.”
Quién le va a enseñar a Cádiz economía financiera, ¿quién?
Loco
En el campo andaluz se cantaba en el trabajo. Y mediante el cante se
enfriaban los resquemores del orgullo maltrecho. El dolor por la venta
del esfuerzo, del trabajo, de la propia vida, se mitigaba a través de la
cultura, de la música, del cante.
“No comprarás este cante”.
Me comprarás a mí, a mi trabajo, a mi tiempo, pero no a lo que yo
siento, que es mi música, mi cante, mi cultura.
El oprimido creaba un resguardo de dignidad. Y para ello cantaba,
producía belleza, antes que recibir palos de la guardia, la fiel imagen
de la fealdad (indignidad aparece como sinónimo de fealdad, es cierto).
El valor de uso de la cultura, sirvió para que el valor de cambio del
trabajo, no les llevara a la cárcel, o a la locura.
“A mí me llaman el loco/ porque siempre voy callao/ llamadme
poquito a poco/ que soy un loco de cuidao.”
Había que evitar desgracias mayores que el vivir para el salario. Debo
vender mi cuerpo, pero no comprarás mi alma.
“No comprarás este cante”: economía para sobrevivir, cultura para
vivir en ese sobrevivir.
Noción 5: Sobre otra economía/Quiero ser cooperativista
Solución
“Con lo poquito que había/ yo hice una partición/ mis hermanos son
aquellos/ que tengan igual que yo.” Manuel Soto, Sordera. Con lo
poquito que había (tangos)
Seamos comunalidad, no individualidad; seamos territorio comunal, no
propiedad privada; seamos compartencia, no competencia. Seamos
intercambio, no negocio.
Asumamos “El reparto”, no la acumulación; busquemos “La unión”, el
apoyo mutuo, frente a la competencia que nos debilita; asumamos “El
cumplir”, la afirmación del valor de sí mismo, del valor sin precio.
Por eso quiero ser cooperativista. Un cooperativismo totalmente alejado
del cooperativismo capitalista con nombre de Virgen o Santo.
Porque puede que no merezca compasión, quien siendo esclavo no quiere
buscarle la solución.
Por eso quiero ser cooperativista, porque como decía Charles Gide, la
cooperación es la asociación en beneficio de los asociados, pero el
cooperativismo es la cooperación erigida en sistema de emancipación
social.
Por eso quiero ser cooperativista porque:
No quiero mandar ni ser mandado.
No quiero ser empresario, ni recurso humano.
No quiero gestionar a otra, ni que otra persona me gestione a mí.
No quiero no decidir.
Quiero asumir responsabilidades.
Ver a iguales.
Nunca, nunca, ser partícipe de un mercado. Sería una mercancía.
Me gusta producir y al mismo tiempo desacumular.
Impartir nuestra justicia en nuestra unidad de trabajo. Ser juez y
juzgado.
Por todo eso, quiero ser cooperativista.
Fuentes
Ninguna idea es de los autores. Todo es copiado, leído, escuchado.
De personas como Proudhon, Marx, Polanyi, Harvey, Silvia Federici,
Miren Etxezarreta, Manuel Delgado Cabeza, Isidoro Moreno,
Carolina Márquez, Borja-Villel, Moreno Galván, Díaz Velázquez,
Kiko Veneno, Antonio Orihuela, Isabel Escudero…
De cantaores y cantaoras como Aurelio Sellés, la Piriñaca, La Niña
de los Peines, Enrique Morente, José Menese, Carmen Linares,
Manuel Soto “Sordera”, Turronero, Rocío Márquez,…
De grupos (de corte moderno) como Hechos contra el Decoro,
María Arnal i Marcel Bagés, Calle 13…
De la cultura flamenca del pueblo andaluz.
Colectivo Flamencónomo. En: Voces del Extremo, poesía y economía. Ed. Amargord, 2021
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