documentos de pensamiento radical

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miércoles, 26 de abril de 2017

EN LAS CASAS, EN LAS CALLES…






En las casas, en las calles, en los campos,
en el océano y en el desierto,
en las pantallas y en el aire…
violencia, bioluminiscencia,
violencia de género, violencia machista,
violencia doméstica, salvaje,
bioluminiscencias en todas partes,
violencia en las bandas,
en los hechos terroristas, los atropellos,
las detonaciones, los atentados,
biología de la violencia,
peleas, palizas, masacres
en las gradas, en el césped,
en los estadios del deporte,
violencia en las cifras y en los records,
bioluminiscencias del dinero,
del poder, imperial biología,
atómicas las pruebas,
nucleares las pruebas,
sin parangón en los mares y en las arenas,

Y tú y yo mirando la pantalla,
de la tele, del smartphone, del youtube,
la pantalla del cine de las películas violentas,
violentas y de estreno
violentas y de éxito en la taquilla,
la pantalla de tantos videojuegos.
Bombas en el aire,
misiles en el aire,
gases mortales en el aire,
armas para los sin almas,
armas para matar cuerpos,
armas, armas, más y más armas,
cifras, imágenes, fronteras,
alambradas, cárceles, campos de concentración,
armas y el realizador de las noticias
de cualquier canal de televisión
que decide repetir una y cien veces
la violencia de los hechos,
la violencia con su bioluminiscencia,
y tú y yo haciéndonos inmunes
a tanta sangre, a tanta muerte.

Violencia, biología de la violencia viva,
violencia de los vivos para con otros vivos
porque los muertos ya no hablan,
ni pueden contar lo que nosotros sabemos.
En las casas, en las calles, en los campos,
en el océano y en el desierto,
en las pantallas y en el aire…
en cualquier templo y hasta en las escuelas,
violencia de género, violencia de especie.
Nadie se atreve a poner la otra mejilla,
todos quieren ser como el Trump que más tiene,
como el norcoreano que más se atreve
a desafiar al que más tiene,
ellos la tienen más grande,
la bomba, la atómica, la nuclear,
el misil más grande, más mortífero,
las más grande sinrazón,
violencia viva, planetaria,
civilización de la violencia,
historia de la violencia
que es la historia de la humanidad.

Mañana saldrás a la calle
y verás un gran camión acelerando
por la acera que recorres cada día,
atropellando a tus vecinos,
atropellando a los niños, a los ancianos,
atropellando mujeres embarazadas,
atropellando parados y obreros,
decenas de muertes en tu calle.
Por la noche todos los canales
de tu tele reproducirán cien veces
tu calle, a tus vecinos muertos,
atropellados por decenas.

Pasado mañana será tu equipo
quien agache la cabeza
en el minuto de silencio
por un hincha más muerto en las gradas,
en los alrededores del estadio de tu equipo
o en cualquier bar de tu barrio,
de tu ciudad, de tu pueblo.
Ellos agacharán la cabeza
pero seguirán cobrando cifras inmorales
para víctimas inesperadas, víctimas al azar.

Y la semana que viene despertarán
mal cagados y mal follados
el Trump o el norcoreano y querrán
apretar el botón y apretarán cientos de botones
y de cada uno saldrá un misil
o una bomba atómica, o nuclear,
un proyectil de magna bioluminiscencia,
que el planeta entero podrá contemplar
por la tele, por internet o por algún youtuber.
Comenzará la fiesta, el carnaval,
la liturgia global, el doctorado de la violencia,
en las casas, en las calles, en los campos,
en el océano y en el desierto,
en las pantallas y en el aire…
en los tempos y en las escuelas,
en la pólvora escondida de nuestras entrañas,
en los genes y en las vísceras viperinas
que nos encumbran al insulto, al ataque,
al golpe, a meter el codo, al instinto distinto.
Comenzará la bacanal de sangre,
todos seremos guerreros, partícipes
de la fiesta, del carnaval y de la liturgia,
seremos peones y reyes al mismo tiempo,
seremos violadores, asesinos, terroristas,
seremos ultras, Trump y el norcoreano a la vez,
y en nuestro rostro la bioluminiscencia
de todos los focos, de todas las cámaras,
correremos delante de las bombas
o las dispararemos sin cautela.

Violencia viva, planetaria,
sin límites me temo,
y no por la justicia ni por la libertad.
Violencia, biología,
violencia de género y de especie.

(Que alguien ponga ya The end
y nos levantemos de nuestros asientos…)


J. Seafree

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