¡Qué fuerte es la costumbre!
Romper con la fuerza de la costumbre,
romperla en mil pedazos.
Sus poderosas garras son pequeñas cárceles
que nos atrapan en abúlicos barrotes.
Vivir y actuar ante la vida,
no reaccionar ante ella,
dijo el filósofo desconocido.
¡Romper con la fuerza de la costumbre!
Hay gente que vive por costumbre,
se deja llevar por el fatal engranaje del destino
y no da ni un auténtico síntoma de vida,
gente que mata por costumbre,
gente que ama por costumbre,
gente que cree en Dios por costumbre,
hay gente que allá donde va
camina guiado por el invisible dios de la costumbre.
Y en el más profundo, oscuro e ignorado
rincón de su alma,
malvive, repleto de telarañas
y temeroso,
su verdadero yo,
acurrucado en un rincón
y llorando, llorando como un niño
al que nadie le hace caso,
llorando, llorando...
Romper con la fuerza de la costumbre!
Mirar al cielo,
capturar la luna en nuestras carceleras pupilas
y no ver el satélite de todas las noches,
sinó, el huevo de una gallina epiléptica
o el ojo de un gigante albino
que nos observa por la cerradura del universo.
o el ojo de un gigante albino
que nos observa por la cerradura del universo.
Andreu Aisa. Íntima rebeldía. Editorial Abriendo Brecha. 2020
Andreu Aisa. Íntima rebeldía. Editorial Abriendo Brecha. 2020
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