1.
BERTHE_ / Berlín -
1942___________________
Berthe era alemana.
Su abuelo era judío.
Su madre se rindió abriéndose las
venas
cuando el invierno de los nazis
cubrió de nieve amarga las calles de
Berlín.
Hay tiempos en que los símbolos
avergüenzan
y la estrella de David
es brazalete con seis puntas de
atmósfera perdida.
Berthe era alemana, protestante,
y sin embargo la subieron
a un tren un doce de julio,
con el miedo de par en par
y una herida de crepúsculo
en sus ojos inmensos.
Era débil y fuerte.
Era frágil y de acero
como el aullido mudo
de los hornos de Auschwitz.
¡Bajad la voz, os digo!
Berthe era alemana
y, sin embargo, aún huelo
cómo sufrió la herrumbre
de un tiempo sucio y amargo.
Ya no seré feliz, escribió Berthe;
ya todo duele...
Lo imborrable tiene nombre.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban
a cantar.
Salmo 136, 1-6.
2.
GENOCIDIO_(1939 - 1945)___________
Eran pueblo.
Alegres y libres.
Cantaban un cantar de Sión
cuando las cítaras rompieron sus
cuerdas.
Abraham Lenkim aún tiene cada noche
un sueño de cinco cifras.
Lloraron.
Sufrieron.
Aún tirita la piel cuando recuerdan
y de noche hay trenes que entran en
sus sueños.
Fueron ofendidos.
Fueron rebajados hasta agotar las
lágrimas.
La aniquilación tiñó el cielo
de salmos atroces.
Los números ardían,
pero la tinta indeleble
sobrevivió marcando las cenizas.
Francisco
Ramírez López. Los muros y la niebla (inédito).
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