el zumbido de la horca clama
mutismo de fuego
dentro del calabozo hambriento
el oráculo se enfría
las crisálidas hormiguean con
desparpajo
por la linde del féretro
su indecencia inconsolable se hace
fuerte en el gemido
en la boca tísica del tifón se
hacen hornadas de mariposas
que crujen cuando se comen
y saben a tiempo de escalofrío
siempre los vuelos son imágenes
curvadas
y el encuentro prestado
nutre de espejos el corazón leproso
del garabato
se alza el cometa imberbe entre
cantos y alabanzas
y los espigones se llenan de
corrientes submarinas
que riegan el espectro que refleja
la ondina
hay un milagro invertebrado en el
cauce de la sien
hay un poliedro ausente que se
afeita el apellido
con navaja de ocho filos
con navaja de ocho filos
al paladar llegan corriendo
mil sabores de un intento
no todos son fieles ni ausentes ni
poliédricos
son más bien hijos del aquelarre de
señores feudales
de los que cosen artimañas en la
bragueta del ausente
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