CUERVO
NO
SE me culpe de nada.
Sólo obedezco órdenes de
esos cuatro ludópatas. ¿Acaso Hugin
y Munin[1]
no son mis hermanos? Aunque a veces use la (más)cara de Poe (o de Hughes), soy
pensamiento y también memoria. Acaso también sujeto a las leyes de los hombres.
Ellos me crían y yo les limpio de parásitos su ombligo. Sólo uno de ellos es
libre: ese barbudo que no se sabe si sostiene o es sostenido por el mundo. Él
sabe que el verdadero enemigo está encorbatado. Sabe que el enemigo habla tu
misma lengua. Él sabe verlos en la invisible
opacidad de la transparencia. Algunas mujeres me acusan de no decir nada bueno,
pero no es verdad. No es cierto que sea heraldo de mal agüero ni ladrón,
instigador de crímenes o acuchillador de ojos. Simplemente soy esclavo, el
soldado que teme por las dos gotas de escarcha de sus ojos, el amanuense a
quien se dicta las páginas más tristes de la historia del dolor.
[1] En la mitología nórdica Hugin
y Munin, son un par de cuervos asociados con el dios Odín. Los dos cuervos
viajaban alrededor del mundo recogiendo noticias e información para Odín. Hugin
es el "pensamiento" y Munin es la "memoria".
EL DUENDE DEL COSMOS
(Als ich Kind war)
CUANDO ERA NIÑO no sabía qué era
el surrealismo
mas ya conocía la realidad invisible de las cosas.
Quería que el cielo fuera libro en llamas y que mi regajo
seco la casa encantada de ogros y hadas. En la escuela aprendí a escenificar el
teatro del bien y del mal. Leí el Principito (en francés) y comprendí que las
palabras se ocultan porque son pábilos que iluminan las ofrendas a los dioses
desvanecidos de los bosques.
En el imaginario reino de mi infancia, la noche era el
miedo en el pasillo del padre. Mas también el blanco de una flor sin fruto
visible: una flor de jara ensimismada en
la nieve del invierno. El agua y la noche se apropiaron de mi alma para protegerme
de las úlceras, de la hipertensión y otros peligros insospechados. Ahora, que
en mi universo soñado brotan semillas de SAL, sé que el Agua y la Noche son dos Ausencias que crecen
sobre la copa de mi sombrero.
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