Antes de que el cielo se desplome
sobre lo que queda de alegría
y nos mojemos sin remedio
en sus pañuelos de papel,
vamos a vivir los últimos días
como si nunca hubiesen llegado,
ya no tenemos nada que perder.
Deja que tome el anillo de tu mano,
el círculo dorado en que te amé,
y pase la triste queja
por lo que pudo y no pudo ser.
Al muelle de las despedidas
nos hemos acostumbrado,
de aquí a nada partirá el próximo tren.
J. León Acosta. Diario póstumo de Rafael. Los libros del estraperlo. Ayamonte, 2013
Pedidos editorial: loslibrosdelestraperlo@gmail.com
Fotografía: Colita
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