documentos de pensamiento radical

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domingo, 30 de junio de 2019

DE ENTRE LA NIEBLA





De entre la niebla
un Buda,
y otro,
y otro…


Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018

sábado, 29 de junio de 2019

SE VA LA LUZ




Se va la luz
y esos niños siguen jugando
no envejecerán nunca



Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018

viernes, 28 de junio de 2019

SUEÑO BAJO LA HIGUERA



Al llegar al otro lado
la nostalgia del lado que dejé,
la desazón que sea el otro lado
el lugar al que quería llegar.





Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018

jueves, 27 de junio de 2019

LAVANDO PLATOS



Lavando platos
este mundo es mudanza

a una cuarta de agua


Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018

miércoles, 26 de junio de 2019

13 fragmentos de MI PADRE de EDUARDO MOGA




Mi padre tenía muy larga la uña del meñique izquierdo. Decía que los mandarines se dejaban crecer las uñas para demostrar que no hacían trabajos manuales. Él vendía cosas.

***


A mi padre le gustaba jugar conmigo al ajedrez. Su pieza preferida era el caballo. Yo siempre le ganaba. Tras la segunda o tercera derrota, decía: «Venga, ahora voy a jugar en serio». Y volvía a ganarle.

***


Mi padre me dio una paliza con el cinturón. Como no se quería levantar de la cama, me mandó a mí a coger el teléfono, pero yo, apremiado porque la llamada hacía que me perdiera los dibujos animados, no atendí a lo que me dijeron y respondí que se habían equivocado. Era una oferta de trabajo para él. Furioso, me castigó a hacer un montón de divisiones en el comedor. Las divisiones se me daban mal y no supe resolverlas. Cuando me asomé al dormitorio, donde seguía en la cama, y le dije «ya puedes empezar a pegar», él empezó a pegar.

***

Mi padre conoció a Macià Alavedra. Lo contaba con el orgullo de quien comparte el glamour de alguien importante. Macià Alavedra ya ha muerto. En sus últimos años, estuvo imputado en varias causas de corrupción y fue condenado por blanqueo de dinero y cobro de comisiones ilegales.


***

Mi padre me regaló un rólex. El mejor reloj del mundo, decía. No sé dónde lo he puesto.

***

Mi padre recordaba con dolor las propiedades en el valle de Arán que las autoridades franquistas le habían arrebatado a su familia al acabar la Guerra Civil. Pero, cuando sus primos franceses le pidieron que contribuyera a pagar a un abogado para recuperarlas, dijo que no tenía ganas ni dinero.

***


Mi padre, ya cincuentón, estuvo en paro muchos años. Luego se prejubiló. Después se murió.

***

Una vez vi deambular a mi padre por las calles del barrio. Entraba en un bar y salía. Luego en otro. Parecía ausente, sin rumbo. No le dije nada.

***

Mi padre nunca tuvo coche. Decía que un coche gastaba más que un hijo tonto. Pero le encantaba que, cuando lo tuve yo, lo llevara a sitios.

***

Mi padre se declaraba ateo, pero se casó por la Iglesia y me envió a un colegio de curas.

***

Mi padre no me acompañó a la clínica cuando me operé de fimosis; ni me despidió en la estación cuando me fui a la mili; ni me regaló nada cuando me casé.

***

Cuando empecé a trabajar en la Generalitat, mi padre me pidió que entregara un tercio del sueldo en casa. Cada final de mes, cogía el cheque radiante de satisfacción.

***

Mi padre recordaba que uno de los oficiales que le mandaba en la mili, el teniente Lamarca, voluntario en la División Azul, había saltado de la trinchera nevada en Krasni Bor y atacado a los rusos con un palo.


Eduardo Moga. Mi padre. Ed. Trea, 2019

lunes, 24 de junio de 2019

CIERNE EL YO



Cierne el yo
en el cedazo de tu vida
hasta la transparencia



Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018

domingo, 23 de junio de 2019

6 poemas de VERÓNICA ZAMORA BARRIOS en VEINTIDOS POETAS DE COLIMA




Visitas

Tu dominio es La Noche.

Hoy es sábado.
Grupos de ángeles caminan por la casa;
en silencio recuerdan las tragedias que evitaron el viernes.
La muchacha ebria que iba a destrozarse en el crucero,
el joven padre que levantaron del arroyo. 
Estos lánguidos niños también saben de ti,
y desayunan besos y emanaciones lúbricas de los amantes.
Son los que cayeron, más nunca llegaron a ser demonios.

 Son buenos como tú,
llevan un panecito de tristeza en sus bolsillos
y visten como obreros,
trasnochan al cuidado de los adolescentes que se fugan.
Alguna vez fueron príncipes,
hoy velarán tu sueño matinal.

Tesoro


Dicen que  uno tiene la edad de la piel que toca.
Yo tengo treintaiuno cuando vienes.

Contigo la juventud es un bien recobrado;
tesoro de las brujas,
Poder de la hechicera.

El fatalista se deshace muy pronto del oro de su infancia.
La bella ninfa llora ante el espejo.
Nada más perfecto que la mujer que guarda en cofre vigilado,
las rosas frescas de su fantasía.


El Decálogo de Afrodita

(Documento encontrado en las ruinas de una casa de citas)

I. Amarás a cada hombre en su momento, más que a ningún otro. Entregándote a él con gracia de doncella y ardor de yegua blanca.
II. No jurarás amor en nombre de algún Dios, pues será en vano.

III. Acudirás a tu cuerpo como se acude al templo de Afrodita: Con ternura y pasión, para ofrendar las rosas frescas de tu deseo.

IV. Serás bella o fea a voluntad y no permitirás que ningún amante estime tu valor. Sólo tú  puedes elegir tu precio.  

V. Mantente en forma, el lecho requiere de tus destrezas físicas, además de tu belleza anatómica. Un vientre fecundo es siempre un altar de carne.

VI.  Jamás desestimes el tamaño del miembro viril. Venus jamás te perdonaría.

VII. Nunca hables mal de otra mujer, por más que la odies. No envidies la suerte de la casada, ni de la viuda, ni de la solterona rica. Tú podrías ser cualquiera de ellas.

VIII. Puedes  desear al hombre que quieras incluso a los de tus amigas. Pero jamás permitas que un varón interfiera en tus decisiones. Una amiga vale más que todos los amantes de la tierra.

IX. No pidas, no exijas, no supliques, no mendigues amor. Otorga tus favores sin medida.

X. Honra a tu madre. Ella fue quien por primera vez puso su mano en tu sexo.


Alexandro

Hoy no miento
el Amor se ha vestido tres veces en mi habitación.
La enciclopedia dice que su sección primera fue borrada de pronto.
La A de Amor y de Adolezco y punto.
La A de Amor en el que no creía.
Te pareces al tiempo que paso en las tinieblas de esta mansión que habito.
Eres la tachadura sobre un poema cursi, la inicial de sublime;
la mancha de ese vino sobre mi blusa nueva.
Y es fácil verte así, desnudo bajo el arco de un templo en la mañana.
Tatuado por la mano de un juvenil artista.

Ay, la primera letra de mi vocabulario.
Ay, mi verdugo amable que asesina al silencio.

Yo te escribo canciones para que te complazcas,
y encuentro mil maneras de llamarte que no te digan mío.
Amo la A de tu nombre que jamás se repite,
la duda de la equis en el diminutivo,

El sesgo de la de,
la lengua de la ele,
la procedencia real de tu misterio.
Yo les digo que odiaba los poemas dormidos bajo las catedrales.

Yo declaro una tregua con los dioses humanos
que no comprenden más allá de una realidad lóbrega.

Vino este hombre y su camisa de algodón
murmuraba los nombres de una madre.

No le he dicho que me han llamado así
los marineros, los que buscan el pan en la basura,
los impíos, los de caso perdido
los bufones que mueren
por sobredosis de publicidad.


Profanos

Eres la lengua del deseo,
la tradición de sonreír mientras se abofetea.
La nalgada chillona que se escucha en los templos ofrecidos a Venus.
Me veneras, me tienes como un lirio estremecido por la lluvia.
:
La nuez amarga de tu beso me sacia,
la interna danza de mis venas te nombra;
mil veces te bendice, cantoral de sagrados ministerios,
sochantre desde el coro que fascina a quienes de rodillas,
adoramos.

:Te he navegado como quien no espera encontrar pronto, un destino.

El viaje es un placer que incendia el instante en que vienes, con traje deportivo, no sé, la zapatilla el plexo, la oración dirigida: -¡ya me tengo que ir!-

Guillotinas el tiempo que me brindas. A cuchillo repasas cualquier indicio de abandono.
:
Tienes edad para llamar mujeres  a las cosas que domina el varón.
Suficiencia en el arte del amor y eres torpe en  el arte de la guerra.
Te demando que no me des ternura y decides mirarme de ese modo.
:
Ávida Diosa de la espuma, no permitas que en este viaje, los vientos lleven a los amantes a olvidar que se deben a ti, a la rosa tibia de tus alegorías. 
:
Presento como escudo, tu libro. Terso y de carne. Viviente en el amor.
En él transcribo la piel que eres, tu pasado y las trescientas veces que nos veremos.
:
Mis versos son cada vez más jóvenes, regresan al regazo de mi madre y yo lamo tu espalda, y escribo con mi lengua un poema tan largo que se desprende lenta, suave, cálidamente de tus nalgas magníficas. Tus muslos son columnas donde ejerzo la dicha.
Entro a tu espalda y canto en el idioma que aprendimos  lette, leté, letté.
:
Dueño mío
no morirás conmigo,
no vivirás conmigo.
El verso que persiste es aquel, que nunca ha sido escrito.



Manifiesto final

Tu respiración es, la música del alba, esa misma que anima a los amantes a continuar con nuevos embelesos. Descansa en mi lecho, blanco y aromático, templo de mis placeres, casa donde recuesto mis plegarias. Porque tienes las llaves de un fabuloso reino y hoy, te he coronado frente a la multitud.



Verónica Zamora Barrios. En:  Vientidos poetas de Colima. Parota de Sal. Ed. Puerta Abierta & Amargord, Ed., Colima, 2019

sábado, 22 de junio de 2019

WORKING MAN BY THE DUBLINERS



                                               A la vieja clase obrera, en la que aún creíamos…


El otro día escuchando Working Man por The Dubliners
Sentí nostalgia del orgullo de la vieja clase obrera

Recordé los lejanos días durante la Dictadura en que soñaba
Con ser un trabajador

Quería sentir aquel orgullo

Aquella fuerza que intuía en ellos cuando marchaban desde las fábricas
Hacia Madrid…

Luego recordé (una vez más) El día en que tuve que explicar
A mis alumnos (hijos de hijos de la clase…)
Que cuando les llamaba hijos de obreros no les insultaba
Ni a ellos ni a sus padres

Dónde quedaron aquellos viejos días de la vieja Dictadura
Cuando quise ser un trabajador…
Cuando soñé ser un trabajador…

Cuando mi clase se mostraba llena de orgullo y cambiaríamos
El entero mundo
De base…

Tendría que ser un Jorge Manrique para cantar tanta pena…

Pero ni siquiera en la muerte
Ni en el canto tampoco somos iguales…

Recuerdo (cuando aún estábamos vivos) Cómo contábamos
Nuestros muertos: cómo cantábamos y brindábamos por su memoria
Con orgullo…

Ahora que vagamos como muertos sin pena ni gloria y nos amontonamos
A las puertas de El Corte Inglés nadie canta
Nadie brinda por nosotros: ni se recuerdan las viejas hazañas…

Nuestros hijos no recordarán ya que un día (durante un breve instante)
Tuvimos orgullo y (a pesar del miedo) Entramos en combate
Con la decisión de los héroes…




Matías Escalera Cordero. Recortes de un corazón herido por la esperanza. Huerga & Fierro, 2019



viernes, 21 de junio de 2019

TRENES QUE VIENEN DEL SUR




No conozco el dolor de vuestro tren
Sé que atraviesa de Sur a Norte
Tierras lejanas (para mí)
Mas
Lo sospecho

Sospechar el dolor es lo único que puedo hacer desde mi teclado

Hay otro tren
Sin embargo
Que viene del Sur también que pasa cerca (de mí)

A veces he conocido o me he cruzado con algunos
De sus viajeros (los más afortunados)
Aunque reconozco que nunca he hablado francamente
De tú a tú
Con ninguno de ellos

Tan solo los contemplo en la playa (me venden gafas de sol
            y pañuelos) O en Lavapiés
En donde me sirven las cervezas y los cafés…

En este otro tren del que os hablo los vagones son pequeñas
Embarcaciones (algunas son de juguete)
En ellas surcan ellos los raíles de las olas del Estrecho
Que es como cruzar un tajo profundo en la tierra…

Llegan como vosotros cabalgando la muerte y el dolor
Y sujetando el odio
Obnubilados como estáis por los sueños (y por la ilusión
            de la felicidad futura…)

Ellos os representan y me traen vuestro dolor
Con la cerveza
Con el café
Con las gafas de sol y con los pañuelos

Es todo lo que os puedo decir acerca de vuestro dolor
Y de vuestras ilusiones
Que lo sospecho
Que las sospecho (nada más)



Matías Escalera Cordero. Recortes de un corazón herido por la esperanza. Huerga & Fierro, 2019



jueves, 20 de junio de 2019

3 poemas de RECORTES DE UN CORAZÓN HERIDO POR LA ESPERANZA, de MATÍAS ESCALERA CORDERO



ESPERANZA ANTES DEL ALBA


Cuando tras la noche infinita la esperanza se bate en retirada
Del mundo
Cuando los ejércitos de la luz se dispersan…

Cuando la derrota es inminente (exclaman todos…)

Tú y yo iniciamos nuestra canción de los seres que esperan
Ver
Los rayos del sol abriéndose paso por entre las sombras
De la hora antes del alba…

Cuando
Contra toda esperanza el niño toma su cuaderno
Y su lápiz
Y se dirige a la escuela (en la hora antes del alba…)

Cuando
Contra toda esperanza la madre se dirige a limpiar escaleras
            (también) Antes del alba

Y ve una luz al final del túnel…
Y solo ella distingue su levísima llama…


Cuando
Contra toda esperanza los amantes se aman (antes del alba…)

Y contra toda esperanza el músico trenza sus notas
(justo) En la hora antes del alba…

Y el panadero amasa el pan junto al horno
Y el jardinero abre la llave de paso
Y el agua limpia las calles…

Y todo sucede en la hora de antes del alba…

Y todo sucede así (antes de la luz…) Con extrema
Sencillez
Y contra toda esperanza…

Cuando
Contra toda esperanza los ahogados llegan a la orilla
Y nos hablan…

Cuando
Contra toda esperanza alguien les escucha…

Y todo sucede antes del alba…

Cuando
Contra toda esperanza el ahogado encuentra su corazón…

Cuando
Contra toda esperanza el que escucha su lamento
Encuentra su corazón…

Cuando
Contra toda esperanza millones encuentran su corazón…

Cuando
Contra toda esperanza millones escuchan la voz
Del ahogado (justo en la hora antes del alba…)

La hora justa en que tú y yo iniciamos nuestro canto…


Cuando
Contra toda esperanza el niño llega a su escuela y la madre
Termina la última escalera (y la llama
aún no se ha consumido
en la tiniebla…)

Cuando
Contra toda esperanza el amor de los amantes no se ha extinguido
(aún…)

Cuando
Contra toda esperanza las calles reciben limpias al alba…
Y el olor a pan recién hecho inunda las aceras…

Cuando
Contra toda esperanza el ahogado se levanta en la playa
Se sacude las olas
Se sacude la muerte
Y mira hacia atrás y vuelve su cabeza de ahogado hacia adelante
Y avanza sus brazos de algas (contra la luz…)

Y luego avanza sus manos de algas
Y luego avanza sus dedos de algas (y abre sus hombros de algas
y de su corazón ahogado
emana la luz al fin…)




FELICIDAD Y ECONOMÍA A TRES VOCES


La felicidad no es económica…

            … ¿cómo podría serlo…?

[… solo los locos se hacen esas preguntas…]

...

Hemos entrado en la lluvia
Y no somos felices…

            … ¿cómo podríamos serlo…?


            [… nadie se las hace…
            … esas preguntas y menos la gente feliz…]


Es verdad
Podría dejar de hacer preguntas…

Y cantar los paisajes celestes…

Esas cordilleras de nubes blancas sobre nubes grises
Y las ciudades inversas del firmamento
Y sus valles
Y sus inmensas planicies y sus ríos de luz
Que se dirigen en parsimoniosos meandros hacia la nada azul…

Podría olvidar las preguntas
Y cantar toda esa inmensa e inefable belleza…

Y las columnas de luz sosteniendo el mundo terrestre…

Pero no quiero: no puedo…
No debemos traicionar el dolor y la falta de esperanza…

            (¿Verdad?)






Y DE PRONTO SON LAS CINCO…

A Emilio Sola


… ¡Miré el reloj y de pronto eran las cinco!… Nos dijo Emilio Sola…

Sí el tiempo es así: de pronto son las cinco y la decadencia
Y la muerte nos aguardan…

Y toda una vida ha transcurrido
Y todo un cuerpo
Y todo un mundo
Y todo el amor que ha cabido en él (en el cuerpo y en el mundo…)
Y todo el dolor
Y todos los naufragios e infortunios…

… Y todas las islas visitadas o soñadas… (esto no lo dijo: pero
                        podría haberlo dicho…)

De pronto son las cinco y ya nunca jamás volveremos a ellas…
Ni a las islas ni a los amores ni al dolor ni a los infortunios…

Han dado las cinco… Nos dijo…
El tiempo se nos ha caído encima… (todo decadencia o muerte…)

… Nos queda el recuerdo y el júbilo de lo vivido…

            ¿Bastará?




Matías Escalera Cordero. RECORTES DE UN CORAZÓN HERIDO POR LA ESPERANZA. Huerga & Fierro, 2019

miércoles, 19 de junio de 2019

Dentro el pozo




Dentro el pozo
todo era luz
fuera del pozo




Antonio Orihuela. Disolución. Ed. El Desvelo, 2018