documentos de pensamiento radical

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martes, 31 de agosto de 2021

NADA TENGO




Nada tengo.

Ni las palabras,

ni el ruido de la ciudad,

ni una llamada del INEM.

No tengo esperanza, ni plaza de garaje,

ni las Perseidas, tampoco el invierno.

Me faltan años, me faltan estudios,

me faltan poemas.

No tengo memoria, no tengo tiempo,

no tengo voz ni voto.

No tengo ingresos, no tengo sueño,

no tengo plato de ducha, ni cartas en el buzón.

Ni discos de vinilo, ni religión,

ni hipoteca, ni juanetes.

No tengo blog, ni menú del día,

ni pasaporte, tampoco vergüenza.

Me faltan viajes, me faltan libros,

me faltan horas.

No tengo nada, entonces, no tengo miedo.

No tengo excusa.

-


María Carvajal.  En: Voces del Extremo, poesía y empatía. Ed. Amargord, 2021

lunes, 30 de agosto de 2021

Que de la poesía a la desolación solo media un paso




Hoy he vuelto a soñar con ella.

Que todo fue un error, que se fue de viaje,

me dice, que ya por fin ha vuelto.

Sonríe, sin saber que no somos los mismos.

No sé cómo decirle que su cajita de joyas ya no existe.

Que su casa la ocupan los extraños.

Cambiamos por dinero su rincón, no sé cómo explicarle…

Su paraíso es de otros, con otras ilusiones.

He de contarle que se acabaron, para ella, las flores del jardín.

No sé cómo decirle que después de su marcha

vivimos disfrazando las aflicciones, que vestí de poemas

las paredes absurdas que soportan mi alma,

para no ver la vida más allá de la vida

y así disimular que el castillo es de barro.

No lo sabe, que para no destruirme besé con descaro la poesía,

cuando la poesía, afilando su mirada más cruel,

no es más que un puñado de palabras simples.

Ella no lo sabe,

que de la poesía a la desolación solo media un paso,

de la poesía a la quiebra, al deshielo.

Que no hay fin para tanta pérdida.

Imposible alcanzar, como si nada, la desmemoria.

No sé cómo decirle…

que llevo su rubrica en mi muñeca,

que la llevo en mis ojos, en mi poema,

que destella en mi nombre.

Vivo de ella el instante mínimo que el sueño me ofrece,

o esta alucinación, o esta amenaza…

Y, sin comentarle nada, la abrazo,

y la quiero un segundo,

y me lleno los labios,

y alimento este latido mío que palidece.

Que no somos los mismos.


Ana Deacracia.  En: Voces del Extremo, poesía y empatía. Ed. Amargord, 2021

domingo, 29 de agosto de 2021

ESCRIBO PORQUE NO TENGO OTRA FORMA DE LAMERME LAS VÍSCERAS




Escribo porque no tengo otra forma de lamerte las vísceras, de

succionarte las entrañas encendidas, de decir “ay, sí, por favor” 

y “por la noche todos los gatos son pardos, excepto TRES de los míos”.


Escribo para quererte sin histrionismos, sin decir “buenos días”, ni

“las tres de la tarde”, ni, como Jeffrey Dahmer a DOS de sus amantes

“demasiado te quiero yo a ti, para lo mucho que te mueves”.


Escribo para no tener que decirle a nadie que eres el líder de la

patrulla del movimiento palíndromo (ya sabes lo que quiero decir)

pero no entiendes que son ovnis los aeroplanos para las hormigas,

los fantasmas y los patos, que no saben de vuelos transoceánicos ni

de “carta en la mesa, pesa”, ni de “¡un NO!”.


Escribo para no tener que retocar con insistencia el mantel sobre la

mesa, decir “qué aproveche”, ni almidonar las servilletas, cuando

vengan los leones a declinar latín y “rosa rosae” al tomar su desayuno

sobre el cuerpo de Devaneo Forastero reduciéndolo a CERO.


Y, luego, ya no escribo

MÁS

De Arde, InLimbo ediciones, 2021


 Sara Prida Vega.  En: Voces del Extremo, poesía y empatía. Ed. Amargord, 2021

sábado, 28 de agosto de 2021

PODRÁS




podrás escribir versos de pájaros

en su sereno vuelo

pero no poesía

la poesía no se escribe


Eladio Orta.  En: Voces del Extremo, poesía y empatía. Ed. Amargord, 2021

viernes, 27 de agosto de 2021

EL OTRO LADO

 




 

S’an passe outre et a grant destrece,

mains et genolz et piez se blece,

mes tot le rasoage et sainne

amors qui le conduist et mainne.

 

Chrétien de Troyes. Lancelot ou le chevalier de la charrette

 

Dónde quedó

la vida tranquila

 

del explorador de cangrejos huecos de las marismas del Tinto,

del ciclista por las colinas doradas del Molino de Viento,

del jugador de ping-pong en un estrecho cuarto por horas,

del pescador de brillos en las cálidas noches del verano en Mazagón,

del enamorado que se para ante una casa en la que ya no vive nadie.

 

Después todo se aceleró,

estuve en África, estuve en Asia, estuve en América,

dormí a tu lado en las horas tibias y azules,

estuve con los anarquistas, me dieron de comer

y me acogieron en sus casas.

 

Estuve en una pequeña roca en medio del Mediterráneo

que los que no se ahogan llaman Lampedusa

y donde nadie conoce la Sinfonía de las Sirenas de Avraamov.

 

He bajado de los altos de Chiapas con los bolsillos llenos de nubes,

he caminado por el frondoso bosque de los cedros de Gouraud

pidiendo a Khumbaba lo proteja de la civilización,

me he confundido con la multitud en Chandni Chowk,

sentado sobre un ladrillo rojo en la Durbar Marg de Katmandú,

he hablado con las prostitutas del Parque Colón en Santo Domingo

y con una agente de la U.S. Border Patrol en la frontera de San Diego.

 

He viajado por las entrañas del D.F. y también dentro de ti,

he cruzado el puente internacional Cordova-Las Américas de Ciudad Juárez

mientras tú cruzabas el Puente de la Espada,

como en la historia de Lanzarote sin Lago,

he paseado rojo y negro por las Ramblas de Barcelona

y también sobre tu cuerpo como la primera vez,

he subido al Khardung La para comprobar que era más fácil

que permanecer indemne en tu corazón,

he buscado tu mano en el Sacre Coeur

y en Times Square he llorado al ver cómo todo se convertía en arena.

 

He entrado varias veces en la Tierra Prometida,

en la calle Siete Revueltas de Sevilla,

en el Callejón del Gato de Madrid,

en la medina de Fez,

 

creí en tus promesas, crucé la península, cruce México,

me crucé contigo un día cuando ya no teníamos nada que decirnos,

me tumbé en los verdes campos de la memoria de mi infancia en Moguer

y después en el Vondelpark de Ámsterdam,

en las playas de Mazunte y Guayacanes,

me hice el muerto en el mar de Cortes, en Guaymas,

y en una silla muy incómoda de la tercera planta del edificio

de la Excelentísima Diputación Provincial de Huelva.

 

Leí mucho, está bien leer, pero hay tanta tristeza en la letra impresa

que he decidido regalar todos mis libros, prefiero limpiar la casa,

ver crecer las flores, escuchar cómo rompen las olas contra las rocas.

 

Soy un exiliado que mira los mil senderos

de sus pantalones grises de franela, 

soy un neurótico que abre cientos de veces el frigorífico

para comprobar que el queso sigue ahí,

soy millonario, descubrí que todo canta

en cuanto me olvido de mí, he sido una lágrima,

un cazador recolector de afectos,

de luminosas vidas que nunca fueron mías,

ahora, porque amor aún gobierna y quiere,

estoy aquí temblando,

por si despegaras los labios

y me hablaras,

 

aunque sé que es imposible la pureza.


 

Antonio Orihuela

jueves, 26 de agosto de 2021

Verano sin vacaciones (crónicas fatales de una camarera en la Costa del Sol) de Ana Herón (fragmentos)


 


día 41

:

canción de amor

 

(podrás verme de un lado para otro atareada. quizá

llegarás a creer que no sé que estás cerca porque

a veces me alejo y en el horizonte del salón

aparezco ante ti limpiando alguna cosa o

recolocando alguna otra, pero quiero que sepas

que nunca podría olvidarme de que estás aquí.

podrás verme de pie, de espaldas o de frente,

podrás intuirme pensativa, cavilando en mis cosas

por un instante, en mi vida.

pero no temas, por favor te lo pido, porque lo

reverente, lo de verdad importante es que si atisbo

un gesto tuyo, si levantas la mano, si necesitas que

la mesa no cojee, si tienes un poquito de sed o un

poquito de calor o un poquito de frío, si algo no te

gusta o te encanta, aquí estoy yo,

y si tú me dices ven, lo dejo todo.)

 

 

día 42

:

desapercibir

 

(desapercibirse.

estar sin estar ser sin serlo. aparecerse desaparecida.

negro impoluto negro agujero negro. pupila hueca

dentro candente fuera nada.

en la calle me aparezco pelo recogido tez color

inerte negra indumentaria. uniforme: "que tienen la

misma forma", "igual, conforme, semejante". grito

complaciente mi conformidad mi asentimiento

condescendencia y aceptación de todo esto.

entiéndase todo esto como buenamente se pueda

o se quiera.

uniforme, una forma, formar parte de, ser

absorbida, olvidar la propia identidad, habituarse

a unas normas aleatorias transparentes

condicionantes del proceder, hacer caso,

imponer, poder ser otra cosa, poder.

en la calle me aparezco disfraz mediante y alguna

gente que me conoce ya no me conoce. no

perciben el ser que está escondido.

evacuada.

sorprende el poder aislante de la disciplina que

asumen las currantas uniformadas. de algunas

por lo menos.

pasan por mi lado y no me ven. me desaperciben.

estoy en frente como si fuera un poste sin

bandera. inanimada. inanimal. casi inexistente.

el disfraz dura un rato. y luego, de rato en rato, va

cambiando y mutando /del negro al estampado,

terapia de choque/, y la de dentro va actuando,

retorciéndose y relamiéndose, buscando la

supervivencia al porvenir.)

 

 

 

día 43

:

transito

 

(podría parecer un diminutivo de trans.

trans: "al otro lado".

el camino de por medio.

hoy me he montado en la línea más larga de

autobús que une San Pedro y Puerto Banús, la línea 5.

a las 16:03 hora cruel de estío abandona la

cabecera situada en el centro del pueblo. atraviesa

Nueva Andalucía y El Ángel, obras de José Banús,

antes de llegar al puerto de tránsito internacional

de José Banús.

por el camino: una foca y un caballo en el parque

aguantan al sol. quemantes, a nadie se le ocurriría

montar en sus colores brillantes de calor. el

balancín no encuentra sombra más que con el

atardecer. pasamos por el callejón Rosa Chacel,

vaya encuentro inesperado. las calles rezuman calima.

el autobús va prácticamente vacío. la hora y la ruta

lo favorecen. casualmente somos seis mujeres las

que ocupamos seis asientos. una de ellas va a

limpiar una casa, la otra es camarera, otra es una

adolescente seguramente de vacaciones a la que

alguien espera, también está la conductora de

autobús, una niñera y otra que va a cuidar a un familiar.

la ruta más inhóspita y la hora más macabra

protagonizada por mujeres. cada una se refugia

como puede: la que va a limpiar charla con la

conductora, la camarera tiene los pies llenos de

sandía, la adolescente se pierde en la pantalla de

su teléfono, la conductora charla con la que va a

limpiar, la niñera combina el uniforme con unas

chanclas y la que va a cuidar a un familiar se

camufla ante las adversidades con un pañuelo

que la protege del tiempo en todas sus

acepciones.

recuerdo a mi colega J. cuando me decía que no

le gustaba el verano, porque mientras hubiera sol

estaba trabajando, mientras hubiera sol no

descansaba. qué engaño. había visto a J. en

invierno también trabajando sin descanso cuando

ya era de noche. quizá con el fresco se tomara el

trabajo de otra manera.

esta mañana mi colega Ó. me ha preguntado que

cómo estoy, que si estoy contenta. estoy bien, le

digo. "Estamos todas bien", pienso, y transito

hacia otra época hacia otras realidades hacia

otras soledades, comunes.

estamos todas bien, la conductora, la limpiadora,

la niñera, la camarera, la adolescente, la

cuidadora. estamos todas bien. siempre estamos

todas bien.)

 

 

 

 

 

 

día 44

:

sujetos

 

(sujeto/a: expuesto o propenso a algo.

sujetar: someter al dominio, señorío o disposición de

alguien.

sujeto también hace referencia a persona, según

nuestra querida RAE.

sujetos, sujetas.

sujetos al tráfico. sujetas a los móviles. a los

sujetadores. sujetos a todo los días lo mismo. sujetas

al tiempo. sujetos al no quiero pero bueno. sujetas

de cambio sin cambio. sujetos al atasco, "es horrible"

decía hoy mi colega I. mientras compartíamos sillón

de autobús y comentábamos lo desesperante e

indignante de la realidad que nos rodea contra la

que no tenemos nada que hacer. ni un poquito de

suerte. "qué vamos a hacer".

sujetos a las vacaciones pagadas. sujetas a no te

pases y a eso no se puede. sujetos a yo no mando,

tampoco en mi vida. sujetas a esto es lo que hay.

suéltame

 

 

día 45

:

siempre

 

(los títulos que me surgían hoy eran "todo" o

"tiempo", pero ya había alzado ambas voces. he

utilizado la clásica escapatoria del algoritmo

biológico, y entre sístole y diástole,

todo + tiempo = siempre.

a las 02.00 a.m. de un día corriente se firma un

contrato formal de alquiler. el arrendador: un

hombre que parece Gregorio Samsa, que vive en

una colmena de una sola colmena cuya pared es

una sábana traslúcida.

a las 02.01 a.m. de un día corriente se pacta un

contrato verbal literario. arrendador y arrendatario

poseen el mismo nombre.

en el Burguer King un papá compra a su hija un

menú infantil de esos que vienen con regalo de

plástico. "¿tiene de niño y de niña?" pregunta

obligada del padre, aunque la niña se contentara

a jugar con cualquier cosa. para el descontento

del padre, el empleado contesta: "hay dos

modelos unisex", "pues dame el otro para que la

niña elija", contesta el padre defendiendo la libre

elección de su hija. el papá se ve con dos

juguetes metidos en sendas bolsas transparentes

altamente peligrosas. "cuál quieres, ¿este o este?"

y hace un bailecillo con las manos que ni pa ti ni

pa mí. "¡los dos!" contesta la niña.

en una cama elástica de la playa, de esas que

tienen unos arneses por si saltas muy alto, o por si

no saltas que alguien te abalance hacia el cielo

como un tirachinas, una madre monta a su hijo y

este da una voltereta de campana que lo hace

aterrizar en otra dimensión en la que se muestra la

la cara oculta de la luna

y entonces aparece

 

ESTROFAS DE ÉTER, de Emmy Hennings

 

Ahora tengo que caer desde la gran esfera.

Así, en París hay una gran fiesta.

La gente se acumula en la Estación del Este

y flamean banderas de seda.

Pero yo no estoy bajo ellas,

yo vuelo en el gran espacio.

Me mezclo con cada sueño

y leo miles de expresiones en sus caras.

Hay un hombre enfermo tirado en su miseria.

Me hipnotiza su mirada postrera.

Anhelamos volver a un día de verano.

Una cruz negra llena el cuarto.

y todo este mundo extraño sin convenciones sin

sentido y con sentido, se muestra siempre burlón,

siempre atento, a quien mira.)

 

 

 

 

 

 

 

día 46

:

espira

 

(un sujeto se suelta el día libre, el día de descanso,

el día que no tiene que ir a trabajar y que puede

hacer lo que quiera.

vive solo, así que se levanta cuando le da el

cuerpo, come cualquier cosa de la nevera y

enciende la tele.

el alquiler lo paga la mitad del sueldo, 15 días

laborables. el resto es para las facturas, la

gasolina, el móvil, la comida y un copazo de

cuando en vez.

el sujeto se levanta del sofá y decide ir a la calle.

se ducha y se pone guapo para ir a comer a un

bar. luego se va a tomar una copa a otro bar y

acaba cenando en un restaurante cercano a donde

trabajó ayer y al que volverá mañana de nuevo. los

compañeros del sujeto hoy suelto le saludan.

el sujeto ahora no es sujeto, puede llevar los

zapatos que quiera, peinarse como quiera. podría

incluso pagar una cena en el restaurante en el que

trabaja, porque tiene dinero.

mañana será igual o parecido a ayer, y el día de

hoy volverá a repetirse dentro de una semana, y

este patrón se proyecta en

el tiempo multiplicando su cansancio.)



Ana Herón. Verano sin vacaciones (crónicas fatales de una camarera en la Costa del Sol). 2019

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 25 de agosto de 2021

3 poemas de GEMA ESTUDILLO

 



Dos poemas para Alejandra Pizarnik

 

el silencio de la prisionera

 

lo difícil es no ser como tú 

y seguir encendiendo el horno cada día,

cada sábado. 

seguir horneando pasteles sin sentido.

- dos tazas de harina, cuatro huevos - 

como yo calculo la vida en miligramos, 

mientras otros sopesan 

la intensidad vital a la que puedo aspirar

sin caerme, 

mientras ingiero cada mañana su elixir. 

( aseguran que me mantendrá en pie 

el resto del día) .

 

lo difícil es no hacer como tú,

tras dejar a los niños en la escuela,

restregar bien la vida en cuclillas 

para que no quede grasa en las paredes. 

pensar,

- ojalá un día libre

de pañales, cacerolas y colada-

dejar de pintar las paredes,

aunque allí viviera en otro tiempo

 william butler yeats,

descuidar la casa, los hijos, el trabajo.

y soltarlo todo,

soltarlo todo.

meter la cabeza 

"nada más

que hasta el fondo"

 

 

Mudez de pájaro

 

 

Lo peor de todo son las mañanas.

el silencio licuado por las paredes.

la luz fría y húmeda a través del cristal

que da al jardín de este edificio.

nadie habló de la huella,

de la herida emocional que supondría

abrirse en dos ante los guardianes del infierno.

soy como la nieve manchada y derretida

por el orín de los perros.

cada uno intentó dejar su estampa.

no me inmolaréis.

hasta aquí la magia y el cuerpo

tendido al sol

en las lindes del deseo.

 

………………………….

 

A Sabka Goldberg

poeta chilena

 

 

Sabka, querida Sabka, habitada de confines

y viejos amaneceres.

hoy tu voz de caracola, arrastrada por el viento,

recorre un río de miel hasta la orilla.

tu voz perdida y quejumbrosa

de amante herida y olvidada.

Sabka, dulce Sabka,

pienso en ti en Jarabacoa,

en la ladera de esta montaña,

en este exilio que ya es voluntario.

hoy escuché el sonido de tu lengua extraña

tintineante

con multitud de tonos

adornada de guirnaldas y de peces que hoy el viento

trae hacia aquí.

no sé cómo llegaste, mi querida Sabka,

no sé quién te trajo hasta esta orilla.

tú, imperceptible. apenas una silueta entre las sombras.

habitada de confines. acompañando soledades.

Sabka, todos sabían que volverían, menos tú.

 

 

 Nota: Los dos primeros poemas fueron publicados en la antología ``El árbol de Alejandra'' de Karima Editores en 2019.

El de Sabka era inédito hasta que salió en la antología coordinada por Manuelle Parra. Femmes Libres. Montpellier, 2021

Gema Estudillo