He aquí lo que dijo el viejo:
yo he visto el mundo; y era el gran azul
Sentaos a mi lado vosotros
cuyo poder irradia plomo y llaga
Sentaos Señores del fusil Mayordomos de la hoja ensangrentada
Me quedaré ante ustedes
ahora que mis pies ya no tocan el suelo
ahora que los astros más antiguos ya tomaran posesión de lo que yo era
Sentaos
Siéntate aquí, oh! Gran Exterminador del Tigre,
y tú allí sacerdote
profeta
inquisidor
verdugo de tus propios semejantes
y allí tu Matador del Lobo
y tú Ejecutor que abatiste al último Zorro
y diezmaste al Oso
y allí tu Maestro Asesino Viejo de la Montaña
tu Verdugo Azotador de los humildes y pacíficos
y también tu que has destruido los pequeños mundos
y cortaste la última rama del baobab
sentaos todos todos vosotros
los que mataran
y devastaran
y descuartizaron a los que
no tenían la vuestra misma forma
o la vuestra misma fe
o la vuestra misma voz
o el vuestro mismo color
aquellos que no eran de vuestro barrio
de vuestra tribu
de vuestro clan
de vuestra iglesia
de vuestra sinrazón
allí tu Carnífice
allí tu Torturador
Así lo escuché:
¿Habéis visto en los ojos de los muertos el pasto y la brasa?
¿Habéis exhalado con ellos el último aliento de la tierra?
Nuestros corazones son el alfa y el omega
lagos infinitos donde el bien y la sordidez flotan
y flotan el mal y la belleza
pero en vuestros triunfos sólo el espíritu inicuo
el lado laminar de la tiniebla.
Y habéis creado a Dios, a los dioses,
criaturas fantásticas —¡oh! tan fantásticas!—
para que justificasen todas las fechorías
todas las torpezas
todas las fiestas del crimen.
Y os habéis atribuido vosotros mismos todos los títulos
y los más grandes honores
regulus caesar tsar califa negus führer vizir
generalísimo conde dux cardenal emir
pero
en verdad reináis sobre reinos de cenizas
tarareáis canciones de cantantes descuartizados
coplas de putas y de caporales de guerra
y vuestro reino apesta
vuestro reino exhala putrefacción
las puertas baten sólo a los golpes del viento
las campanas que tañen son momificadas salamanquesas
y Ruth llora todavía en el trigal extranjero
Pero esta era esta era la hora del gran azul
cuando los abuelos abrían las puertas y saludaban cada llegada tuya
y los pájaros piaban en las hombreras
y la luna era feliz incluso sin ser plenilunio
Yo sabía hablar con los gorriones y las palomas
saltaban de las palabras a sus nidos y palomares
y sonreían sin hacer sonidos
conocían el significado de todo
tierra
puesta de sol
mares que se abrían a horizontes claros
y nosotros extrañábamos a los poetas que cantaban lejanas
fronteras
sin haber hablado nunca con los pájaros
Hermanos
también vi la gloria y la decadencia del mundo
y los poderosos títeres que e hartos de oro morían
y eran sólo cadáveres después de todo cadáveres
polvo devuelto al polvo
materia de estiércol
azotaban el Helesponto que no les obedecía
fusilaban a todas las españas y a los campesinos
que frente a las balas levantaban el canto de las antiguas Jacqueries
destruían las ciudades desobedientes al Imperio
Profundo
y hoy se pudren
y hoy se pudren
y hoy se pudren
Yo sabía cómo hablar con los animales de la tierra y ellos
a veces se dignaban responder
desde sus madrigueras siempre vino un buen viento que
decía libertad
decía bienaventuranza
decía beatitud
Y antes que llegara la Bestia Suprema
la bestia racional
la que camina en pie
el pulgar para manejar el arma
el índice para el gatillo
antes que llegase El que Consume Todo
El que Violenta la Casa de Todo
yo conocía la voz del Oso
el lenguaje del Ciervo
el discurso planetario del Águila
y un uro trotaba ya más allá de la piedra
dejaba su sombra sobre toda la hierba que pudiera existir
y vimos como subían y bajaban reinos y condados
papas y emperadores
condottieri y fanáticos de dios
Dieu le veut! Dieu le veut!
También vi la gloria y la decadencia del mundo
y tampoco me hice más rico ni más pobre
y vi cómo extinguieron especies para instalar industrias
y bosques talados para construir comercios
y tribus esclavizadas para aumentar las fortunas
y loaran a Dios por la ruta de las rapiñas
y cómo continuaron coronando idiotas
empoderando rufianes
incensando a criminales
regalando el cetro a putas y tontos
y levantando cruces y lunas
y hogueras y sables
y degollaban y quemaban para decían, siempre mayor gloria de Dios,
a cualquiera
y alfombraban de cuerpos los caminos
sacrificaban humildes
destruyen nidos y apriscos
columbarios y cuevas
recuerdos y canciones
y cómo masacraban cuanto fuese diferente
u osara ser libres
que tienes ruiseñor dentro de la garganta
que haces rosas de plata de tu melancolía?
y yo que nunca fui el pequeño judío que escribió la Biblia
ni el humilde felá que levantó la pirámide
o el albañil que construyó Tebas la de las Siete Puertas
ni el pobre burlaki que arrastraba las barcazas del Volga
yo vi el futuro mis hermanos
yo vi el futuro hermanos pájaros
yo vi el futuro hermanos osos
mis hermanos mamuts
yo vi el futuro mis hermanos bastardos de carabina preparada
An it is Murder
It is murder
Y todos fuimos más pobres
y más muertos
Así lo dijo el Viejo.
Y miré y vi que después de todo era solamente uno el que lo escuchó
sólo uno sobre sus dos pies
y ese era el exterminador y diezmador de mundos
sacerdote y profeta y verdugo y destructor de vidas y esperanzas
no era más de uno de pie siendo el mismo y siendo muchos
uno uno uno
escuchando pero nada atendiendo
escuchando pero sin querer saber
escuchando pero acariciando el cañón del revólver
y era hijo del Hombre
y ya no era el Gran Azul.
Fernando Cabrita. El sermón del fuego. Ed. Baile del Sol, 2024