documentos de pensamiento radical

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sábado, 28 de febrero de 2015

2 poemas de LA CIUDAD de KARMELO C. IRIBARREN



EL AMOR



Como el viento que encuentra
una rendija
y se cuela en la habitación
y lo desordena todo
libros
facturas
poemas
así llega
en la vida
el amor.


Nada es igual a partir de entonces,
ese caos
es la felicidad.


Pero un día habrá que recoger.


Suerte si no te toca a ti.




*




El amor,


ese viejo neón


al que aún


se le encienden


las letras




*




Karmelo C. Iribarren. La ciudad. Ed. Renacimiento

viernes, 27 de febrero de 2015

EL CANDIDATO A PIE DE CALLE



Reparte papeletas
con su foto,
sonríe,
promete,
estrecha manos.
Nadie le cree
una palabra,
pero es igual,
el cámara sigue
filmando.
Una niña se acerca:
Mira, mamá -dice-,
hay teatro.


Karmelo C. Iribarren. La ciudad. Ed. Renacimiento

jueves, 26 de febrero de 2015

MEDIODÍA EN KENSINGTON PARK (tres fragmentos)



22. La poesía

Desde el centro del bosque o del parque hablamos de Platón. Para ser un poeta debes dejarlo todo, enterrar tus manos y tus pies justo en el medio, donde la tierra es húmeda. Unos cuantos gusanos aparecen de pronto, y con su boca apartan esa tierra, van haciendo el camino. Ellos han visto siempre ese centro del bosque y desean que tú llegues. Todo sobra: el trabajo, el amor, la mujer, la compañía. La esencia solo es pura si guardas el silencio.
En el centro del bosque la palabra se adhiere al hecho de ser nuestra. Nunca juegues con letras, con expresiones vanas, no intentes dominarlas: la palabra es el centro de la vida de dios, el músculo primero de la verdad sincera, de la poesía. Aquellos que pretenden hacer experimentos, jugar con la sintaxis, no llegarán al núcleo, se enredarán con símbolos, luces de puro juego, reliquias de anticuarios.
La semántica es la ciencia donde confluye todo: la filosofía, las matemáticas. La palabra más bella, ella es la clave, el matiz absoluto. No compres tu libertad con muestreos, no llegarás al centro. Adéntrate en la palabra, en la sola palabra, esa simple expresión de sufrimiento.
No busquemos poetas donde nunca los hay, donde nunca existieron. Debes asimilarlo. Que otros se lo crean te debe dar igual. La palabra es un mundo que hay que descubrir, y debes estar solo.




23. Junto al árbol

En los sitios visibles me siento junto al árbol. Miro al cielo, busco las estrellas y saludo a los pájaros que siempre me visitan. Cuando soy invisible prefiero los garajes subterráneos, su frescor y silencio. La ingravidez del aire. Debo esconderme ahora, la vida me entristece. Las personas que habitan me distraen, me confunden, hacen que esté molesto. ¡No podíais iros todos! Un puñado de libros y nada más. No necesito más.
La creencia es un acto que comienza en domingo, y debes ser muy fiel a todos los momentos mientras estés tan solo. Decía Marco Aurelio que la noche le absorbía de paz. Y Virgilio forjó la metamorfosis en pájaro. Fue Ciris. Sobra el hombre. Nunca falta el principio.
Sentado junto al árbol leo a Rilke. Aprendo de personas que pueden enseñar, que han leído la esencia, que llegaron al bosque y, en su centro, descubrieron la luz y su silencio. Sin silencio no hay poesía. Los deseos humanos, y hasta las peticiones, no son literatura.
En el centro del parque todo se ve distinto, diferente. Aprendo de vosotros: luces, pájaros, sombras, estrellas, una espiga de trigo, buen espíritu y silencios.




24. El color de este cielo acomplejado

Londres sí tiene mar, un infinito espacio verde donde se toma el sol. Una pradera de tonos multicolores que refleja el amor y la nostalgia. Es un inmenso mar donde puedo quererte mientras miras los pájaros, las hojas, el color de este cielo acomplejado. Cuando nos falta el orden aparece la vida, pero no me acostumbro. Vivir sin un concierto es una sucesión de cosas principales, el mandato observado para cristalizar nuestra amargura.
El azul de este cielo es diferente, un número complejo y decimal. Aunque es natural lo imaginario determina. Prevalece el azul pero es grisáceo. Hoy se instalan las nubes y el ruido de un operario limpiando los caminos hace que le conceda primacía. Observo al empleado, con rigor y paciencia avanza solo un poco, la exactitud de su triste muestreo. Un jardinero uniformado se confunde en el verde, lo entretiene. Señala con el dedo un árbol que ha caído.
Es difícil escribir tristes canciones, con una inclinación notaba que vivías. Ahora no sé arroparme lo suficiente a ti. Apenas me defiendo con las notas y esa interminable lista de recomendaciones ha salido volando. Hay un rayo de sol que se va haciendo diferente. Intento darte un beso y en mi boca tarareas el estribillo. Es hora de volver, comienzo a comprenderte y a llevarte en volandas. Este color del cielo ha empezado a vivir. Una abeja veloz irrumpe en tu alegría. El color de este cielo no me otorga palabras si no intento escribir.


Javier Sánchez Menéndez. Mediodía en Kensington Park. Ed. La Isla de Siltolá. Sevilla, 2015


miércoles, 25 de febrero de 2015

QUIERE PUBLICAR




Quiere publicar 
unos poemas míos
en una revista de su pueblo;

y para eso, para pedirme permiso,
hoy, en su día de fiesta,
esta mañana gris,
ha cogido el autobús
y se ha presentado aquí,
con su impermeable azul,
como un trocito de cielo bajo la lluvia.

Cómo decíroslo:
el nóbel, el cervantes,
el príncipe de asturias,
nada,
papel mojado, chatarra, al lado
de una mirada suya.

Karmelo C. IribarrenLa ciudad, Renacimiento, 2oo2.

martes, 24 de febrero de 2015

EXPUESTA A LA VIDA




Me erigiste mundo 
¡A mí!

Que solo soy vereda.

(Arantxa Agudo, febrero, 2015)

LA CIUDAD



Los dos
bajaban
por la calle
cubiertos
de sangre.
Nadie
les prestaba
atención.
Así era
la ciudad.


Karmelo C. Iribarren. La ciudad. Ed. Renacimiento. 

lunes, 23 de febrero de 2015

LA FUNCIÓN DE LA POESÍA





                                                                                                                                                               

LA función
de la poesía
en nuestra sociedad,
ha sido el tema estrella
(durante un par de días)
en simposios, mesas orondas
y demás zarandajas,
a cargo
de eminencias con-
trastadas
en el manejo de las lenguas.

Parece ser
que les ha hecho
buen tiempo,
y que no ha habido
heridos de importancia.


Karmelo C. Iribarren. La ciudad. Ed. Renacimiento. 

domingo, 22 de febrero de 2015

DÉJAME SER LIBRE

‘Laat mij vrij’ - DÉJAME SER LIBRE



El viento
pasa rápido.
Rápido y libre,
libre pasa.
Déjame que yo sea libre.

(Alexandra, 11 años de edad, febrero 2015)

Traducción del neerlandés: Agustín B. Sequeros

sábado, 21 de febrero de 2015

INSTRUCCIONES PARA VIVIR CON SOBRESALTOS




(LUCEBERT, '88)

Instrucciones para vivir con sobresaltos

Rumor de grumos
desechadlo
botas con verdín
dejadlas
palomas de ciudad
estranguladlas
viento de ninguna parte
acunadlo
escarcha
holladla
cuerdas
desafinadlas
ternes miradas
evitadlas
aviesos patriarrepuestos
vomitadlos
ritmos
pensadlos
seda
violentadla
soplamerodeadores
apartadlos
redentores
expulsadlos


(Agustín B. Sequeros, febrero 2015)

viernes, 20 de febrero de 2015

LOS ESPECULADORES




Ellos hablan como la plata
y piensan como la porcelana.

Se han enjuagado la boca
en la violación diaria,
han engrasado sus motores
con la sangre diaria,
han lavado cerebros
en la democracia diaria.

Llevan guantes
cuando acarician corderos.

Reúnen acciones
para evitar quemaduras.

Cenan en familia.

La guerra es su segunda boca.

Están sentados en sus casas
donde las pantallas de la TV parpadean
y prefieren no ser advertidos.

Adoptan la expresión de las paredes
-cuatro paredes blancas
que les facilitan su coartada.

Simulan que la habitación es
el interior de un huevo.

Allí se sienten seguros,
sin hacer, blandos, blancos.

Allí pueden masticar en paz.

Allí pueden hundirse
en sus sillones y asesinar
sin mover un dedo.


Lasse Södeerberg. En Justo Jorge Padrón. La nueva poesía sueca. Plaza & Janés, 1972

jueves, 19 de febrero de 2015

LA VIDA




LA VIDA


Este sueño solo se tiene una vez



Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

PIENSO (poema de Bert Schierbeek)


PIENSO

Cuando llueve
pienso
que no se moje

cuando hay tormenta
que no coja frío

y también pienso
que ese pensamiento
no tiene validez

puesto que nunca más
volverás a mojarte ni a coger frío

puesto que no llueve
ni hace viento nunca más

para ti


Bert Schierbeek, 'De deur'

(Traducción del neerlandés: Agustín B. Sequeros)

miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Cuántas veces se despierta?




¿Cuántas veces se despierta?
Ven, abrázame,

por si aquí no hubiera nadie.

Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

martes, 17 de febrero de 2015

SUCEDES



a Eva Hiernaux

Sucedes
entre un latido y otro
de mi corazón.

Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

domingo, 15 de febrero de 2015

TODO LO DEMÁS ES GRATIS



para Ferran Fernández

Lo que le cuesta moverse a la montaña,
hacerse presencia a la nieve,
adquirir solidez al humo,
textura a los sueños.

Lo que le cuesta a las fronteras abrirse,
a los brillos opacarse,
al deseo pararse
y a lo enmarañado desenredarse.

Lo que le cuesta a lo superficial ser profundo,
claro a lo misterioso,
próximo a lo extraño.

Lo que le cuesta al llanto reír,
al túnel arrojar luz,
al yo ser nosotros,
al recuerdo olvidar lo que te quise.

Lo que cuesta encontrarte amor,

lo que cuesta.


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

Y AÚN NO SE VAN?

¿y aún no se van?

des
facha
tez
negación
de cara
y vergüenza
sfacciatezza
escondida en corbatas
de seda
en caras
(¿tan impertérritas ellas?)
en países que no son de nadie
que aún no se va
que aún no se van
aún

(Agustín B. Sequeros, Febrero, 2015)


 

(Francisco de Goya y Lucientes, Caprichos, grabado 59)

sábado, 14 de febrero de 2015

HABÍA FELICIDAD




Había felicidad en la lluvia,
en las plazas decoradas con lucecitas y papelillos,
en los nardos y nomeolvides que se prendían de nuestros gestos,
en las palomas, en los parques,
en las palabras, en los sueños,
en lo rico del corazón que amanecía junto a ti,
miel derramada, oro, ternura,
complicidad de los cuerpos.

Había felicidad en los silencios
que se posaban en los labios
como una oscura flor
que el tiempo no ha marchitado.

Había felicidad
y no pesaba el mundo.

Eras una mano tendida

y todo ocurría por primera vez.


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

viernes, 13 de febrero de 2015

EL CIELO





Tengo 17 años,
te miro con las manos en los bolsillos
en una calle cerca del puerto de Valencia,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
te digo que me gustas
y al instante, por primera vez,
siento que me divido en dos,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
tatuamos nuestro amor en un naranjo
su sangre huele a azahar,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
tus aretes son cruces visigodas
que aún conservo,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
vistes una blusa blanca
que deja ver la hermosa transparencia
de tus pezones rosados,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
amanece a tu lado
por un ojo de buey a través del que se ve
la catedral de Palma,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
caminamos abrazados por la calle Llums
felices por haber comprado velas y caramelos,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
jugamos al escondite entre la calle Canguil y Llences,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
en una terraza de Dalt Murada
una señora te habla en sueco
y todos nos echamos a reír,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
ceno contigo en un chino del carrer del Mar
y a los postres tú me llamas heladito frito,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
un mediodía de sol
entramos por Miracle a la plaza Mayor
y busco entonces tu mano
para no salirme del mundo,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
estamos sentados en un balcón
de la segunda planta del hotel Ses Meravelles,
tú fumas maría y me preguntas
si ese barco entra o sale de la bahía,

estoy de paso.

Tengo 17 años,
estamos en la playa, el mar, las gaviotas,
tú me diriges un puñado de preguntas
para las que las únicas respuestas
son el mar, las gaviotas.

Tengo 17 años,

estoy de paso,
no me dejes pasar.


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014
Fotografía de Juan Sánchez Amorós

jueves, 12 de febrero de 2015

DONDE SIEMPRE ES





Aquí viví,
bajo este cielo,
en el resplandor de los veranos infinitos,
en el sol cegador de los agostos abiertos,
en la intriga de los días iguales.

En este lugar el futuro fue recordado
y vuelto a olvidar
por la vereda del sueño,
en las opacas sombras violetas
de los oscuros cuartos de la casa,
a la luz de las velas
donde el abuelo memorioso
contaba historias antiguas
para la emoción infantil.

Sí, desde allí su voz asoma,
acogedora en las horas de fiebre,
en los días de tormenta,
en las largas noches
en que quisiste comprender
por qué todo acabó,
por qué hubo que luchar.

La memoria arde sin parar
sobre metáforas a las que,
como al mismo libro de la vida, faltan letras,
y por eso son tan difíciles de desentrañar.

Don’t worry it’s a dream,
dices cuando me traes el cambio en dólares
de este café en la terraza del Mitch’s Seafood,
en la bahía de San Diego, California,
lejos de los desaparecidos del border
y más lejos aún del jazmín
de la casa de la calle de los Escribanos
donde yo miraba el cielo
y la luna con su ojo triste
y el otro cerrado.

Estaba entonces el corazón completo en su lugar,
era yo una gota de lluvia colgando
sobre una hoja
mecida por el viento,

dispuesta a caer.


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

LA VIDA, VALIDA

http://www.youtube.com/watch?v=qrJUuj-Eb4Q

miércoles, 11 de febrero de 2015

IMAGINAR SIEMPRE UN EDÉN





Nada real puede ser amenazado; nada irreal en última instancia, existe.
La muerte existe en el mundo de las formas pero no fuera de él…
Nada real muere



Quien abomine de la injusticia,
quien no asuma la decepción,
hablará a su soledad en el Estanque Redondo
y sabrá entonces que no hay
ninguna casa a la que regresar

solo vagar sin fin

buscando tesoros, bajeles piratas,
compañeros que yo conocí por los senderos infinitos
de los jardines de Kensington,

donde cada uno hace el suyo
mientras caminas entre The Flower Walk y Dial,
por Bayswater Road,
o vas volando desde allí
hasta la catedral de San Pablo
y vuelves por Regent’s Park

a los jardines de Kensington,

porque solo la voz que pronuncie tu nombre
podrá sacarte de allí para volver

a la escuela, a los padres, a los verbos en dativo,
al mar, a los pasteles de chocolate, a los tirantes,
a las sandías, a los domingos,
a los dientes de leche, a los amigos,
a las vacaciones, al fuego
y a la lámpara de tu mesita de noche,

porque todo esto forma parte de una ilusión
desgajada de la ilusión total en constante movimiento,
una ilusión que termina teniendo un sabor antiguo y familiar,
aunque seamos conscientes de que nunca volvemos
a desembarcar del todo en ella,
a vivirla de la misma forma cada vez,

porque el velo de la ilusión
nunca puede ser rasgado
dos veces por el mismo sitio,

y la ilusión a la que despiertas
bien puede ser la primera a la derecha
o la del segundo mar y la tercera noche,

y una puede ser oscura y fría,
y en la otra tal vez haya demasiada luz
y esté llena de flechas de oro,

tal vez la ilusión a la que despiertes
sea la de después de varias lunas,
la que termina en una isla encantada
donde todos son hermanos,
se embadurnan el cuerpo con pinturas y aceites
y siempre están de vacaciones,

tal vez continúes hasta desembocar en el río misterioso
o recales en mitad de una guerra
o en un paisaje de sombras amenazadoras
y rugidos de animales que llevan la lengua fuera,
tienen hambre y devoran hombres
arrancándoles la cabeza,

tal vez flotes sobre un aire espeso
por el que avances lenta y penosamente
entre fuerzas invisibles y hostiles
sin encontrarte nunca con nadie

o te internes en un océano de sangre
al que no dejan de arrojar cuerpos desgarrados.

Poco importa, a pesar de los peligros

quién podría permanecer en los jardines de Kensington
un sábado por la noche,
cuando todos los días son sábados por la noche.

Todos hemos estado aquí antes,
te digo en la boca del metro de King’s Arms Gate.

¿Verdad que no te olvidarás de mí
cuando llegue la primavera
a la copa del ciclamor?


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014
Fotografía de Juan Sánchez Amorós

POETICA - Agustín B. Sequeros





POÉTICA

Alas, no.
Colibríes u otros pájaros
que besan corazones aterrados
o moran en labios, tampoco.

Palomas, menos aún:
ni en manos, ojos
u  otras partes del cuerpo,
a punto de huir o herirse.

Luna, depende.
Luna llena, menguante,
creciente y nueva, sí.
Otras no.

Tañer de rosaledas,
no y no.

Ascenso al Pabellón de los Budas Fragantes,
ni en mayúsculas ni en minúsculas.

Música de tu rostro, probablemente no.

Tierra, sangre, tensión, semen,
sí.

Vulva henchida,
también.

Piedra, sí.
                              
Olor a mosto
fermentando
y masa de pan caliente,
sí, sin más.

Amor a secas
o a punto de sublevarse,
huesos, médulas y dolor, sí.

Contra el viento y la marea del destino, sí

Sonidos, a discreción.

Colores, todos
(negro y rojo con prioridad)


(Agustín B. Sequeros, Manifiesto contra el Neo-Modernismo en la poesía, 2014-2015)

martes, 10 de febrero de 2015

2 TEXTOS DE DANIEL CASADO



Sin precio
Aquel hombre, en Salamanca, que a las puertas del Huerto de Calixto y Melibea vendía sus poemas sobre los amantes por 3 euros. Ante nuestra desconfianza, cuando ya nos alejábamos, exclamó: -¡Oigan...! ¡Que tengo poemas más baratos!
Travesura. Nostalgia. Cicatriz.


Entre líneas

Cultivar el hábito de la lectura permite ver las cosas de un modo distinto a lo que, a simple vista, parecen. Así, donde se erige un "rey" descubrimos a un "militar impuesto por un dictador"; donde se alza un "pontífice" sorprendemos a un "ladrón de guante blanco"; donde acecha un político reconocemos a un "charlatán embaucador"; donde se presenta un "periodista" vemos a un "mercenario sin escrúpulos"; donde dice "Democracia" leemos "Fe de erratas".
Daniel Casado.
Daniel Casado visitará el aula Jesús Delgado Valhondo de Mérida el próximo martes día 10 de febrero para dar una lectura de su obra en el Parador Vía de la Plata, a las ocho de la tarde. Os esperamos!!

lunes, 9 de febrero de 2015

LISTA FALCIANI



Hay un botín en la despensa,
legumbres del banco de alimentos
ya cocidas para ahorrar butano,
una lista de deseos,
periódicos viejos con publicidad de bancos...

LISTA ROBINSON




Antes de llamar la muchacha dio un trago,
enjuagó sus argumentos, se atusó la cortesía.

Marcó el siguiente número y esperó.

No contesté a la primera: sabía
que volvería a llamar.

Vencido al fin por su insistencia
-a la hora menos propicia para los negocios-
pacté como pude una tregua: -Voy a pensármelo, dije.

¿Qué tiene que pensar usted? ¿No ha comprendido algo?

-No es eso, señorita...
-¡Dígame sus apellidos!
Entonces colgué.

Antes de volver a humedecer sus labios,
la mano borrosa de la muchacha
trazó de un profundo garabato los dígitos.

A esa lista emborronada la denominan
sus jefes la lista Robinson.

Jamás la destruyen. Piensan
que tarde o temprano acabaremos
cediendo uno a uno.

Que el mar de sus ofertas nos hará olvidar
tanta estrechez, tanto capricho, tanta libertad.



Daniel Casado.
De “La lista Robinson” (Inédito)
Fotografía de Juan Sánchez Amorós

Daniel Casado visitará el aula Jesús Delgado Valhondo de Mérida el próximo martes día 10 de febrero para dar una lectura de su obra en el Parador Vía de la Plata, a las ocho de la tarde. Os esperamos!!


Francisco Carrasquer, escritor, anarquista