OCIO PANTEÍSTA
el día
su modesto derrotero
no me decepciona
el día y yo
no recorremos ni desplegamos
menos coincidimos
con el destino del país durante el día
descanso
pienso en la madurez del diálogo con el enemigo
el país se entretiene durante este día
sin el trabajo de objetivar y sin rencores
sólo con la conciencia de sus ramas secas
y aquello que se desploma al pie de lo que miro
no es el trabajo del tiempo
estoy con mis cosas
en el interior de la lengua
y pienso en la madurez del diálogo con el enemigo
mi madre va viene de la cocina al rosal muerto
la sensación no es tan clara
pero no ambiciono un prestigio de gran percibidor
al mundo no le falta mundo
y madurar mi relación con el enemigo
no es un plan lujoso: así no lo pienso
dejo de insistir en lo real no ensancho
ni sudo
en el interior de la lengua
va viene mi madre de la cocina hasta las rosas
con los objetos
donde se espera que algún poeta trabaje
vertical
concreto
el libro
la manzana el piano
la metrópolis surcada de tensión narrativa
frustra el trabajo de la percepción
el bajomundo del objetivista
solo
se hunde lo que veo
es blando
fraudulento
en esa sustracción
ríe mi madre rodeada por sus hijos
la sensación es irreprochable
pero la risa es falsa
ya no quedan actores para nombrar las cosas
por primera vez
entonces
la ceremonia en este lugar heroico
es
indicativa
allá
adelante
acá
arriba
lejos
afuera
mis cosas secretas
su éxodo vulgar
no polemizo con la luz aunque pierdo distinción
el destino del país me interroga
indebidamente
asocia
el trabajo en el interior de la lengua
con mis peores mañas
las ponderativas: el material que busco
como un poeta barroco
es tan extremo
como en este mundo interior
la peripecia redentora de mi madre
una quieta turbulencia
sopla
distribuye la noche
y en la cantidad menguante donde se duerme
mi madre hace lo que hizo
***
SERMÓN COTIDIANO
Redondez del ojo entre los barrotes
Paul Celan
La única aparente es la reja cuadriculando el cielo
Paco Urondo
conocimiento de mañana
lo primero que sé de mí adentro de la mañana
es equívoco
yendo a despertar a mi mujer
miro las huellas de mi cuerpo en el lado vacío de la cama
escucho: hablás por las palabras
conocimiento de tarde
lo segundo es un error o
un apresuramiento: la reja es lo irreal
una membrana blanda de ruidos desechados
una elasticidad separadora
para que nadie hable antes o después de lo que dice
en efecto la reja es lo irreal
pero sin la reja
no hay mot juste
sin trama luctuosa
mis hijos y yo mismo violado despedazado
concluido
serializado
entre otras astutas artesanías de la patria
su telar deforme donde las fibras de mi abuelo
son el motivo principal: un agua quieta con peces vivos o
muertos
y un sol irregular y precioso
y un bote donde no está mi padre
viaje del hombre noble
de ahí vuelvo –lo tercero: mi patria son mis omisiones
dentro del lenguaje-
justo para cenar
sin conquistar nada o sea sin vaciarme
aguado
desleído
usurpador
de una carne más irónica
menos mortal
soy el riesgo mínimo el ocioso el hilo suelto
***
ESTÚPIDO MÉDIUM
perdón:
moví la mesa ratona para apoyar el desayuno
y la vida consistente
del sillón bkf
y de la lámpara de pie forjada en los talleres del ferrocarril
por mi abuelo peronista
-labrada en hierro con una base circular de mármol-
y la de los libros verticales y acostados sobre los estantes
de vidrio,
la irradiante pasividad, el retirado desorden
de esos lugares y objetos conocidos
se apagó de golpe: encerrados en sí mismos
se movieron hacia el lado de la vida
sólo el combinado antiguo con su radio a válvulas
mantiene su inutilidad como estaba,
vintage indiferencia
perdón
noto con pena que el sillón sin nadie,
la lámpara testigo de una historia artesanal, los libros
leídos con desgano,
ahora circulan como zombies en la desesperación histérica de la mezcla de estilos
perdón,
moví los planos y desencadené,
interpreté sin desear,
perdón,
perdón
como una contrarrevolución,
llego y arruino, ya me lo decías
Pablo Caramelo. Buenos Aires planea una revolución justa. Ediciones Liliputienses. Cáceres, 2014.
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