documentos de pensamiento radical
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jueves, 30 de septiembre de 2010
LA BELLEZA DE LA HUELGA GENERAL
Con independencia de todos los valores ético-políticos que pueda tener una huelga en una situación determinada, en ella hay algo valioso en cuanto tal, más allá de las circunstancias concretas que la enmarcan: su carácter de interrupción del curso maquinal de las cosas.
Es un corte potencialmente capaz de romper el desastre hacia el que se encamina el mundo. En el universo del tardocapitalismo, lo maquinal es el principio de muerte, y tenemos que saludar la discontinuidad como una afirmación de vida.
Frente a la dictadura del “tiempo real”, la demora.
Frente a la brutal coacción de lo inmediato, la articulada delicadeza de las mediaciones.
Frente al abaratamiento de la palabra (condicionado por las mejoras técnicas en el campo de las telecomunicaciones), el valor de la reticencia y el silencio.
Frente a la falsa autoridad de la imagen, la dignidad del hueco.
Frente a la tiranía del trabajo muerto, frente a la demagogia de la normalidad, la restallante belleza de la huelga general.
Jorge Riechmann
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Precioso, ni una frase en vano ni vana.
ResponderEliminarFrente al capitalismo que nos cosifica, frente al tánatos que subyace en una estructura de postrevolución industrial que nos inventó máquinas (así expresiones aplicadas al género humano que nos resultan cotidianas como "no funciona", "está oxidado", etc.) Frente a la demagogia de la normalidad que fabrica la norma junto con el límite y hace del tiempo mercancía.
Saludos
¿Y qué pasa cuando, hasta lo que parecen rebeliones y plantes frente a lo establecido, son en realidad parte del montaje "postcapitalista" para controlar nuestro descontento?.
ResponderEliminar¿Qué pasa si consiguen hacernos creer que estamos rebelándonos cuando, en realidad, hasta nuestras pataletas están domesticadas y fomentadas para que nada cambie?.
Es difícil darse cuenta de cuándo Mátrix nos está dominando y controlando (hasta cuando parece que lo atacamos) viviendo como vivimos dentro del programa; muy difícil saber cuándo se le hace daño de verdad; y cuando se consigue mucho más arriesgado personalmente..... tal vez por eso algunos prefieren seguir con la venda en los ojos...
¿Entonces qué vamos a decir: "Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate." ?
ResponderEliminarOpino que no es que parezca que nos estamos rebelando, es que nos estamos rebelando.
Yo prefiero saltarme el purgatorio y el programa y cambiar la Divina comedia, así que con permiso del Dante digo que mejor:
L'amor che muove il sole e l'altre stelle, per tutto l'universo penetra, e risplende.
Por si acaso.
(Creo que el italiano se entiende bastante bien, si no es así traduzco.)
Pues tú misma bonita. Supongo que se vive mejor pensando como tú lo haces; por lo menos se dormirá con la conciencia más tranquila.
ResponderEliminarPero el primer síntoma de salud mental, y de verdadero interés en cambiar algo, es dudar y cuestionarse, de vez en cuando por lo menos, hasta las propias convicciones; sobre todo si éstas nos benefician y hacen de nosotros "maravillosos rebeldes románticos" a nuestros propios ojos (egocéntricos donde los haya)...
Gracias. Sí, normalmente no me quito la conciencia para dormir.
ResponderEliminarPodríamos hacer un balance de los síntomas de "salud mental" que aquejan al mundo, mundo que vemos, por ahora, con nuestros propios ojos, pero visión que puede ser ampliada y cambiar el enfoque hacia la mirada del otro.
Dudar y cuestionarse, estoy de acuerdo.
Y cuestionar lo que hay en la intransigencia de totalitario.
Ja, jaaa, jaaaaa... totalmente de acuerdo, sobre todo en cuestionar la intrasigencia del totalitario y/o totalitaria.... si veo alguno/a se lo digo ¿vale?...
ResponderEliminarDisculpa, pero ahora me tengo que ir con la pesada de mi conciencia a hacer ejercicios "espirituales" que me enseñen a dar siempre la razón a la mirada de los otros sin cuestionármela, con una sonrisa profident, para no parecer "intransigente" je, je... Un abrazo.
Si profundizamos puede que estemos en desacuerdo sobre lo que estamos de acuerdo, y/o viceversa. Porque el lenguaje es engañoso, más que los hechos.
ResponderEliminarPor otra parte, ha sido un debate digno del Congreso, antes de echar una siesta. O cualquier otra cosa.
Saludos