Llueve con fuerza y se nos aparece un paraguas blanco,
enorme, perfecto para dos, y sólo tiene una varilla rota.
Sin excusa para no pasear seguimos en el abrazo que camina cálido.
Gracias a tus pistas encuentro el pajarito firma que se esconde
bajo las llamas del infierno en la iglesia del Cristo de Burgos,
un poco más adelante los sintecho lo encuentran
en los soportales de la Encarnación,
y levantamos la mirada, intentando descifrar
frente a una obra faraónica de setas gigantes
qué cosa es la cosa pública y a qué publico representa,
y comprendemos el escaso poder de nuestra magia,
capaz de crear de la nada un paraguas,
pero un paraguas que sólo sirve para dos.
¡Qué bonito Daniel!.Demuestra que las reivindicaciones y la sensibilidad no son incompatibles.
ResponderEliminarMu bueeeeno bisho leon.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola,me encanta ese paragas roto.
ResponderEliminarSabes yo tambien escribi algo con un paragua roto mas bien transcribi el relato de una de mis sobrinas,osea que es suyo,,a ver si lo pongo en mi blog,lo lees y me dices que tal...si te parece.
Saluditos