No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son también libres. la libertad de los demás, lejos de constituir un límite o la negación de mi libertad, es por el contrario la condición y la confirmación de mi misma libertad.
Bakunin.
Dios y el Estado.
Es el párrafo capital de ese libro imprescindible.
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