Solía pasarme
horas y horas
Tumbado en el
suelo de mi habitación
Leyendo tebeos
Disfrutando de
ser invisible
Para el resto de
la gente
Vamos, sal a la
calle a jugar.
Deja de leer tanto,
te vas a quedar tonto.
Vamos, no seas
mariquita
Me decía mi
padre
Empujándome
hacia la calle
No es que no me
gustara la calle
Me encantaba
jugar
Como a cualquier
niño
Pero mi padre
quería que fuera un líder
Como él lo fue
Tener más
cojones que ningún chiquillo
Ser implacable
con los débiles
Y yo era amigo de
los débiles
Por eso sólo
deseaba leer
Leer sin parar
Hasta encontrar
las palabras mágicas
Que me
permitieran
Quedarme a vivir
en los tebeos para siempre.
Patricio Rascón. Olvidar el olvido. Ed. Baile del Sol, 2012
Hermosísimo poema!!!
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