NIÑO
LOCO
El
Niño aullando
como
lobo solitario en vendaval
arranca
basuras
arranca
espanto jirones
cacharros
inservibles arena
o
frases que nada significan
y
después escenario roto
alguien
pregunta y nadie responde
la
nada vacío ¡flash!
de
cuando en cuando devienen borrascas
que
devuelven a su cauce
el
origen del río cosas casas gente
te
mueres Niño loco
fascinado
en tu extraña aventura
mañana
nos devolverá el horizonte
sus
nervios encendidos
la
belleza paulatina de sus franjas de luz
y
como todo lo puro
desnudará
de golpe su rostro el deseo
y
sucederá de nuevo el amor
a intervalos.
LAS
MUJERES DE CHIBAI
(Exposición casa Soler).
Mallorca.
Estarás de acuerdo
en
que no siempre tengo
la
razón que otorgan las estrellas
(Hollywood
o presidentes
de
cortejos fúnebres)
-la
cola de la lagartija es interminable-
y
que mis razones giran fuera
de
la ofensiva atronadora de los telediarios
(te
digo que mires al fondo eléctrico
de
sus entrañas)
en
los campos de Medialuna de Chibai
700
mujeres –aún vivas-
a
punto estuvieron de rozar el cielo
pero
Ligaya dice
ríe
o morirás joven
después
de tanta vida tantos años
sus
razones tiene Ligaya para reír
(la
lagartija al sol tiembla de placer)
como
esa chiquita envuelta en arena y espuma
en
Cala Ratjada.
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P.D.:
En otra parte del mundo
Jazmine
tiñe el hilo que conduce
a un
campo de mazorcas
tierno
grano para los hijos del sol
girando
y girando continúa
la
cola verde de la lagartija
sus
escamas de plata
rodeando
el mundo.
MIRA
CÓMO EXTIENDE SU PÁLIDA MANO
Mira
cómo extiende su pálida mano
escarbando
lunas
el
poeta
preguntas
dónde
establece sus redes
su
sueño serpiente abismo
misterio
o naufragio
el
deseo
quizás
sea la respuesta
ese
tragaluz invisible
que
se abre
a
los sutiles andamios
de la noche
o
bien pudiera ser
aquello
que dijiste sobre
himnos
triunfales sucumbiendo
a la
canción permanente del pueblo
siempre
habrá brillos ocultos
para
capturar entre las sombras
rojos
arándanos
restallando su sangre
en nuestras bocas.
PLAZA
DEL SOL
Enfebrecida
corre el hada
triturando
poemas
sobre el asfalto
aquí
aquí gritan las huecas bocas negras
de
las urnas
filosóficos
sombreros
charlan
sobre la legitimidad de los acampados
las
hadas siguen corriendo y corriendo
ondeando
metáforas ecuaciones incógnitas
d
e
s
p
e
g
a
d
a
s
de
las estrellas
hay
señales esclarecidas
que
apuntan
desmemoria
en la hiel
un
atronar de manos mudas
sacude
insomnios
d i g n i d a d
es
la palabra
el
nudo se afloja en la hendidura
es
mayo y todo vuela.
LA
VIAJERA
La
viajera como un lento tren
crujiendo
hacia la tarde
té
verde y laila saida
como
una promesa
se
deja ir se deja ir
henna
arroz al curry una chilaba
recuerdos
para Said
¿caminarán
a tientas los secretos?
¿habrá
espías en el patio de naranjos?
¿extrañarán
mi nombre?
¿tallarán
en oro
mi
respiración los cambistas?
¿arderá
el viento Saouira mis labios
el crepúsculo
arderán las arenas?
C
O S M O S
Aún
es posible…
donde
hay nudos
insertar
litorales
verso
asombro amarillo mestizaje
o estrella
ya
no es que duela el alba…
injertar
por ejemplo
la
palabra c o s m o s
en
las gruesas arterias de los mercados
o
sobre los excluidos
trascendencia
despertares
amor
o lluvia
en
new roman
un
ángel escribe:
ya
no llegará lejos
aquel
que carezca de alas
los
rostros ocultan un bagaje
de
mariposas abatidas
ya
no hay voz
ni música
pero
a todos alcanza
la
mirada del ángel.
EL
LADO DE LOS BUENOS
Sucede
que tocamos el alma del universo
pulsamos
el botón
sin
afrontar ciudades calcinadas
niños
que arden en el terror
¿qué
nos está sucediendo?
las
células mueren y matan
unas
a otras se contaminan
nadie
vivió el infierno de la fiebre
que
nos dejó ciegos
todo
está ahí
las
vísceras los gritos las flores muertas
y el
agua radioactiva
la
noche se sumerge en una danza
que
sepulta el mundo
las
sonrisas se congelan
sólo
nos queda
pactar
una tregua con la muerte
que
nadie vuelva la cabeza
para
convertirse en estatua de sal
en
el lado de los buenos la gloria
el
triunfo el país
-chatarra de oro-
todo
está ahí
y
todo será justificado
Einstein
no puede dormir
el
dedo que pulsa el botón
sacude
una mota de polvo
bajo su uña.
MOVING
El
odio repara su hoja de cuchilla
y
calcula fríamente
si
la herida penetrará en el córtex
si
podrá deshacerse al fin
de
las tenaces mariposas
que planean dulcemente
sobre
el orden del día
qué
sentido tiene
atravesar
de puntillas los cristales
o
inclinar levemente la cabeza
sobre
la monotonía de los raíles
¡crac!
rendirse
o coleccionar estorninos
tampoco
ahuyenta el claxon de la aspereza
qué
sentido tiene
aprender
a rezar de nuevo
sobre
el trazado de versos libres
¡ninguna
transformación!
a la
mano que disecciona el córtex
sólo
le interesa la mirada
de los cuerpos vencidos.
RESIDENCIA
Prohibido
amar
rozar
cumbres morder manzanas
leer
Kerouac
no es preciso exponerse
a un
contagio de poesía
Synogan
gotas -quince o veinte-
y a
dormir la mona
hay
recetas para esto y lo otro
diseño
exclusivo para los que a menudo
olvidan
su corazón en las alcantarillas
recetas
que matan la inocencia
sin arriesgar una mirada
aunque
ya sé
no
siempre es carnaval en Río.
INAUGURACIÓN
Un
poco menos de tensión
sin
memoria de lo aborrecible
el
cohete pasa de largo
y
sube al cielo
siempre
era mediodía
ay
si la inocencia pudiera sentarse
aquí
todo gira en los brazos de papá
un
brindis la copa vacía
y
Bienvenido Mister Marshall
llenas
de aire América la plaza la luna
palomas
el próximo aguinaldo
aquí
todo huele
a leche en polvo
y
pétalos de rosa
todo
flota en nylon raído
y
zapatos de charol
el
cohete pasa de largo
y
sube al cielo
ay
si la inocencia pudiera
extender
sus alas sobre la bruma
poder
decir
la verdad camina en la palabra
poder
decir
bienvenido Mister Marshall
desentierro
los secretos
para
qué su cabeza.
MÚSICA
DE VIOLINES
En
pantalla digital ruge el mundo
podríamos
hablar
de
tramas de confrontación
(el
chacal husmea con su fina lengua
y
cumple su objetivo)
en
la oscuridad de sus salas
la
bestia negra de Wall Street
abre
el nicho -música de violines-
parece
que todavía no es la hora
para
morir de miedo
podríamos
también desplegar tormentas
sobre
bosques ennegrecidos
o
que regrese el ángel
que
siempre hablaba de los milagros
podríamos
hablar de actores ciegos
que
flotan sobre una alfombra
intensamente
enrojecida
donde
yacen cadáveres
de niños intrusos
o
del hombre que huía
succionado
por las llamas
sin
adaptarse a su carta de refugiado
pero
olvidemos la acritud
señoras y señores
aún
no se disuelvan
todavía
tenemos sucesos
no
demasiado turbios y tóxicos
en
la recámara.
Isabel García Hualde. El ojo cegado. Ed. Euanate, 2015
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