Mi ración de
asesinatos,
mi ración de
adulterios,
mi ración de
horteradas,
mi ración de
machismo,
mi ración de
violencia,
mi ración de
narcisismo,
mi ración de
desgracias,
mi ración de
neurosis,
mi ración de
angustia,
mi ración de
estrés,
mi ración de
depresión,
mi ración de
represión,
mi ración de héroes
del mundo libre,
mi ración de grasas
saturadas
mi ración de
anabolizantes,
mi ración de
despolitización,
mi ración de
esquemas repetidos,
mi ración de
ideología del éxito,
mi ración de
crítica social adulterada,
mi ración de
destrucción medio ambiental,
mi ración de
beneficios,
mi ración de
desconexión de la realidad,
mi ración de
conexión a lo virtual,
pero si lo que
queremos
es paladear un día
la vida buena,
el camino es
renunciar, abandonar, dimitir,
escapar, desertar
del capitalismo y sus trampas
para ser conscientes
del absurdo,
para estar atentos,
para cuidar de los afectos
y la calidad de los
vínculos,
para sorprendernos,
para disfrutar de
lo cotidiano
y sus placeres
sencillos,
para contribuir con
nuestro esfuerzo
al mayor bien
posible,
para olvidarnos del
yo
y reencontrar el
nosotros,
para florecer, para
amar,
para considerar que
somos dependientes,
para construir la
vida buena,
sin raciones,
con razones
dispón la despensa
de tu corazón.
Antonio Orihuela. Palos. Ed. La linterna sorda, 2016
Antonio Orihuela. Palos. Ed. La linterna sorda, 2016
"...y reencontrar el nosotros". Eso urge.
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