barrer para casa
mi madre
estuvo durante tres años
todos los sábados
limpiando
la casa y el bufete
de un afamado y rico
matrimonio de abogados vallisoletanos.
Estos
para asegurarse
de la eficacia y honradez de mi madre
escondían
monedas de veinticinco pesetas
como si las hubieran perdido
involuntariamente
en rincones inverosímiles
junto a la fotocopiadora,
bajo el revistero de la sala de espera,
entre las macetas de la terraza
detrás del televisor…
monedas
que mi vieja sólo encontraría si se esmeraba
al barrer, fregar o limpiar el polvo.
Mi madre
que siempre ha limpiado a conciencia
daba con ellas
y las dejaba
honradamente
en un cenicero
que había en la enorme mesa del salón,
haciendo cuentas
(50 sábados al año por 3 años por veinticinco pesetas)
le deben
tres mil trescientas cincuenta pesetas
y unas disculpas
[de "alguien tiene que limpiar la mierda” josé pastor gonzález]
Se acabó
Cuando me dicen
al borde del atardecer
que el negocio va mal
que el verano no es lo que era,
me dan ganas
de agarrar una buena piedra
y romper todas las ventanas
que dan a la calle,
todas las terrazas que dan al mar
todos los chiringuitos a pie de playa
y reventar cada negocio
uno a uno,
sin pausa, sin decaer, sin odio…
Para que sepáis exactamente,
punto por punto,
lo que significa
ir mal…
[de “y si no hay viento habrá que remar" Rakel RaRo]
poemas de "alguien tiene que limpiar la mierda/y si no hay viento habrá que remar" josé pastor gonzález y Rakel RaRo (ediciones RaRo).
8 euros.
para pedidos escribir a edicionesraro@yahoo.es
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