RETRATO DE PARÍS
(II)
¿NO os acordais de Sodoma (o de Nínive),
de
su nieve semejante a la ceniza blanca?
Si el pecado nos
satisface ¿podremos relegarlo a vestigio? Si la ciudad se viste de
transparencia: ¿seguirá siendo la ciudad del pecado? Sobre ruinas proscritas se
construye el espacio abierto que alcanza la mirada: templos y lupanares, los
primeros: ¿verdad, Gail? ¿Podemos olvidar el pasado y sus sombras extendidas
por el paisaje ardiente? Sí, pero tú siempre tendrás trabajo rezando el rosario.
Si el retrato
de Paris es el retrato de sus calles, de sus casas y de sus gentes, tiene que
ser un retrato nocturno, porque en la oscuridad para nada sirve el esfuerzo de
desvanecerse y la luz eléctrica deforma los arboles de Montmartre hasta
convertirlos en espuma. Es invierno en Paris y nadie llevará la Ausencia como
castigo sino como don. Nos abrazamos con fantasmas más reales que flores
fugitivas y la fiebre escribe la crónica de un extravío. Es invierno y la
Presencia nos lleva a los pasajes desconocidos de Paris. Ella toma el retrato
del silencio, de la soledad donde habitan los miserables sin techo, porque todo
techo es falso, humo, orvallo… En el horizonte, la ciudad se enciende contra la
maldición / bendición del artista en guerra, en parisant.
20-28-Fevr-2022
EL MURO DE PARÍS
NO EL MURO de la vergüenza ni el de las lamentaciones…
París tiene otros muros, como el muro de los
federados, en Père Lachaise. ¿Es este muro de ladrillos huecos tan sólido como
el mármol? Cada persona construye su muro cuando añade su corazón (y su miedo)
a esa torre de Babel que es el lenguaje. Resignado a la (sin)razón, cada
parisino sobrelleva su máscara para olvidar el suplicio que
le inflige el tiempo, ese futuro de fusibles fundidos que conserva huellas de corales indelebles. No viniste
a morir aquí, aunque fueras un suicida en potencia. Amarga es la imagen del
poeta que en nombre de todos / de
nadie construye su muro, con relojes y maletas amontonadas en una plaza pública
mientras los jóvenes escriben medias mentiras en sus grafitis. ¿Qué mejor muro
que el que erradica el filo de los dientes que desgarran al ángel de carne?
¿Somos ladrillos del muro o necesitamos controlar el pensamiento para ver que
dentro del muro no está la luz sino la confusión? Tú cantas un mundo destrozado
por la guerra de nuevo en Europa. ¡Oh madre-materia ¿por qué el muro es tan
alto? ¿Hay alguien ahí fuera? Nadie responde. Una multitud se mueve por el
periférico con las venas llenas de gasolina. No el muro de Berlín, al muro
invisible de la banlieue no se
acercan ni los turistas.
RETRATO DE J.P. SARTRE
CÓMO MOSTRAR
la nada a aquel que sufre?
Y además es miope.
Se muestra el vacío en el segundo donde ya no soy más que él.
Si él es elefante, yo soy la zorra que
pasa sus pies sobre sus cabellos grasientos. ¿Para qué la filosofía si no sirve
para amar? Estoy segura que uno de los pliegues oscuros del tiempo nos acercó
para borrar el muro del sexo. Sus gafas de culo de botella ¿le ciegan de savia
los ojos o le sirven de máscara al borde quebrado de la amargura, de no importa
qué ribera de meandros destrozados?
PORTRAIT DE J.P.
SARTRE
COMMENT montrer le néant à celui qui souffre ?
Et qui est également myope.
Le vide se manifeste à la seconde où je ne suis plus que
lui. S'il est un éléphant, je suis la renarde qui passe ses
pieds sur ses poils gras. À quoi sert la philosophie si elle ne sert pas à
aimer ? Je suis sûr que l'un des sombres plis du temps nous
a rapprochés pour effacer le mur du sexe. Ses lunettes à monture de bouteille
lui aveuglent-elles les yeux de sève ou lui servent-elles de masque sur le
bord brisé de l'amertume, de n'importe quelle rive de méandres bouleversés?
PORTRAIT DE MME
BENABED
Es muß jetzt der Augenblick
sein
für eine gerechte Geburt.
PAUL CELAN
¿HAY
ALGÚN instante
adecuado
para nacer (o morir), Patricia?
El tiempo vigila
desde lo oscuro, el vicio y la virtud. El dolor nos enseña que no hay mayor
templo que la carne. ¿Está el templo (del amor) dentro del cuerpo o de la
piedra que desecharon los canteros? Nadie ve la luz del templo, aunque alumbre
ese tiempo inasible de la felicidad. Casi nadie interpreta bien la sombra
(sólida) que le acompaña dentro del cuerpo. Aprender a morir es aprender a
soportar el dolor del amor.
***
Y A-T-IL UN bon moment pour naître (ou mourir),
Patricia ?
Le temps surveille le vice et la
vertu dans l'obscurité. La douleur nous enseigne qu'il n'y a pas de plus grand
temple que la chair. Le temple (de l'amour) est-il à l'intérieur du corps ou du
granit que les tailleurs de pierre ont jeté ? Personne ne voit la lumière du
temple, même si elle éclaire cet insaisissable temps du bonheur. Presque
personne n'interprète bien l'ombre (solide) qui l'accompagne à l'intérieur du
corps. Apprendre à mourir, c'est apprendre à supporter la douleur de l'amour.
RETRATO DEL SEÑOR PROUST
─¿DÓNDE
están los paraísos perdidos, Señor
Proust ?
El tiene la pose hierática del enfermo imaginario, la impresión de
asistir al nacimiento de un sueño (o de una novela parisina). Lleva el luto
blanco de las orquídeas, como el olvido que nunca / siempre vuelve del
misterio. Sus ojos son almendras perfectas; los labios, medio ocultos por el
bigote, traen el frío oscuro de la noche. El lienzo es lugar que llora su
propia ausencia. Entonces él, con una voz apagada, responde: ─ «Los
verdaderos paraísos son lugares en la mente».
─OÙ sont les paradis perdus, M. Proust ?
Il a l’air hiératique d’un faux
malade, l’impression d’assister à la naissance d’un rêve (ou d’un roman
parisien). Il porte le deuil blanc des orchidées, comme l'oubli qui (ne)
revient jamais /toujours du mystère. Ses yeux sont des amandes parfaites ; ses
lèvres, à demi dissimulées sous sa
moustache, apportent le froid sombre de la nuit. La toile est un lieu qui
pleure sa propre absence. Puis, d'une voix éteinte, il répond : ─ « Les vrais paradis sont des lieux dans
l’esprit ».
28-02-2022
9 Ventôse - CCXXX
LA BELLE DAME SANS MERCI
PREGUNTAD a la poeta por esas palabras (in)concretas
donde se esconde el pensamiento (im)posible del
dolor.
¿Es como el dolor de la nieve cuando llega el fin del invierno o la
desesperación que sufren las sábanas, acostumbradas a la dualidad, cuando se
encuentran con solo un cuerpo? ¿Acaso como el perfil de un fármaco[1] que induce la paranoia de la palabra en un laberinto poético? No. El
fármaco es flor sin piedad que [no] recela de la belleza.
¿Es el mal flor necesaria?
Un instant sans temps ouvre sa
gueule
et avale l’espace du dedans
[1]
Referencia a los fármacos neurolépticos, como por ejemplo, la lamotrigina
prescrita para la epilepsia y el trastorno bipolar. Ver formula en la página
siguiente.
Santiago Aguaded Landero. Retratos parisinos / portraits parisiens.
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