“Continuemos haciendo crecer
la posibilidad de una sociedad libre y justa”.
Antonio Orihuela. La voz común.
De
las decenas y decenas de ejemplos de artistas y de propuestas artísticas que en
estos dos últimos siglos han intentado saltarse las órdenes y dictados que
impone el mercado del arte y por ende de ese líquido viscoso que llamamos
capitalismo y que Antonio Orihuela recoge y analiza brillantemente en su libro
“El arte de no hacer Arte. Una deriva desde el dadaísmo al artivismo”
voy a quedarme con la obra “No + ….” del Colectivo de Acciones de Arte (CADA)
de Chile. En 1983-84, bajo la dictadura del general Pinochet salieron una noche
a la calle y sembraron las paredes con la expresión “No + ….”. En los días
siguientes decenas de ciudadanos anónimos completaron de forma valiente la
frase, formando por ejemplo “No + dictadura”, “No + tortura” o “No +
desaparecidos”. He elegido esta acción porque resume de manera magistral ese
arte que el filósofo J. Rancière denomina “emancipador”: porque utiliza la
estética, con las pintadas, porque lucha por valores universales y los derechos
humanos en medio de una dictadura, porque no pretende lucrarse con su
realización, porque pone en funcionamiento lo que Foucault o J. Butler denominan
“la parresía”, es decir la defensa de las ideas con el propio cuerpo y
finalmente porque es una mecha, “activa” el cambio social y propicia esa
palabra tan sagrada pero tan manida a la vez por el marketing publicitario, la
participación.
El trabajo que Antonio Orihuela realiza en
este libro es ingente, por la gran cantidad de materiales que recopila, que rescata y desentierra; todo ese
arsenal de materiales a los que da coherencia y nos los presenta como un todo y
no como propuestas deshilachadas de grupos o artistas inconexos, antisistema. Se
recogen detalladamente las propuestas del Dadaísmo, los situacionistas, el
feminismo, el arte público o el artivismo tanto en España, Europa y América. Es
un material "intempestivo" inagotable que además no suele venir
recogido en los manuales y guías oficiales del arte del siglo XX y XXI: vamos
que no entran en los exámenes de la actual EBAU, la antigua Selectividad. Solo
en el último capítulo “La poesía en la calle: los muros son la respuesta” he
contado 29 artistas o proyectos artísticos recopilados. Segundo, es un
libro valiente por la postura sin ambages que el autor demuestra a lo largo de
un texto de 434 páginas. Ya
está uno harto de la asepsia en el mundo del arte y de la teoría artística.
Está claro que no es un libro más sino una apuesta, una defensa y también una
crítica severa de mucho del arte que pasa por ser de vanguardia, que se apunta
a modas y que lo que pretende en realidad es lucrarse. En tercer lugar, es un
libro para ser usado, no solo por artistas, colectivos críticos y todo aquel
que tenga espíritu insumiso: ¡Profesorado de Primaria y Secundaria!, aquí
tenéis un estupendo material para ser utilizado en nuestra, en muchos casos,
interesadamente adormecida Escuela Pública. Aquí tenéis materiales para
desarrollar la acción crítica en vuestro alumnado y de paso en vosotros mismos.
Juan Miguel Romero Valero
Estoy totalmente d acuerdo y disfruto mucho con lo q se dice aquí. ¡¡¡Mi enhorabuena!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!
ResponderEliminarComo mailartista que pretende salvaguardar su legado con dudas ante los museos, vitrinas, etc agradezco muchísimo esta información. Buscaré el libro
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