The Velvet escribieron y tocaron una música triste,
cuando los escucho pienso
en gente muerta,
seres maravillosos que
hablaban con los árboles
y que fueron puertas para
mi corazón,
amantes con pájaros azules
sobre sus hombros,
amigos que caminaron por
el filo de la navaja
y a los que ya no volveré
a ver.
It’s so cold in Alaska,
canto sobre el Shivanand
Jhula bridge,
el mismo puente que
cruzaron los Beatles en 1968
para encontrarse con el
Maharishi Mahesh Yogui,
y aunque a mí nadie me
espera
también yo cruzo sobre el
Ganges
para escuchar las
enseñanzas de este río
que me trajo a
Rishikesh
para recordarme que
sabiendo que soy
un huésped del
instante
cómo es posible que lleve
la complicada vida que he
arrastrado hasta aquí.
Ni todo se puede
leer,
ni todo se puede
comprender,
me dicen sus aguas.
me dicen sus aguas.
¿Qué comes, arroz o
ilusiones?,
brama la corriente.
brama la corriente.
Despierto del trance
rodeado por un rebaño
de ovejas
y el rugido del río que me
dice
sigue mezclándote,
sigue diluyéndote,
sigue disolviéndote,
olvídate de ti.
It’s so cold in Alaska,
It’s so cold in Alaska,
It’s so cold in Alaska,
Antonio Orihuela. Cosas que tiramos a la basura. Ed. Amargord, 2012
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