(A Teresa de Calcuta)
¿Qué recibimiento
te hizo tu Dios,
Teresa,
cuando te presentaste ante Él
con tu debe y con tu haber,
con tu saldo de acciones y
omisiones?
¿Cómo usaste el poder que tenías,
tú, primera santa mediática?
¿Te dirá que fue indigna
tu actitud de salvar
sólo a unos cuantos
cuando podías haber intentado
salvarlos a todos?
El resultado neto
de tu compromiso y responsabilidad
¿benefició más al Hombre
o al status quo?
Le respondiste a Dominique:
“Hay otra gente para eso”,
cuando sabías
que nadie tenía tu poder,
tu capacidad de influir y cambiar
las cosas.
Generaciones de desheredados
preguntarán en su lecho de infamia
por qué no luchaste por ellos,
Teresa,
por qué sólo quisiste salvar a unos pocos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario